PROPOSICIÓN XVIII
Dios es causa inmanente, pero no transitiva, de todas las cosas.
Demostración: Todo lo que es, es en Dios y debe concebirse por Dios ( por la proposición 15); y así (por el Corolario 1 de la por la proposición 16), Dios es causa de las cosas que son en El: que es lo primero. Además, excepto Dios no puede darse substancia alguna ( por la proposición 14), esto es (por la Definición 3 ), cosa alguna excepto Dios, que sea en sí: que era lo segundo. Luego Dios es causa inmanente, pero no transitiva, de todas las cosas. Q.E.D.
PROPOSICIÓN XIX
Dios es eterno, o sea, todos los atributos de Dios son eternos.
Demostración: En efecto, Dios (por la Definición 6 ) es una substancia, que ( por la proposición 11) existe necesariamente, esto es, a cuya naturaleza pertenece el existir, o lo que es lo mismo, de cuya definición se sigue que existe, y así (por la Definición 8 ) es eterno. Además, por atributos de Dios debe entenderse aquello que (por la Definición 4 ) expresa la esencia de la substancia divina, esto es, aquello que pertenece a la substancia: eso mismo es lo que digo que deben implicar los atributos. Ahora bien: la eternidad pertenece a la naturaleza de la substancia. Por consiguiente, cada atributo debe implicar la eternidad, y por tanto todos son eternos. Q.E.D.
Escolio: También es evidente esta Proposición, y lo más claramente posible, por la manera como he demostrado la existencia de Dios ( proposición 11); en virtud de esta demostración, digo, consta que la existencia de Dios es, como su esencia, una verdad eterna. Además , también he demostrado de otra manera la eternidad de Dios, y no hace falta repetirla aquí.
PROPOSICIÓN xx
La existencia de Dios y su esencia son uno y lo mismo.
Demostración: Dios (por la Proposición anterior) y todos sus atributos son eternos, esto es (por la Definición 8 ), cada uno de sus atributos expresa la existencia. Por consiguiente, los mismos atributos de Dios que (por la Definición 4 ) explican la esencia eterna de Dios explican a la vez su existencia eterna, esto es: aquello mismo que constituye la esencia de Dios, constituye a la vez su existencia, y así ésta y su esencia son uno y lo mismo. Q.E.D.
Corolario I: Se sigue de aquí: primero, que la existencia de Dios es, como su esencia, una verdad eterna.
Corolario II: Se sigue: segundo, que Dios es inmutable, o sea, que todos los atributos de Dios son inmutables. Ya que si mudaran por razón de la existencia, deberían también (por la Proposición anterior) mudar por razón de la esencia, esto es (como es por sí notorio), convertirse de verdaderos en falsos, lo que es absurdo.
PROPOSICIÓN XIX
Dios es eterno, o sea, todos los atributos de Dios son eternos.
Demostración: En efecto, Dios (por la Definición 6 ) es una substancia, que ( por la proposición 11) existe necesariamente, esto es, a cuya naturaleza pertenece el existir, o lo que es lo mismo, de cuya definición se sigue que existe, y así (por la Definición 8 ) es eterno. Además, por atributos de Dios debe entenderse aquello que (por la Definición 4 ) expresa la esencia de la substancia divina, esto es, aquello que pertenece a la substancia: eso mismo es lo que digo que deben implicar los atributos. Ahora bien: la eternidad pertenece a la naturaleza de la substancia. Por consiguiente, cada atributo debe implicar la eternidad, y por tanto todos son eternos. Q.E.D.
Escolio: También es evidente esta Proposición, y lo más claramente posible, por la manera como he demostrado la existencia de Dios ( proposición 11); en virtud de esta demostración, digo, consta que la existencia de Dios es, como su esencia, una verdad eterna. Además , también he demostrado de otra manera la eternidad de Dios, y no hace falta repetirla aquí.
PROPOSICIÓN xx
La existencia de Dios y su esencia son uno y lo mismo.
Demostración: Dios (por la Proposición anterior) y todos sus atributos son eternos, esto es (por la Definición 8 ), cada uno de sus atributos expresa la existencia. Por consiguiente, los mismos atributos de Dios que (por la Definición 4 ) explican la esencia eterna de Dios explican a la vez su existencia eterna, esto es: aquello mismo que constituye la esencia de Dios, constituye a la vez su existencia, y así ésta y su esencia son uno y lo mismo. Q.E.D.
Corolario I: Se sigue de aquí: primero, que la existencia de Dios es, como su esencia, una verdad eterna.
Corolario II: Se sigue: segundo, que Dios es inmutable, o sea, que todos los atributos de Dios son inmutables. Ya que si mudaran por razón de la existencia, deberían también (por la Proposición anterior) mudar por razón de la esencia, esto es (como es por sí notorio), convertirse de verdaderos en falsos, lo que es absurdo.
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