En las relaciones humanas, el intercambio afectivo entre amigos se presenta como un fenómeno complejo y dinámico. La amistad, más allá de ser un simple vínculo social, implica una transformación mutua de las percepciones y los sentimientos de los individuos involucrados.
Cómo este intercambio se desarrolla, cómo afecta a los mapas de realidad que cada uno posee, y la manera en que estos mapas, lejos de ser estáticos, se transforman en entidades fluidas y cambiantes durante la interacción amistosa. Esta perspectiva nos lleva a reflexionar sobre la naturaleza de la amistad y el impacto de la afectividad en nuestra comprensión del mundo y del otro.
Lo principal de estos mapas es su instantaneidad, la instantaneidad que ejerce el imposible de devenir sólido, son mapas no sólidos, su poder de cambio (existir) es infinito, los mapas de pseudo-realidad escapan de la solidez de los mapas de realidad por continuos cambios de velocidad, la potencialidad de afección aumenta y disminuye la velocidad agenciativa constantemente, reactualiza el resultante mapa en encuentros sucesivos.
Este es el sentido en que Deleuze dice que el amigo capta grados de locura en el otro, porque el amigo intuye afecciones subliminales en un cuerpo ajeno, actualiza el instante otorgándole intensidad, el amigo deviene y el admirador especula…
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