El juguete consta de una multiplicidad de fichas llamadas Lego, fichas rojas de bordes circulares y exagonales, de base cuadrada, techo cúbico, amarillas y azules con relieves que enganchan entre si. Puedes unir unas, crear una figura, puedes relacionar una y otra como por componentes de atracción no imaginativos, puedes hacerlo y crear otra figura, las fichas enganchadas forman bloques compuestos de individuales, bloques que devienen en modos cualesquiera a través de la acción de presión y encaje pulgar-ficha, así tras la unión de un individuo el bloque adopta una nueva constitución, a la par que agranda y disminuye las consiguientes potencialidades de unión. Lego actúa en el efecto íntimo imaginativo en dirección contraria al deseo, o como proceso alegre no deseante. Lego actúa sin experiencia ni expectativas a través del niño, el niño constituye el objeto de enganche en el acto pulgar-ficha entre dos direcciones de deseo, así el niño deviene al acto o deviene a la imaginación. En Lego el niño deviene en acto, es decir, deviene hacia la función que no deviene, pues en Lego, tras las fichas individuales, las multiplicidades de bloques y el acto de empuje pulgar-ficha se relacionan devenires en dirección al acto, es decir, en Lego.
Así un martes tarde de rayos veraniegos que atraviesan un cristal de ventana, tras que el chico juega y sin caer en el tiempo, ni en los demas chicos jugando en la calle, ni en mama que barre tras la puerta, el chico ahora pretende al tiempo, no sale y disfruta el regalo.
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