Jose Aranda publica la tercera parte del Neohumano, antes leyeron Del Neohumano y Del Neohumano II. Personalidad y características.Disfruten:
Mi buen maestro Tula. He leído con detenimiento la explicación que das sobre esa evolución a la que llamas “Neohumano”. Me he acercado a ella, he bebido de tus palabras y me parece bastante enriquecedora a la vez que atrayentes. Pero claro, lo que escribes son solo palabra. Ahora te pregunto yo: ¿Cómo puede llegar alguien a ese estado de evolución?
No esperaba menos de ti, Suré.n Evidentemente no son solo palabras, tras esos vocablos está el modo de llegar a este estado de evolución. Como ya esperarás el camino es arduo, sobretodo en estos días aciagos, pero merece la pena iniciarlo. En primer lugar te hablaré de la característica indispensable que necesitas para ponerte en ronda. La muerte de Dios es principal, este Dios no es ni cristiano, ni musulmán, ni budista… Sino que representa a todos aquellos seres que “se suponen” está por encima de los seres y que maneja nuestros destinos. Querida alumna, ¿No es cierto que mientras exista un Dios que nos disponga sus preceptos de actuación, alienará nuestro pensamiento, evitando que éste sea libre completamente?
Así es. – Respondió Suré con gran certeza. –Aún hoy día con todos los avances de la ciencia y de la filosofía, “los dioses “ siguen teniendo gran poder, evitando que se toquen algunos temas que pueda trastornar los cimientos de la civilización que ellos mismos han creado.
Y no solo es eso. – Aportó Tula. - Sino que aquellos que se erigen como mensajeros de esos “dioses” evitan que sus fieles usen el intelecto que su propio Dios le ha dado. Impiden, bajo la promesa del infierno, pensar de modo diferente a lo que ellos mismos disponen. ¿Pero que es “Dios” sino una creación del ser humano para dar respuesta a las preguntas que no podía alcanzar hace miles de años?¿Acaso crees, amiga Suré, que si el Dios que nos presentan, benévolo, misericordioso, amable… castigaría a su creación por usar el intelecto del que Él mismo nos provisionó?
Por supuesto que no. – Aseveró la chica.
¿Acaso “Dios todopoderoso” hubiera azuzado a sus feligreses a guerras inútiles en su nombre? ¿Acaso hubiera quemado en la hoguera a todos aquellos que pensaban de modo diferente?¿Acaso dejaría morir a cientos de miles de humanos por no usar el preservativo?¿Acaso dejaría que sus mensajeros se bañasen en riquezas incalculables mientras otros se mueren de hambre?... – Volvió a cuestionar Tula a su joven aprendiza.
No, no y mil veces no. – Reconoció la chica ansiosa de conocimientos.
Bien, pero vamos a ir un poco más allá y seamos sinceros con nosotros mismos. No podemos demostrar la no existencia de Dios, como tampoco podemos demostrar que existe. Por tal el Neohumano podría aceptar la existencia de un Dios…
¡Pero , maestros! – Exclamó Suré con fuerza. – Dios no existe. Recuerde sus propias palabras, cómo iba a permitir que se asesinaran tanta gente, que tantas personas mueran de hambre… y todo por su causa.
Querida niña. Tienes toda la razón, pero todo lo que tú me recuerdas no lo ha hecho “Dios” sino el hombre, que ha usado esa imagen de “Dios” para satisfacer sus intereses. Evidentemente hay cosas que ni el Neohumano, ni el ser humano puede explicar, y recuerda que unas de las características del Neohumano es el respeto. Evidentemente el Neohumano cree en la muerte de “Dios”, pero la muerte de “Dios” representada como el uso que le ha dado el ser humano a ese nombre y las actuaciones que éste lleva a cabo en su nombre. El Neohumano puede creer en una mente ordenadora que crea en la capacidad de su propia creación, siempre y cuando respete las normas que has leído anteriormente. “Dios” cree en el Neohumano, no en el humano.
Entonces… - Reflexionó la joven mujer. – El humano debe extinguirse y “Dios” desaparecer.
Así es, joven amiga, pero sin violencia, debe perecer por evolución pura y voluntaria de los preceptos que hemos expuestos.
Comprendo. – Afirmó Suré. – Ser Neohumano es una elección hacia un mundo mejor. Pero aún me quedan más dudas.
Y yo me alegro de ello. Pero por hoy ya está bien. Continuaremos en otro momento.
Escrito de José María Aranda Carmona en Impresionesvivas
Pueden hablar con el en su Página web y Correo: jose.aranda7@gmail.com
Mi buen maestro Tula. He leído con detenimiento la explicación que das sobre esa evolución a la que llamas “Neohumano”. Me he acercado a ella, he bebido de tus palabras y me parece bastante enriquecedora a la vez que atrayentes. Pero claro, lo que escribes son solo palabra. Ahora te pregunto yo: ¿Cómo puede llegar alguien a ese estado de evolución?
Así es. – Respondió Suré con gran certeza. –Aún hoy día con todos los avances de la ciencia y de la filosofía, “los dioses “ siguen teniendo gran poder, evitando que se toquen algunos temas que pueda trastornar los cimientos de la civilización que ellos mismos han creado.
Y no solo es eso. – Aportó Tula. - Sino que aquellos que se erigen como mensajeros de esos “dioses” evitan que sus fieles usen el intelecto que su propio Dios le ha dado. Impiden, bajo la promesa del infierno, pensar de modo diferente a lo que ellos mismos disponen. ¿Pero que es “Dios” sino una creación del ser humano para dar respuesta a las preguntas que no podía alcanzar hace miles de años?¿Acaso crees, amiga Suré, que si el Dios que nos presentan, benévolo, misericordioso, amable… castigaría a su creación por usar el intelecto del que Él mismo nos provisionó?
Por supuesto que no. – Aseveró la chica.
¿Acaso “Dios todopoderoso” hubiera azuzado a sus feligreses a guerras inútiles en su nombre? ¿Acaso hubiera quemado en la hoguera a todos aquellos que pensaban de modo diferente?¿Acaso dejaría morir a cientos de miles de humanos por no usar el preservativo?¿Acaso dejaría que sus mensajeros se bañasen en riquezas incalculables mientras otros se mueren de hambre?... – Volvió a cuestionar Tula a su joven aprendiza.
No, no y mil veces no. – Reconoció la chica ansiosa de conocimientos.
Bien, pero vamos a ir un poco más allá y seamos sinceros con nosotros mismos. No podemos demostrar la no existencia de Dios, como tampoco podemos demostrar que existe. Por tal el Neohumano podría aceptar la existencia de un Dios…
¡Pero , maestros! – Exclamó Suré con fuerza. – Dios no existe. Recuerde sus propias palabras, cómo iba a permitir que se asesinaran tanta gente, que tantas personas mueran de hambre… y todo por su causa.
Querida niña. Tienes toda la razón, pero todo lo que tú me recuerdas no lo ha hecho “Dios” sino el hombre, que ha usado esa imagen de “Dios” para satisfacer sus intereses. Evidentemente hay cosas que ni el Neohumano, ni el ser humano puede explicar, y recuerda que unas de las características del Neohumano es el respeto. Evidentemente el Neohumano cree en la muerte de “Dios”, pero la muerte de “Dios” representada como el uso que le ha dado el ser humano a ese nombre y las actuaciones que éste lleva a cabo en su nombre. El Neohumano puede creer en una mente ordenadora que crea en la capacidad de su propia creación, siempre y cuando respete las normas que has leído anteriormente. “Dios” cree en el Neohumano, no en el humano.
Entonces… - Reflexionó la joven mujer. – El humano debe extinguirse y “Dios” desaparecer.
Así es, joven amiga, pero sin violencia, debe perecer por evolución pura y voluntaria de los preceptos que hemos expuestos.
Comprendo. – Afirmó Suré. – Ser Neohumano es una elección hacia un mundo mejor. Pero aún me quedan más dudas.
Y yo me alegro de ello. Pero por hoy ya está bien. Continuaremos en otro momento.
Escrito de José María Aranda Carmona en Impresionesvivas
Pueden hablar con el en su Página web y Correo: jose.aranda7@gmail.com
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