Mi casa está llena de cuadros, dibujos e imágenes que he creado o capturado. Pero los retratos tienen algo en común, y la gente siempre se alarma por ese detalle y me dice que sufro
delirio de persecución o paranoia o esas cosas. Cada vez que llega alguien a mi casa y ve mis trazos pregunta: “
¿Por qué los retratos tienen los ojos tapados, borrados o arrancados?” Y me causa risa que me lo cuestionen. Yo sólo les contesto: Porque así como la música cobra vida al ser interpretada, mis ilustraciones cobran vida al ser plasmadas.
Mis cuadros tienen vida, tienen ojos, los ojos ven, y yo no quiero sentirme observado.
Escrito de Luis Roberto Calderón García en Impresionesvivas.
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