PROPOSICIÓN LXIII
Quien se deja llevar por el miedo, y hace el bien para evitar el mal, no es guiado por la razón.
Demostración: Todos los afectos que se refieren al alma en cuanto que obra, esto es, todos los que se refieren a la razón, no son otros que los afectos de la alegría y del deseo; y así, quien se deja llevar del miedo y hace el bien por temor del mal, no es guiado por la razón. Q.E.D.
Corolario: El deseo que nace de la razón nos hace seguir directamente el bien y huir indirectamente del mal.
Demostración: El deseo que nace de la razón puede brotar sólo de un afecto de alegría que no es pasión, esto es, de una alegría que no puede tener exceso, pero no de una tristeza. Por ende, dicho deseo brota del conocimiento del bien, y no del conocimiento del mal; y de esta suerte, bajo la guía de la razón apetecemos directamente el bien, y sólo en esa medida huimos del mal. Q.E.D.
Escolio: Este Corolario se explica con el ejemplo del enfermo y el sano. El enfermo toma, por temor a la muerte, cosas que aborrece; en cambio, el sano goza con la comida y, de esta manera, disfruta de la vida mejor que si temiese la muerte y deseara evitarla directamente. Del mismo modo, un juez que condena a muerte a un reo no por odio o ira, sino por el solo amor a la salud pública, se guía por la sola razón.
Lectura de Spinoza en Ética demostrada según orden geométrico.
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