José Rafael Herrera es amigo y conocido de esta revista, creador de la web EstudiosHegelianos.org y continuo informador de temática filosófica en twitter -@jrherreraucv-. Recientemente ha publicado el libro: Spinoza en Latinoamérica, que pretende describir la formación ideal (conceptual) en América Latina partiendo de la filosofía Spinozista. Sumergiendose -quizá- en la importancia de las libertades individuales a lo largo y ancho del continente.
¿Cómo ha sido la recepción de la filosofía de Baruch de Spinoza en América Latina durante el siglo XX y lo que va del XXI? Dos interpretaciones, radicalmente opuestas, han caracterizado la recepción de su pensamiento, no por casualidad, en el interior del ambiente constitutivo de una formación social y cultural signada por la escisión o el desgarramiento entre la concepción estatista y la concepción civilista de la sociedad latinoamericana. Justamente, cada una de estas tendencias políticas e ideológicas han hecho de Spinoza una de las referencias esenciales de sus respectivos modelos ideológicos.
Es así como, de un modo implícito, Spinoza guió y aun sigue guiando a quienes han interpretado su filosofía como la confirmación de los valores ateos y materialistas que dieron lugar al surgimiento de la doctrina comunista, y más específicamente, a la concepción “materialista dialéctica”. De ahí que los seguidores del “marxismo sin Hegel” encuentren en Spinoza una de sus referencias capitales para el rediseño de la cultura de un Estado que controla los extravíos de la sociedad civil a la luz de ideas y valores –en realidad- de origen religioso y espiritualista.
No obstante, y esta vez explícitamente, una larga tradición intelectual latinoamericana ha visto en Spinoza al guía espiritual y moral de una sociedad que ha exigido, desde los tiempos de la fundación de las Repúblicas, el respeto por las libertades individuales y los derechos ciudadanos, frente al poder omnímodo del Estado. Jorge Luis Borges es, en este sentido, el compendio filosófico-literario general de la recepción spinocista de esta tendencia.
Judío y Ateo, reza la descripción hecha por uno de los retratistas de Spinoza. La expresión sirve de motivo para comprender la doble perspectiva dentro de la cual conviene interpretar a Spinoza en el horizonte problemático de la cultura latinoamericana contemporánea.
Iudaeus et Atheista:
Dos Lecturas de Spinoza en América Latina
¿Cómo ha sido la recepción de la filosofía de Baruch de Spinoza en América Latina durante el siglo XX y lo que va del XXI? Dos interpretaciones, radicalmente opuestas, han caracterizado la recepción de su pensamiento, no por casualidad, en el interior del ambiente constitutivo de una formación social y cultural signada por la escisión o el desgarramiento entre la concepción estatista y la concepción civilista de la sociedad latinoamericana. Justamente, cada una de estas tendencias políticas e ideológicas han hecho de Spinoza una de las referencias esenciales de sus respectivos modelos ideológicos.
Es así como, de un modo implícito, Spinoza guió y aun sigue guiando a quienes han interpretado su filosofía como la confirmación de los valores ateos y materialistas que dieron lugar al surgimiento de la doctrina comunista, y más específicamente, a la concepción “materialista dialéctica”. De ahí que los seguidores del “marxismo sin Hegel” encuentren en Spinoza una de sus referencias capitales para el rediseño de la cultura de un Estado que controla los extravíos de la sociedad civil a la luz de ideas y valores –en realidad- de origen religioso y espiritualista.
No obstante, y esta vez explícitamente, una larga tradición intelectual latinoamericana ha visto en Spinoza al guía espiritual y moral de una sociedad que ha exigido, desde los tiempos de la fundación de las Repúblicas, el respeto por las libertades individuales y los derechos ciudadanos, frente al poder omnímodo del Estado. Jorge Luis Borges es, en este sentido, el compendio filosófico-literario general de la recepción spinocista de esta tendencia.
Judío y Ateo, reza la descripción hecha por uno de los retratistas de Spinoza. La expresión sirve de motivo para comprender la doble perspectiva dentro de la cual conviene interpretar a Spinoza en el horizonte problemático de la cultura latinoamericana contemporánea.
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