La filosofía lucha contra el sinsentido y la contradicción.

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La contradicción y el sinsentido son los fantasmas de la filosofía
¿Los filósofos se contradicen? Para una gran mayoría de la población la filosofía trata sobre artilugios abstractos, es en estos casos que se piensa que la filosofía no tiene utilidad, puede que por la lejanía de sus ideas. Y que los filósofos se contradicen unos a otros -entiéndase que no se contradicen cuando tratan cosas diferentes- como hacen los políticos, en el caso de la filosofía la contradicción no es posible. Siempre que un filósofo coge la palabra lo hace a través de su propio concepto, como la maquina convertida en idea, y en el caso de que incluya la contradicción, solo cabe esperar que el filósofo se equivoque, o, que el lector no conozca el concepto -encerrado en- la palabra.

Sin más, acabo de recordar una antigua conversación sobre Deleuze, sobre el rizoma y la imposibilidad de contradicción. Yo decía que ha Deleuze le gustaba contradecirse (esta es una opinión personal, no viene en ningún libro, ni texto) pero no me refería a que sus escritos no tuvieran consistencia, o formarán una mala composición filosófica. Solo pensaba que un concepto nace de un "rizoma", y otro, de otro "rizoma". Y por esto mismo pueden contradecirse, sin faltar a la contradicción. Claro, en realidad no se contradicen por que hablan de cosas diferentes, son raices diferentes, múltiples, ya sé!. Pero pueden comunicar conceptos opuestos, conceptos que se tensan al mirarse a los ojos, que, a ojos de la persona no acostumbrada a la filosofía, rivalizan entre sí, ojo!, nada peor, ni más equivocado -palabra de lector, que es esta una gracia muy amable en cualquier filósofo digno. En Deleuze siempre es muy claro, las ideas que contradicen al individuo -lector, son en la linea siguiente explicadas, re-conceptualizadas mejor dicho, es el trabajo del artista en filosofía el que dignifica Deleuze. Ahora hay que saber, que Deleuze hace una filosofía múltiple, siempre busca encuentros, y nunca cerrará su sistema, el suyo es el sistema de la multiplicidad y son otros quienes lo terminan, y hablan de conceptos lejanos que tocan a los que él imagino, lo mejor, que siguen siendo útiles. Son muchos los filósofos que aprenden de él -aunque sin discípulos directos, quizá en esto se parezca a Spinoza.

Spinoza no tuvo discípulos directos, pero en nuestro tiempo, medio mundo se adueña de sus ideas y su ética, en cambio el sistema de proposiciones ya está terminado. En Spinoza el sistema esta cerrado, él creó un sistema "perfecto" -el sentido humorístico de su Ethica parece insaciable. Es un sistema lógico perfecto, las definiciones, los axiomas, las proposiciones. Encajan a las mil maravillas. Y, no puede constituirse como sistema. No puede pensarse en conjunto como un sistema sin al mismo tiempo, vincularse con cada una de las proposiciones que forma cada demostración. En realidad es una crítica hacia todo lo cerrado. Magia de Spinoza, quien fue visto, entre otros por Nietzsche y Deleuze, como el príncipe de los filósofos.

Si es así, ahora se habla de las contradicciones en la filosofía, esas que no tienen cabida alguna, no entran en ninguna composición filosófica. Un concepto no puede contradecirse en su definición, y si se contradice, como causa puede darse: (1) que la posibilidad del concepto sobrepase lo que el individuo conoce, y este invente a su antojo un final contradictorio. O, (2) que el filósofo en cuestión no hiciese bien su trabajo, creando a ojos pares, contradicciones en una definición, y generando la inutilidad del concepto. En los dos casos el resultado es inútil, y el lector de filosofía se frustrará. Así funciona un lector de filosofía, busca completar su deseo. Si se piensa detenidamente, la búsqueda deseante se plantea con mucha más intensidad que en el resto de lectores, y, se dirá que más que completar su deseo, quiere darle forma -existe un componente individual, dar forma a los deseos es el mayor privilegio de un pensador cualquiera, y este es -a todas luces- el propósito del filósofo.

En la Ethica, un individuo puede inventar lo que quiere desear,(este es un planteamiento muy deleuziano dentro de la lógica spinozista) tanto que el deseo puede cesar de ejercer una dependencia sobre él, y, hasta puede que le sirva como herramienta.

Pero, ¿no esta más claro aún que todo este palabrerío no sirve de nada?, al menos, siempre que no se concrete una filosofía coherente, carente del sinsentido y la contradicción. Cuidado dubitativos!, la contradicción y el sinsentido es lo que llena muchas de las cabezas vacías.

Reflexión de un libro brillante, lógica del sentido, donde se trata la inconveniencia del sinsentido.  Sin duda una forma más compleja de pensar esta misma idea, pero de la misma naturaleza.




Escrito de Esteban Higueras Galán Filosofías de la contradicción y el sinsentido.
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