Los conceptos nos rodean, pero, ¿son algo más que publicidad?. | ||||
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Por donde quiera que caminen las ideas se pueden reconocer múltiples conceptos, en nuestro mundo la realidad es producto, el individuo vive rodeado de creaciones imaginarias y son ellas las que otorgan el sentido, sin la idea en la palabra -el concepto- no serían de utilidad creaciones como Ipad, Facebook, Ser, o devenir (sin distinción aquí entre conceptos de publicistas, y conceptos de filósofos, para lo que nos conviene trae sin cuidado) que atañen a la filosofía, ya se trate de creaciones tecnológicas (como las de Steve Jobs) o de las más antiguas creaciones (como la de "ser" en Aristóteles).
Si se piensa que un concepto atiende a un sistema, y funciona en él como una maquina de pensamiento, este concepto no sería aquel fuera de ese sistema, es decir, sería un concepto inútil sin capacidad de afectar al sistema en el que se incluía, y esto es así en todos los conceptos de nuestra realidad. Así, si se piensa en un concepto en publicidad, la diferencia relevante estriba en que el artilugio que representa los valores de ese concepto -ejemplo: Ipad- cuesta una respuesta, que en publicidad casi siempre es dinero. Usted puede experimentar la conexión en tiempo real con sus círculos cercanos, enviarles fotos, comunicarte con las grandes marcas en tiempo real, y para eso usted tiene que hacerse con un artilugio como el nuestro, esto es lo que enseña el concepto de Smartphone. Este es el sistema, el de la comunicación tecnológica, formarse un concepto de Smartphone necesita de un sistema arraigado a la comunicación entre artilugios tecnológicos. Usted ya tiene su concepto de Smartphone, solo le hace falta uno para utilizarlo. Es lo que persigue una estrategia publicitaria digna, se esfuerzan en comunicar la utilidad y ventajas de utilizar su concepto, y con el, el artilugio que los compromete. Como digo, se habla aquí de una creación conceptual realizada por publicistas, y no por filósofos. Y el objeto de la acción siempre trata de posicionar un producto (se trata de una guerra fría y cruda entre marcas) utilizando el concepto de una forma social muy amplia. Se trata de impregnar al máximo numero de personas posibles, e incluso -en la mayoría de productos en venta- a costa de rebajar la utilidad de ese concepto hasta hacerlo más comprensible para la mayoría del publico objetivo.
En cambio para la filosofía, en cuanto habla de artilugios filosóficos, es necesario hacer una objeción; no se trata de artilugios físicos. Pero que cosa digo!, no hace falta ningún artilugio, como ya sabemos se trata de algo parecido a una maquina de pensamiento, todo lo que hace falta para utilizar aquella palabra, aquel constructo, esta en tu naturaleza, esta en la palabra, y se puede decir que situado dentro del cráneo. Y es que la filosofía no puede venderse, la filosofía puede adueñarse. Un concepto en filosofía siempre esta listo para que alguien se adueñe de él, y en este sentido -cuando el concepto pertenece al adueñador tanto como al creador, no tiene cabida que requiera dinero alguno para quienes lo pretenden.
Escrito de Esteban Higueras Galán. Conceptos de filosofía y publicidad. | ||||
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