Proposición II de la parte 5ª de Ética demostrada por orden geométrico, Baruch Spinoza | ||||
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Si separamos una emoción del ánimo, o sea, un afecto, del pensamiento de una causa exterior, y la unimos a otros pensamientos, resultan destruidos el amor y el odio hacia la causa exterior, así como las fluctuaciones del ánimo que brotan de esos afectos. |
Demostración:
En
efecto, lo que constituye la forma del amor o el odio es una alegría
o una tristeza, acompañada por la idea de una causa exterior (por las Definiciones 6 y 7 de los afectos); así,
pues, suprimida esa causa, se suprime a la vez la forma del amor o el
odio y se destruyen, por tanto, los afectos que brotan de ellos.
Q.E.D.
---notas---
1- Las formas de alegría o tristeza -amor o odio- se destruyen con el entendimiento -causa interna, pero, ¿qué queda después?, "tranquis", para Spinoza no es solo gobernar pasiones, hay mucho disfrute en futuras proposiciones.
2- Más simple imposible, en la actualidad todo libro de psicología de la emoción en cualquier asignatura de grado universitario, no llega a deducción tan básica. No es capaz, ni posee los medios para enunciar la presente deducción Spinoziana, aunque -eso si, se acepta que un "locus de control interno" proporciona cierta estabilidad emocional.
3- Alegrías y tristezas son afectos, es preciso recordar que ambas son manifestaciones externas para Spinoza, lo inverso de las afecciones de alegría o tristeza (que se diferencian en el bien o mal que ejerce la causa exterior sobre un cuerpo como el nuestro) es el contento de sí mismo, este concepto es el de "regocijo" Nietzscheano, que en la ciencia psicológica actual no se ha definido aún, para esta, un "locus de control interno" posibilita una mayor estabilidad emocional, pero: ¿donde dejan al contento de sí mismo o regocijo?, ¿cómo pueden ser la alegría que nace de un locus interno, la misma que la que nace de un locus externo?, he aquí dos preguntas sin responder en la ciencia psicológica actual.
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