Manifiesto filosófico

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Manifiesto filosófico.
Deberíamos empezar por decir qué es la filosofía, o Filosofía mejor escrito, pero es una pregunta de difícil solución. Casi imposible, tantos y tantos atrás en el tiempo han dado sus impresiones acerca de lo que es y lo que no es.

Podemos rastrear su Historia, tal vez eso ayude a comprender más o menos qué quiere decir la dichosa palabrita que a mentes brillantes les llevo por el callejón de la locura. A algunos de forma real, incluso. Podemos también hablar de lo que los términos griegos philo ysophía quieren decir, es la forma más aceptada con la que explicar qué quiere decir philosophía. Quizá sea un buen argumento.

Los primeros que empezaron a pensar no lo hicieron bajo ese nombre, ni siquiera se llamaron pretenciosamente a sí mismos filósofos, eso vino más tarde. Realmente lo que conocemos por filosofía era un todo, no hacía escisión entre teoría y práctica. Los que por entonces vivían en el ámbito geográfico de lo que es la costa turca se dedicaron a dar voz a sus pensamientos sobre la naturaleza, desde entonces surgió una corriente que se expandió más allá de eso y llegó a preguntas por el origen y sentido. Su finalidad era preguntarse por la realidad imperante desde la palabra racional, desde el lógos. Este término es comparable al de philosophía por el hecho de ser muchas y una sola cosa a la vez, es la palabra, es el escuchar, es el decir, es la lógica, es el estudio. Así mismo, philo significa amor y sophía sabiduría. Estos dos términos estaban reservados al sophós, al sabio, que era el hombre (y alguna que otra mujer sólo reconocida más tarde) capaz de articular un discurso racional por el que dar a conocer el funcionamiento de la realidad. Por tanto, la Filosofía no sólo es amor por la sabiduría sino discurso lógico, racional y argumentativo capaz de transmitir conocimiento. ¿Se queda ahí?

A partir de la Revolución Científica (siglos XVI y XVII) surge un cambio muy grande que domina hasta ahora y deja a nuestra materia herida, no es mortal porque la ciencia sigue sin poder entenderse de forma independiente pero es una herida profunda. Nicolás Copérnico y Andreas Vesalius son los principales culpables de esto, pero, insisto, la Ciencia no era independiente ya que sólo marcaba un camino que debía seguir para cambiar el mundo. Hasta entonces la Filosofía era quien hablaba de la realidad, desde ese momento tenía una compañera de viaje. El trayecto empezó a hacerse más y más complicado, sobre todo cuando a mediados del siglo XIX y principios del XX materias principalmente filosóficas decidieron que su método era científico más que dialéctico por lo que la Filosofía quedó aislada. Desde el siglo pasado se habla del fin de la filosofía o su muerte, pensadores tan influyentes como Heidegger por ejemplo. 

¿Ha muerto o ha terminado la Filosofía? Esta pregunta es mucho más difícil de responder incluso que la primera que formulaba al principio. Hoy en día no podemos medirlo a través de filósofos, en cualquier caso deberíamos de acudir a las Facultades de Filosofía y observar el estado de las aulas. Claro que ahora tenemos una dificultad añadida, no es sólo que esta disciplina parezca aburrida o se haga pesada por los motivos que sean. El problema es que los mandatarios piensan, término que se puede entender de modo irónico en este momento, que es verdad. Que la Filosofía no sirve de algo. Que su aplicación práctica es nula. Admitamos que está un escalón por debajo de las ciencias exactas, pero no olvidemos que las ciencias humanas son inherentes a nosotros. La Filosofía, tal y como se entiende hoy, no es una asignatura de clase. La Filosofía es nuestro día a día, es nuestro decidir, es nuestra capacidad de observar alrededor y criticar lo que ocurre. Eso es lo que no quieren los mandatarios, personas críticas, quieren un rebaño que obedezca sin rechistar. El conocimiento es poder y el mayor conocimiento de todos lo da la Filosofía, porque da lecciones de vida. No es matemática, pero la matemática sin filosofía no sería lo que es hoy. No es física, pero la física sin filosofía no sería lo que es hoy. Estas dos materias, como ejemplo, no significan nada para el mundo porque no tratan de entenderlo sino de justificarlo. No digo que sean inservibles, ojo, sin ellas el mundo tampoco sería como es y lo que es. Digo que la Filosofía es necesaria para la Ciencia tanto como para la vida misma.

Sin Filosofía estamos perdidos, es el último reducto personal en el que el ámbito de lo público tan de moda no puede entrar y sin el que, precisamente, el ámbito público puede vivir. La Filosofía, queridos lectores, es lo que nos hace ser, es nuestro propio ser. Sin ella no existe algo que tenga sentido porque se banalizaría la simple pregunta ¿por qué?. La Filosofía es tan necesaria como el respirar y quien no sepa ver esto es un necio profundo.

Tal vez la Filosofía desaparezca del ámbito educativo para la desgracia de todos aquellos que vengan por detrás, pero la Filosofía es más Educación que la religión. La Filosofía es Educación, es el sapere aude kantiano, el conócete a ti mismo socrático. La Filosofía es la formación de ciudadanos críticos, la Filosofía eres tú.


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