Reflexiones de la escritura filosófica y literaria desde la perspectiva de Derrida. | ||||
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En este texto pretendemos acercarnos a lo que es el oficio del escritor desde el punto de vista filosófico. Darle ese contrapeso al propio acto de escribir con la oralidad circundante de la narrativa como recipiente del mismo. Derrida cuestionó el proceso de escritura que uno intenta proyectar para una comprensión del mismo. |
Pretender acercarse al pensamiento de un filósofo determinado sólo se puede realizar a través de una pesquisa historiográfica de sus obras. Eso resulta académicamente lógico desde el punto de vista metodológico. En esa intención cognoscitiva del entender el saber de algún filósofo en el contexto de las formas (bibliográfica), no anticipa peligro alguno. El aviso intelectual queda manifiesto cuando se intenta incursionar en el pensamiento de manera frontal, directa. Esa actitud la mayoría de las veces nos lleva a un marasmo conceptual (en el mejor de los casos), o a un abandono reflexivo cayendo en una historia de la filosofía.
Por tal razón, ante tal eventualidad, a título personal y de acuerdo a mi compromiso intelectual, he decidido llevar a cabo una mirada periférica al pensamiento de Derrida para pretender (se entiende mi actitud precautoria), acercarme a una forma proactiva, al oficio de la escritura desde el punto de vista de la literatura, más concreto sería, desde la narrativa. En los siguientes párrafos (y en todos los artículos que escriba en este sitio), van en esa tesitura. Se pretende al final que esto pueda resultar ser un libro digno de publicarse, en el sentido de que valga la pena leerse sin hacer perder el tiempo al posible lector.
He decidido acercarme al pensamiento filosófico de Derrida porque me permite los conceptos elementales que necesito para la argumentación filosófica-literaria de esta serie de artículos y es por una sencilla y potente razón: dentro de la historia de la filosofía se admite que el filósofo francés Derrida, es sinónimo del concepto que él intencionalmente acuñó como “desconstrucción”, que nos permite, en nuestro rigor de pensamiento filosófico, proponer una “filosofía de la diferencia”. Termino que precisamente intento rescatar como herramienta del proceso de escritura en estos artículos.
La obra de Derrida, desde el punto de vista narrativo de su filosofía, permitió proponer y dio como resultado, una nutrida proliferación de términos nuevos que le permitió profundizar en sus argumentaciones filosóficas y, en consecuencia, pudo trastocar en el análisis de diversos campos de la ciencia filosófica, la calma en la que se encontraban. Cabe aclarar que acuñó nuevos términos mas no contienen en su matiz, una carga estrictamente conceptual. Al final del día, no pretendía ampliar el espectro filosófico sino darle mayor sentido a la oralidad de la escritura.
Con ello, se puede (él lo llevó a cabo), navegar por el campo de la fenomenología trascendental, en la filosofía del lenguaje, en el campo de la semiótica, en el estructuralismo, en la estética y/o las artes, en el psicoanálisis, en la teoría literaria, entre otros campos posibles. En nuestro caso sólo pretendemos acercarnos a lo que es el oficio del escritor desde el punto de vista filosófico. Darle ese contrapeso al propio acto de escribir con la oralidad circundante de la narrativa como recipiente del mismo. Derrida cuestionó el proceso de escritura que uno intenta proyectar para una comprensión del mismo.
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