La percepción de la idea.

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percepción y conceptos

La percepción en un mapa de conceptos.

Percepción es la acción y efecto de percibir. El término hace referencia indirecta a las impresiones que se pueden percibir de un objeto próximo por nuestros sentidos (vista, tacto, auditivo y gusto).



La concepción - conceptualización - en cambio es el conocimiento de una idea junto a sus usos, significados y posibilidades comprensivas futuras. Pero - de lo que se quiere hablar es de la percepción, la percepción en sí es una base mínima formada por los objetos alcanzados por nuestros sentidos, en este sentido no es necesario tener un conocimiento previo para percibir, lo que si es necesario es poseer un cuerpo dado en una especie animal, y que este interactúe con el mundo externo de una forma sana.

Por que el hecho de percibir es un acto liviano que va muy unido a las capacidades específicas de los canales sensoriales de una especie, por ejemplo, si un animal tiene muy desarrollado el olfato y el oído, los perceptos que tienen más capacidad de asociación van a ser, aquellos conjuntos estimulares con sonido y olor, y más fuerte será para el animal la estimulación conjunta de ambos canales sensoriales, por el hecho de presentar mayor probabilidad de realidad con los estímulos - dados - del animal. En nuestra especie de "Sapiens" los perceptos son algo más complicados, la variedad es mucho más amplia y hay un poder del hombre racional y voluntarioso en las formas que los perceptos pueden formar, es decir, utilizando la razón puede un individuo conceptuar el concepto, crear la idea y sus usos, y la idea, al ser comprendida y aprehendida por el hombre ya "sirve" - per se - sin precisar ser pensada de nuevo, mientras el individuo vive su vida cotidiana y experiencia los acontecimientos presentes que le acontezcan, la idea interiorizada forma parte de su visión, el individuo en su quehacer diario lo que encuentra no son conceptos (que se encuentran en el acto de pensar y requieren esfuerzo y voluntad) son perceptos (que se encuentran en el acto de vivir y requieren de estímulos internos y externos para formarse) y estos son un atajo que el cuerpo confía a su razón pasada, a lo ya pensado.

De esta forma, por ejemplo, si hago como que soy un psicoanalísta, entonces voy a tener un montón de concepciones como, ego, yo, superyo y recuerdos emocionales, y de ahí habré seleccionado por importancia ciertas afecciones entre mis recuerdos a las que le he asignado un valor de "verdad" personal, que me afecta a mí y que se asocia con unos estímulos que al vivirlos, volverán a inducirme en la tristeza de aquella afección pasada, trauma familiar, etcétera. Otro ejemplo en la vida cotidiana, no ya de un pensador, sino de un ciudadano corriente arriba o abajo, un ciudadano como cualquier hijo de vecino, que gusta de estar informado en temas de actualidad y dedica una hora al día a informarse, al no ser un pensador "profesional" - no es de esos que no acepta concepto sin revisarlo antes - la información que llega a sus sentidos, no son estímulos naturales, sino ya perceptos que han pasado por la "red conceptuada" de algún otro periodista, los razonamientos para el concepto en cuestión no están enunciados en el artículo, pero sí el resultado de expresar la información tras pasar por la cabeza del individuo que la cuenta. Es decir, la información en los medios siempre se presenta sesgada (en todos, en este medio también) y pocas veces conceptuada, pocas veces hay una enunciación de porqué se piensa lo que se piensa, sino una exposición: "este es el resultado de la información, aquí tiene su percepto".

Entonces, el acto de percibir (que ya tiene menos de pasivo) es el paso que realizan nuestros procesos cognitivos (atencionales y no atencionales) para captar la existencia singular de algún cuerpo o formar su representación imaginaria -en animales más cognitivos como nosotros. El hecho de estar constituidos biológicamente como lo estamos (somos un animal hominido que se llama a sí mismo sapiens - el animal que sabe) junto al hecho de tomar consciencia de que este saber procede de nosotros mismos - en algunas comunidades desde la democracia griega - nos plantea primero un montón de superioridades imaginarias sobre el resto de las razas animales. Sobrevaloraciones propias sustentadas en el hecho de que podemos - aunque proceda en contadas ocasiones - conceptuar. Es decir, formar concepto, que es crear una regla o mapa enunciativo  de significados o utilidades de las ideas que contienen las palabras, que es más preciso cuanto más se conceptúa, y que ordena las percepciones que recibe el cuerpo.

Y, en el caso - extremo y muy común en nuestra época - de que el individuo no conceptúe, no ordene sus percepciones en base a razonamientos propios, este individuo no tiene forma de discriminar estímulos, es decir, de diferenciar lo verdadero de lo falso, o, mejor dicho, de diferenciar su realidad de la realidad de otro (aquí los psicoanalistas dirán que es moral "de rebaño" - Erich Fromm, Fernando Joya - y los políticos populistas que es "el pueblo" o "la patria", otros). Seguramente un cuerpo humano, de los sapiens sapiens, es capaz de constituirse singularmente como universo unitario, o como parte de un conjunto con la misma naturaleza, mezclarse en sus conceptos no es distinto en ambos casos, ¿somos una raza animal que es a la vez muchas razas constitutivas dentro de la misma?, ¿Es el concepto un multiplicador de constituciones perceptivas?.

Hasta pronto!
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