Estudiar la historia de la filosofía parece una tarea ardua por la cantidad de siglos que habría revisar sobre el pensamiento humano; sin embargo, se puede llegar a una sistematización general del pensamiento filosófico occidental. Sería absurdo desligar la historia del pensamiento de los hechos históricos más relevantes que, sin duda, hicieron dar saltos importantes a la humanidad. En adelante, describiré de forma breve, una aproximación ordenada y sistemática de las diferentes etapas de la historia del pensamiento filosófico del mundo occidental. Se debe iniciar exponiendo qué significa hablar de filosofía; los clásicos llamaron filosofar a la reflexión especulativa permanente que el ser humano realiza sobre el ‘todo existente’; para ellos, hacer filosofía era convertirse en un verdadero amante del saber con el fin de comprender el por qué de la ‘realidad’.
La Edad Antigua, período en el que nace el pensamiento, la humanidad inicia su largo camino hacia la comprensión de las muchas complejidades de la existencia. Sin menospreciar otros, quizás los más grandes filósofos clásicos son Sócrates, Platón y Aristóteles, se les reconocen como los máximos expositores del pensamiento filosófico antiguo; dicho período, se extenderá hasta el siglo IV después de Cristo, aproximadamente.
La Edad Antigua, período en el que nace el pensamiento, la humanidad inicia su largo camino hacia la comprensión de las muchas complejidades de la existencia. Sin menospreciar otros, quizás los más grandes filósofos clásicos son Sócrates, Platón y Aristóteles, se les reconocen como los máximos expositores del pensamiento filosófico antiguo; dicho período, se extenderá hasta el siglo IV después de Cristo, aproximadamente.
Entre los historiadores de la filosofía existen varias posiciones en torno la división o sistematización de la historia pensamiento filosófico. Para Frederick Copleston, por ejemplo, existe un período prepatrístico que arranca con el influjo del cristianismo en la cultura romana. El cristianismo primitivo que, a fuerza de mártires, comenzó a calar en todo el imperio romano, cuya idea religiosa era politeísta y poco aceptada por las autoridades de la época.
Este período prepatrístico, inicia con la nueva cultura cristiana y la divulgación de la filosofía griega, con autores como Justino, Taciano, Orígenes, Gregorio de Nisa etcétera. Estos autores, apropiándose del pensamiento griego, impulsaron, en gran medida, la formulación de los fundamentos teóricos de la llamada teología cristiana. Aunque sus fines eran únicamente apologéticos, contribuyeron a la difusión del pensamiento filosófico en la aquella cultura que se resistía a aceptar el cristianismo.
Sus influencias fueran tales que alcanzaron la promulgación del llamado Edicto de Milán, por el emperador Constantino I en el año 313, el documento autoriza la libertad de culto de los cristianos. Posteriormente, también la promulgación del Edicto de Tesalónica, en el año 380 por el emperador Teodosio quien concede al cristianismo, finalmente, ser la religión oficial del imperio de romano. Luego de este período prepatrístico, arranca la propiamente la patrística con su máximo representante, San Agustín de Hipona. En adelante, ya hasta aproximadamente, el siglo VIII, se habla del renacimiento carolingio y su papel en el llamada filosofía escolástica del siglo XI, XII y XIII.
Habría que acotar que la caída del Imperio Romano (siglo IV) sería el evento histórico que dará inicio a la llamada Edad Media momento en que el pensamiento filosófico toma nuevos matices. La esencia del pensamiento medieval consistiría en el uso de la filosofía greco-romana clásica con el propósito de justificar las verdades reveladas, ‘philosophiae ancilla theologiae’. Filósofos-teólogos como San Agustín de Hipona, con la obra más importante La Ciudad de Dios, construirá con elementos filosóficos, una visión del mundo que durará más de 900 años, que posteriormente, es derogada en el renacimiento, mientras que Santo Tomás de Aquino busca la conciliación entre la fe y la razón. San Anselmo, por ejemplo, pensó en la necesidad de “creer” para entender, con las fuerzas de la razón, los misterios de la fe ‘credo ut intelligam’; al mismo tiempo, se agudiza el debate entre los doctos cristianos y los intelectuales herejes. El pensamiento medieval es intensamente teológico y, al mismo tiempo, filosófico, es por eso que, más que una filosofía medieval, habría que hablar de un “pensamiento medieval”. Posteriormente, se inicia el siglo de las universidades, desarrolladas por el apogeo de la filosofía escolástica para luego llegar al siglo XIV y XV; con el advenimiento del Nominalismo. Aparece el renacimiento, se hacen notar los primeros pasos de los movimientos humanistas tales como el romanticismo, el enciclopedismo, entre otros; varios de ellos motivados por la reforma protestante. Estos hechos desembocaron en la llamada Edad Moderna.
El pensamiento filosófico en la Edad Moderna consistó en la instauración del renacimiento que surge junto a otros acontecimientos históricos que cambiaron el rumbo de la sociedad. Florecen nuevas formas de poder político y económico; el contractualismo marcó la dinámica del pensamiento filosófico moderno. Mentes con alto sentido crítico como la de Hobbes, Spinoza, Leibniz, Locke, Kierkegaard, Kant, Marx, entre otros, fueron los más importantes inspiradores del pensamiento filosófico contemporáneo. A finales de la edad moderna y a principio de la Edad Contemporánea, se suscita la Revolución Francesa y la Revolución Industrial, hechos que hacen definitivo, el cambio que representó para el mundo, una nueva era, la nueva primavera del pensamiento.
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