Existen varias opiniones sobre si los pensadores medievales hicieron, o
no, filosofía. Es un debate que, a mi parecer, es muy subjetivo, digo, porque
va a depender de la perspectiva con la que se analice y, también, del enfoque
hermenéutico. Intentaré hacer algunas referencias a tales planteamientos desde
lo que hasta hoy se ha hablado en relación a esta discrepancia.
Quizás uno de los más destacados en esta temática es el francés Étienne
Gilson, filósofo e historiador de la filosofía, tiene una obra muy amplia sobre
lo que en los últimos años se viene denominando con la expresión «filosofía
cristiana» o «filosofía medieval» en la que desarrolla una amplia explicación
sobre este asunto, E. Gilson es una de las figuras más importantes del tomismo
en el siglo XX, junto a Frederick Copleston. Debo decirlo, comulgo con algunas
de sus posturas. Tiene varias obras entre las cuáles merece la pena mencionar
‘El Espíritu de la Filosofía Medievalֹ’ [L’esprit de la philosophie médiévale].
Atención, no es la única, se han editado otros textos de su autoría como ‘La
Filosofía en la Edad Media’ [Philosophie au Moyen Age], ‘Elementos de
Filosofía Cristiana’, publicada en inglés [Elements of Christian Philosophy] y otra gran variedad de ensayos y artículos sobre Santo Tomás de
Aquino.
En esos textos, Étienne Gilson esgrime que la expresión ‘filosofía
cristiana’ debe entenderse como el conjunto de doctrinas creadas por los
pensadores medievales con la finalidad de construir una teoría lo
suficientemente consistente que conjugue la fe cristiana y la ‘verdad
filosófica’. Aunque la expresión ‘filosofía cristiana’ no es propiamente de
Santo Tomás, sino del papa León XIII que, en el año
1879, en la encíclica Aetemi Patris, designó
el pensamiento del Doctor Angélico, como la doctrina universal
de la iglesia católica.
Los estudiosos del pensamiento medieval alegan que fue él, Tomás de
Aquino, quién con sus sumas y numerosas cuestiones disputadas, diseña el método
para alcanzar esa unión, casi antagónica, de la fe y la razón. Todo el
pensamiento medieval parte de un presupuesto que se conoce con la famosa
expresión latina «credo ut intelligam» [creo para entender], es ese el punto de
partida de la «filosofía» de Santo Tomás y, en ese sentido, se podría decir que
había llegado a dónde quería llegar en términos del conocimiento. Si bien, realizó
un gran esfuerzo en crear el camino ‘razonable’ para llegar al ‘saber
teológico’, actitud que, a mi juicio, no va contra el propósito de la reflexión
filosófica. Ese intento de separar en los medievales, la investigación
filosófica y mantenerlos al margen, guiados sólo por la luz de la fe, es casi imposible,
inclusive, se torna contradictorio.
No se deben desestimar los esfuerzos de los
pensadores medievales quienes promovieron, en gran medida, a la difusión de las obras más importantes de la antigüedad griega, sobre todo, referente a Aristóteles, Platón, etcétera.
Si la expresión ‘filosofía cristiana’ tiene sentido o si significa o no,
apropiadamente, entonces, hablemos de ‘pensamiento cristiano medieval’. Personajes como
Santo Agustín, Justino, Taciano, Orígenes, Gregorio de Nisa entre otros, eran filósofos
que encontraron en la ‘sagrada’ escritura, una posible solución a los problemas
claves de filosofía como: el fin de vida, la felicidad, la ética, la cosmología
y el conocimiento. Recordemos que la mayoría pensadores medievales, no nacieron
cristianos, sino que se hicieron cristianos.
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