Fundamentación de la conducta moral o actos voluntarios en Kant

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      El campo moral es el campo de la razón práctica; la razón es la fuente y sujeto de la ley moral porque es ella misma la que determina la acción de los hombres. Si bien no conocemos lo absoluto sin embargo tenemos un cierto acceso, una especie de ¨contacto¨ con lo absoluto. Y es así de tal modo que dicho contacto se da en la conciencia moral, es decir: la conciencia del bien y del mal, de lo justo y lo injusto, de lo que debemos hacer y de lo que no debemos hacer. La conciencia molar significa, según Kant, algo como la presencia de lo absoluto o de algo absoluto en el hombre.

  Se afirma que en la conciencia moral se da una experiencia absoluta porque la conciencia moral es la conciencia del deber ser, la conciencia que manda de modo absoluto, de modo incondicionado, por ello mismo no puede ser hipotética, sino que se expresa de manera imperativa: ¨Debo obrar de tal modo porque es mí deber hacerlo.¨

  La conciencia moral es entonces la conciencia de una exigencia absoluta que no se puede explicar desde el punto de vista de los fenómenos o de la naturaleza porque en la naturaleza no hay deber. La naturaleza, el mundo de los fenómenos, es el reino del ser, de las cosas simples, mientras que la conciencia moral pertenece al orden del deber ser. Y sucede así porque en la naturaleza todo está determinado según leyes causales mientras que en la conciencia moral aparece un imperativo que ordena de manera incondicionada, es decir¨categórico.¨

  El deber es la buena voluntad. Sin embargo hay ciertos impedimentos que le impiden manifestarse por sí sola porque el hombre no es enteramente racional, ya que sus acciones no están completamente determinadas por la razón sino también por inclinaciones. Inclinaciones como el amor, el odio, la simpatía, el placer, etc.

  De manera tal que hay un tipo de conflicto entre la racionalidad y las inclinaciones, entre la ley moral y la imperfección subjetiva de la voluntad humana. En la medida que ocurre esta tensión entre razón-inclinaciones, la buena voluntad se llama deber. Al darse esta tensión, la ley moral se presenta con carácter de mandato, de imperativo. En función de lo expuesto es posible distinguir cuatro tipos de actos de la voluntad, ellos son:

En relación con el deber
      Realizados por
 Por ende el acto es:
a)-Contrario al deber
           Inclinación
      Moralmente Malo
b)-De acuerdo con el deber
       Inclinación Mediata

      Moralmente Neutro
c)-De acuerdo con el deber
       Inclinación Inmediata
d)-Independiente de toda inclinación
              Por Deber
     Moralmente Bueno

 Precisamente en eso consiste el valor del carácter moral, en hacer el bien, no por inclinación, sino por deber. En consecuencia el acto de voluntad será moralmente bueno sólo si está hecho por deber y conforme al deber.

  Pero antes de ingresar al imperativo categórico repasemos lo anterior para poder así darnos una idea de conjunto de lo expuesto: El ser humano debe encontrar en la razón las normas de conducta. La moralidad esta limitada solo a los seres humanos por poseer una voluntad racional que aspira a constituirse en una voluntad justa y así contrarrestar las inclinaciones. En consecuencia es necesario una ley moral que se presente a la conciencia bajo la forma de un deber, de un imperativo, el imperativo categórico:

¨Obra sólo según aquella máxima que puedas querer que se convierta al mismo tiempo en ley universal¨

  Es una acción por sí misma sin considerar ninguna otra finalidad, por ejemplo: la evitación de un castigo o el logro de una recompensa. Así el problema ético se reduce a buscar un criterio racional para la evaluación moral de las conductas.
  • ·         Su valor ético no depende de los resultados o éxitos.
  •             Su valor moral depende de la recta intención con que las asumamos
  • ·         Depende de una voluntad buena

El imperativo supone:
  • ·       Aceptación de una legislación universal que se extienda a todos los seres de este mundo dotados de razón y voluntad
  • ·         Aceptación del principio de autonomía

  Lo cual significa que sólo obramos moralmente cuando podemos querer que el principio de nuestro querer se convierta en ley válida para todos.

  Pero cuál es el obstáculo de la filosofía práctica kantiana? Pretender que la legislación moral alcance a todos los sujetos y al mismo tiempo que cada uno de ellos sea su propio legislador.
 Y por último, cuáles son las máximas que expresan la ley moral?
  • ·         No cometas suicido(egoísmo)
  • ·         Di siempre la verdad
  • ·         Sé benevolente con los necesitados

A modo de conclusión:


  La ética kantiana es autónoma porque el fundamento de la misma reside en el sujeto, específicamente en su buena voluntad. De esta manera la obligación moral surge de un imperativo que ordena obrar de tal modo que la máxima-norma-expresada a través de esa voluntad-sirva universalmente. Porque una moral racional se sustenta en principios que puedan y deban ser sostenidos por todo hombre, independientemente de las circunstancias y condiciones; es aquí donde se hace explícito el carácter formal de la ética kantiana.

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