1. La pregunta por la posibilidad del
orden social.
Por qué la pregunta sobre la posibilidad del
orden. Qué problema subyace a la pregunta por el orden. La misma ha tenido a lo
largo de la historia de la filosofía política una multiplicidad de respuesta
entre las cuales intentaré dar un muy breve panorama; sin embargo, por el
momento, me gustaría limitarme a la posibilidad de la pregunta por el orden. La
pregunta nos permite tomar nota de algunos aspectos que hacen a su posibilidad
sin ser por ello respuestas a la misma, veamos cuales:
- - no hay correspondencia entre los intereses individuales y generales
- - se pone en evidencia la necesidad de encontrar un nuevo orden social
- - La pregunta es producto también de un largo proceso de desintegración y crisis permanente que tiene lugar en la antigüedad y atraviesa sucesivas etapas de ruptura y repliegue del individuo sobre sí mismo que se manifiestan con mayor claridad en la modernidad y se traduce en la pregunta de: cómo establecer un orden social.
Entonces la pregunta ha sido formulada y
reformulada a lo largo de toda la historia del pensamiento de la filosofía
política con diferencia de matices y con respuestas propias de las coyunturas
históricas. Sin embargo, según el sociólogo
Talcott Parsons (1902-1979) fue Thomas Hobbes (1588-1679) el que
desarrolló su teoría partiendo de la pregunta: cómo es posible el orden social?
Porque la pregunta por el orden social apunta a dar respuesta y solución al
problema de la integración de los individuos en las organizaciones sociales.
Recordemos el primer ítems de la posibilidad de la pregunta: no hay
correspondencia entre los intereses individuales y generales, lo cual conduce a
suponer la necesidad de encontrar un nuevo orden social que concilie este
antagonismo estableciendo un nuevo orden social, segundo ítems, y la respuesta
de Hobbes, como la mayoría que brindan los filósofos, responde a un problema
que nace con la disolución entre los intereses individuales y colectivos,
presente en la polis griega(noción de comunidad), que encuentra su punto de
quiebre más notorio en la modernidad.
Contraposición que se usa para explicar los problemas, conflictos y
situaciones de nuestra sociedades compleja. La sociedad civil por un lado y la
sociedad política por el otro. La respuesta a este problema será la teoría del
contrato social.
2. Las
teorías del contrato social
El pensamiento centrado en el individuo
entra en conflicto con la realidad del poder político en la modernidad. El
derecho a la libertad individual choca con el poder absoluto de un poder
político sin justificación, de esta manera las teorías del contrato social
intentaran conciliar esta oposición entre individuo y estado, ente la sociedad
civil y la sociedad política. Así, la teoría del contrato social está presente
en la mayoría de los filósofos de la modernidad, por supuesto, con variedad de
matices; sin embargo el denominador común es que a través de la razón es
posible llegar a un gobierno justo. Pero qué es el contrato social? El contrato
social no es sino el reconocimiento de que no es posible ya regresar al paraíso
natural poblado por salvajes buenos, como pensaba Rousseau, por lo tanto hay
que construir una sociedad racional en la que el despotismo de los ricos y
poderosos sea sustituido por un pacto de igualdad. Es muy importante tener en
cuenta que todos los teóricos del contrato social proyectan un orden bueno y
justo, que será fruto de eso que Kant (1724-1804) llamará la ¨buena voluntad¨
de los hombres. Por lo tanto es necesario que el individuo sustituya el interés
individual por el general, es decir, las voluntades individuales deben ser
capaces de encolumnarse detrás de una voluntad general.
Por lo tanto la teoría del contrato social
intentará conciliar lo individual con lo social porque ambos forman un conjunto
indisoluble, de tal forma que la sociedad es obra de las voluntades
individuales, y las voluntades individuales son una construcción social. El
problema está en que la filosofía simplifica y subraya sólo uno de estos aspectos
omitiendo el otro imposibilitando así obtener una visión de conjunto global.
3. Marx crítico radical
Para comprender el alcance de la crítica de
Marx es necesario antes repasar muy brevemente un antecedente histórico
filosófico sin el cual no se entiende nada. Estoy haciendo referencia a Hegel y
su intento de conciliar la antinomia que venimos viendo a lo lago de la
presente exposición.
Ahora bien, para Hegel la Sociedad Civil y
la Sociedad política no son ámbitos opuestos. La primera se rige por las
pasiones mientras que la segunda está dominada por la razón. De esta manera Hegel
cree encontrar el punto de reconciliación a través de la sociedad política o
Estado por ser racional porque el Estado representa lo racional en sí y para
sí. El Estado es el punto que aglutina el espíritu nacional de los diversos
reinos y principados alemanes, téngase en cuenta que Alemania como Estado
estaba en pleno proceso de reunificación nacional y de conformación que culminará
con la unificación del Estado prusiano. Así el Estado es la identificación con
la patria y la nación.
La
crítica de Marx apunta al corazón del andamiaje hegeliano: el estado no es la
reconciliación. Porque ningún Estado a lo largo de la historia ha logrado ser
la representación universal y esto es así porque en una sociedad donde las
relaciones de producción son profundamente desiguales, el Estado no es más que
el reflejo de los intereses del sector dominante. Es decir, mientras subsistan
las estructuras económicas capitalistas y la división de clases consecuencia de
la misma, los aparatos del estado servirán sólo para mantener y consolidar la
desigualdad. Pero Marx intenta ir más allá de la crítica para poder establecer
un orden alternativo, es decir, la posibilidad de fundar un nuevo orden social.
De esto nos ocuparemos a continuación.
4. La
posibilidad del orden social según Marx
Cómo es posible establecer el orden social
según Marx? No es una pregunta sencilla de responder dada la complejidad del
autor que aquí nos convoca pero intentaré dar alguna respuesta. Vimos la
crítica radical, ahora es momento de exponer el modo de superación y la
posibilidad de establecer un orden social nuevo. Pero cómo? Con la desaparición
del sistema capitalista. Sin la desaparición de este sistema económico es
imposible la posibilidad de instaurar un orden nuevo. Porque en las democracias
burguesas el Estado no sirve a los intereses de todos los ciudadanos porque el
mismo poder económico se lo impide consecuencia de la división social y sus
respectivos intereses contrapuestos. Para terminar con la desigualdad es necesario que el sistema
capitalista desaparezca, que por otro lado está destinado a desaparecer, según
nuestro autor, producto de sus propias contradicciones. Para instaurar la
igualdad la sociedad debe avanzar hacia el comunismo pero antes habrá de pasar
por una fase intermedia que el autor llama: la dictadura del proletariado o
control democrático del estado y la sociedad para luego poder dar lugar a una
sociedad sin clases. En Marx, este recorrido histórico es necesariamente
inevitable porque la historia está regida por leyes que permiten el avance de
la misma por medio de sus contradicciones hasta la síntesis o telos final: la
sociedad comunista. De esta manera, partiendo de la crítica radical, se
desplaza Marx, a la posibilidad de
establecer un nuevo orden social.
5. La posibilidad del orden
social según Habermas y Rawls
Desde medios del siglo XX confluyen en el
pensamiento de la filosofía política por un lado los epígonos de las filosofías
críticas y por el otro la única doctrina ético política aún en pie: el
utilitarismo(idea básica de utilitarismo: la moralidad de cualquier acción o
ley viene definida por su utilidad para los seres en conjunto). Estas
corrientes representan un retorno a la filosofía trascendental: es decir a toda
condición no empírica de la posibilidad de los objetos. Es decir que hay un
regreso a Kant para recomponer la filosofía política. De esta manera, Habermas
y John Rawls representan el retorno a una filosofía trascendental pero que
también se pregunta por el orden político y apuntan a una propuesta normativa.
La propuesta de Habermas sobre el orden
social se basa en la realidad de la comunicación. La realidad específica humana
se fundamenta en la capacidad de comunicarse con sus semejantes. Pero cuál es
el fin de la comunicación? Es la de establecer la posibilidad de llegar a un
consenso. Es decir que la normatividad, todo aquello que debe ordenar la vida
en comunidad, radica en las normas. La posibilidad del orden social radica en
la necesidad de las normas comunes que deben estar orientadas racionalmente.
Pero cómo: a través del mismo lenguaje y de la comunicación que son los medios
que hacen posible el diálogo y acercan a consensos racionales. Por ello la
comunicación debe respetar las condiciones de comunicación ideal, que Habermas
denomina como: comunidad ideal del diálogo. La comunidad ideal del diálogo debe
entenderse como un ideal y perfecta, donde todo individuo tenga el derecho a
hablar en igualdad de condiciones y evitar mediante ésta el desacuerdo sobre
las normas fundamentales que deben regular la vida en común. Así como Kant
pensaba que en el reino de los fines sobraría el imperativo categórico, no
haría falta porque todos los seres se moverían sólo por impulsos raciones,
buenos y correctos, así ocurre con esta comunidad ideal proyectada por
Habermas. La misma es la condición de la convivencia racional cuya orientación
son los valores éticos.
John Rawls retoma las teorías del contrato
como fundamento de una filosofía política que acepta el capitalismo y propone
como modelo de justicia el estado interventor. Rawls defiende:
- - Principio de libertad para todos
- - Igualdad de oportunidades orientada a mejorar la situación de los más pobre
En síntesis, esto son los principios que
estructuran el estado de bienestar. ¿Pero cómo se pone en práctica este estado
de bienestar, cuál es la posibilidad de establecer un orden social basado en
estos principios que los sostienen? Pues a través de un Pacto Hipotético
Originario. Según Rawls, todos los seres humanos que viven en ¨sociedades bien
ordenadas¨ aceptan este pacto porque tienen a la justicia como horizonte y como
fin, es decir, tienen los mismos principios de justicia. Seré breve: A lo que
punta nuestro autor es a partir de una idea de contrato para establecer una
teoría normativa que fundamente el estado de bienestar cuya norma es procurar
el bienestar de todos siendo la medida de ese bienestar unos principios éticos
políticos que han de imponerse a la realidad. Esta es en síntesis la propuesta
de orden social en Rawls.
A
modo de conclusión:
Todos los esfuerzos por conciliar al
individuo y a la sociedad no satisfacen. El orden social no responde a una
dinámica unitaria. Las parcialidades no son más que lecturas recortadas de
fenómenos complejos donde la diversidad hace imposible la aprehensión de la
misma en una teoría. Los esfuerzos de los filósofos hasta el momento no parecen
convencer, ni la mirada parcial de uno de esto elementos, ni la unificación ¨metafísica¨
a través de un contrato arbitrario como tampoco la crítica radical nos ha
permitido lograr superar las problemáticas de las coyunturas de estos autores que
se extiende hasta nuestros días. Entonces qué? Escepticismo? No, nada de eso.
Pensar y encontrar en nosotros mismos nuestro propio decir, desde las lecturas
que realizamos, desde nuestra realidad personal, para poder así, quizá en algún
momento lejano, expresar con nuestras propias palabras lo que ahora no sabemos
cómo decirlo.
Publica un comentario: