"La leyenda nos dice que los caballeros siempre aparecen cuando
las fuerzas del mal intentan apoderarse del mundo… en un tiempo lejano existió
un grupo de jóvenes que protegía a Atena, la diosa de la guerra, se les llamaba
caballeros de Atena y siempre combatían sin armas. Se cuenta que con un revés
de la mano eran capaces de desgarrar el cielo y que de un solo puntapié abrían
grietas en la tierra, hoy de nuevo un grupo de caballeros con el mismo poder e
idéntico valor ha llegado a la tierra." Estas palabras a modo de prologo en el primer
episodio nos introducen al interior del universo de Los Caballeros del Zodiaco. Se explicita de modo directo el núcleo
central que atraviesa toda la narración: la lucha contra el mal y la base moral de la estructura de la obra. Desde el punto de vista de la
tradición filosófica clásica el mal es pura negación, es la ausencia del ser,
es el no-ser. La formula el mal no-es nos presenta un problema que
no es fácil de resolver. Subjetivamente nadie puede querer el mal, nadie puede
ser malvado voluntariamente, en todo caso desde esta perspectiva sólo hacemos
el mal por ignorancia. El malvado es aquel que juzga mal, y se equivoca. Que el
mal no sea no significa la ausencia de hombres malvados, lo son pero por un error de
juicio. El sistema de juicio no sólo nos posiciona en los dominios de la
moral sino además de la filosofía misma. La filosofía fue en la antigüedad el gran
sistema de juicio por excelencia que va a pensar y afirmar el ¨ser-es¨. La filosofía
viene a juzgar todo lo qué es
remontándose a lo que está sobre todo los seres. ¿Qué sería eso que está sobre
todos los seres, que hace ser y cómo ser? La idea de Bien(con mayúscula). El Bien es el criterio referencial por el cual
es posible juzgar todo lo que es, el mal en tanto falta de ser nos conduce a la
paradoja en la que ni siquiera podemos pensarlo. En este marco, la moral como sistema de
juicio, nos emplaza siempre frente a disyuntivas: uno por exceso y el otro por
defecto pero en líneas generales se expresa bajo normas de conductas. El
conocimiento moral en tanto universal, es un saber que nos orienta en momentos
concretos en la que está en juego el bien y el mal. La moral se funda en los
primeros principios de la que se desprenden las normas de la ciencia moral.
Provee modelos prescriptivos fundados en valores que operan como índices que
orientan la acción. En el acto moral se debe tomar una decisión, se emite un
juicio de valor sobre la acción a realizar haciendo posible dilucidar si es
bueno o malo en función de un ideal perseguido. Estas consideraciones previas
nos permiten pensar lo moral en los dibujos animados o en ciertos tipos de
dibujos animados.
Cito otro ejemplo además del
primero, Robotech. La historia es simple: un joven piloto llamado Rick Hunter
situado entre dos mujeres, las quiere a las dos, está enamorado de ambas pero
debe elegir entre la buena y firme pero también bella Lisa Hayase y la popular
cantante y modelo Minmay Lynn. La línea temporal en la que se dan los
acontecimientos es finales del siglo XX y comienzos del presente siglo. La serie
es de mediados de los 80 por lo que el siglo XXI se siente como algo lejano con
todo un desarrollo tecnológico sofisticado y avanzado como signos distintivos
del nuevo milenio. La trama es sencilla, luego de una tercera guerra mundial se establece
cierta unidad política que aglutina a los países centrales bajo la órbita del gobierno de la tierra unida para evitar
un nuevo conflicto entre naciones y poder además hacer frente a la amenaza
extraterrestre, los zentraedis. Con el avanzar de los episodios se descubre que
zentraedis y humanos tenemos mucho en común, por ejemplo un mismo patrón
genético. Rick en la guerra pierde a varios de sus amigos. El final de la saga
nos presenta a nuestro héroe abrazado con Lisa sobre un fondo de destrucción de
alcance planetario por la guerra. Rick elige a Lisa como compañera. La saga de
Robotech está repleta de modelos prescriptivos: la elección de la buena
chica(Lisa) por sobre la superficial y narcisista(Minmay), la valoración afirmativa
de la amistad como también otros aspectos,
políticos por ejemplo. Cómo establecer políticas que involucren la
convivencia pacifica en un universo de diferencias. Con los Caballeros del
Zodíaco sucede algo similar, hay una trama narrativa que sustenta una historia dando
lugar al desarrollo de sus personajes de manera seria en un marco fantástico.
Cuentan una historia destinada al público infantil y no tanto, de hecho los
comentarios que pueden leerse en YouTube debajo de los videos no hacen más que
exponer a los adultos que ayer vieron estos dibujos animados. La clave en los
entramados históricos está en los puntos narrativos que se transmite
bajo un lenguaje prescriptivo. Valores como la amistad, el amor, el sacrificio
y el coraje son algunos ejemplos. El personaje principal de los Caballeros es Seiya, el caballero de
Pegaso, el actor de doblaje que le daba vida falleció hace poco, su nombre era
Jesús Barrero, quien por cierto también le dio voz y vida a Rick Hunter en
Robotech. En una entrevista, la última que dio en nuestro país, le preguntaron
sobre Seiya y dio con el punto central del personaje: siempre se levanta. En la serie vemos a los caballeros enfrentar
todo el tiempo enemigos más poderosos, los vemos caer una y otra vez sin embargo nunca se dan por
vencidos, siempre se levantan. En esta saga la fuerza no está determinada por la
superioridad del cuerpo sino por el cosmos, en la fuerza interior(el séptimo
sentido), y aquel que haga arder su cosmo energía más fuerte vencerá en la batalla. Son
uno en comunión entre cuerpo y energía cósmica bajo la protección de una
constelación guardiana.
El mismo Jesús Barrero lo dijo en
la entrevista con los chicos de Malditos Nerds en radio Vorterix, Seiya se la pasa en el suelo. Al
interior de la trama hay varias órdenes guerreras. Los principales son Seiya y
sus amigos pero también están otros, incluso más interesantes que los
personajes principales que hacen a la historia. Estoy hablando de los
caballeros dorados. Incluso hace un par de año tuvieron su propia saga personal
pero fue decepcionante, no la historia, aunque se esperaba algo mejor, pero sí
los gráficos animados que no estuvieron a la altura del proyecto. Todos ellos son
guardianes de la diosa Atena que ha reencarnado, lo hace cada 200 años, en nuestro tiempo para proteger a la tierra,
como escribí al comienzo siguiendo la narración que da lugar al primer
episodio: La leyenda nos dice que los
caballeros siempre aparecen cuando las fuerzas del mal intentan apoderarse del
mundo… El mal está representado por los dioses. Los dioses han decidido que
el mundo debe ser destruido, el hombre ha perdido su camino. Han hecho del mundo un
escenario de violencia y destrucción. Para evitar la destrucción del planeta es
que los dioses deciden acabar con toda la humanidad. Atena y sus caballeros,
también llamados caballeros de la esperanza, creen posible un mundo en paz,
creen en el hombre. Las batallas contra los dioses se libra primero contra el
dios Poseidón. Así, haciendo uso del
poder de la sortija del nibelungo, logra manipular a Hilda de Polaris y sus
dioses guerreros del norte de Asgard. Las mejores escenas de batalla tienen
lugar en la tierra del norte. Los dioses guerreros son casi tan poderosos como
los caballeros dorados pero estos no pueden abandonar el santuario, por lo
tanto la misión de acabarlos queda en mano de los santos de bronce. Como puede
apreciar el lector, su autor, Kurumada, se inspiró en la mitología griega y
nórdica para crear su universo. Un detalle no menor, en realidad son santos y
no caballeros pero para evitar las connotaciones religiosas en el mercado
hispanohablante decidieron modificar santos por caballeros y así quedó Caballeros del Zodiaco. No es muy compleja
la estructura narrativa, siempre surgen villanos poderosos con sus guerreros
dispuestos a destruir la tierra y a nuestros héroes dispuestos a defenderla. Las
guerras es entre dioses que luchan a través de sus guerreros guardianes.
Toda la estructura discursiva es
moral, en el caso de estos dibujos citados se traducen en normas de conductas, prescripciones,
que se expresan tanto en los diálogos como en los ejemplos de sacrificio, en
los valores que orientan la acción a través de sentimientos como la amistad,
hermandad y el más importante de todos: resistencia. Resistir y mantenerse
firme ante la adversidad. Por eso Seiya siempre se levanta sin importar cuántas veces caiga vencido. La división entre
buenos y malos es explícita, no hay matices. Por un lado el bien y por el otro
el mal, de hecho la canción en la intro a la serie lo dice abiertamente o la
voz en off que da inicio al primer episodio, solo hay que leer de nuevo para
advertirlo: ¨La leyenda nos dice que los
caballeros siempre aparecen cuando las fuerzas del mal intentan apoderarse del
mundo…¨ Las fuerzas del mal aquí está representada por los dioses, los
dioses no entienden el mundo de los humanos. Los han abandonado a su libre
albedrío, los humanos son nocivos y eligen
hacer el mal por defecto ontológico. Desde la perspectiva de los dioses
nosotros somos el mal. Los mortales no pueden comprender los designios de los
dioses, están más allá de nuestro alcance cognitivo. Solo vemos las consecuencias
de su ira: lluvias y tormentas, inundaciones y sequías. Sin embargo la
humanidad no está desamparada, la diosa Atena representa la esperanza en un
posible futuro y sus caballeros, llamados también de la esperanza, enfrentan a
los dioses con el fin de que ese futuro deje ser posible para ser realidad. Los
caballeros se sacrifican y dan sus vidas para que ese mundo tenga lugar en el presente.
Nada de esto tiene lugar en las
nuevas narrativas infantiles presentes en los medios, donde la carencia de una estructura
narrativa que sostenga una trama es manifiesta, no tienen sentido, los diálogos
son inconexos, no hay trama, hay imágenes visuales que apelan sólo a gamas de colores con sus contrastes y brillo excesivo. Sólo imágenes en movimiento. Uno de ellos por ejemplo tiene como personaje principal a una
porción de pizza. Quizá cada generación crece con dibujos animados que pronuncian
valores a los que se aspira, arquetipos ausentes, que buscan crear y fijar
tipos normativos que rijan la conducta por venir y determinen lo qué es bueno
de lo qué es malo. Y qué mejor modo sino
a través de modelos animados que expresan la vida enmarcada dentro de lo que es el deber ser.
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