Bertrand Russell, al igual que
Frege, era inicialmente matemático, desde niño se sintió atraído por ella. Eso
explica por qué siempre usan símbolos matemáticos para explicar temas de
razonamiento lógico. Inclusive, Russell y Whitehead son los autores de la obra
de lógica más importante de nuestro tiempo, Principia
Mathematica la cual consistió en demostrar que la matemática era reducible
al cálculo lógico, esto se le llama, logicismo.
En
la actualidad, se considera a Bertrand Russell como uno de los pensadores que
más ha contribuido en el desarrollo de la Filosofía del Lenguaje, sobre todo,
por su teoría de las descripciones que expone –magistralmente- en un ensayo
llamado On Denoting [Sobre la
Denotación], publicado por primera vez, en el año 1905 en el Journal of Mind Philosophy.
Ahora bien, las descripciones son
expresiones que él llama «expresiones denotativas». Distingue tres tipos de
casos, ejemplo, 1.- una expresión puede ser denotativa y no denotar una cosa
alguna y, entonces coloca el famoso ejemplo «el actual rey de Francia», pero
como es sabido, Francia no tiene Rey. 2.- Una oración puede denotar un objeto
determinado, ejemplo en On
Dentonig «la actual reina de Inglaterra», este caso, si existe una mujer
determinada que es reina de ese país. 3.- una expresión puede denotar algo con
cierto margen de vaguedad, ejemplo, «un hombre», esta expresión no tiene sentido de manera aislada. Sabido
esto, debemos considerar que Russell se interesa por el problema
epistemológico, por lo que se debe preguntar cuál de estos tres tipos de
denotaciones dicen realmente algo, qué aporta al conocimiento, y si podemos llegar a través de alguna de
ellas formular argumentos lógicos o científicos.
Va a distinguir entonces que hay dos
tipos de conocimientos, a) el conocimiento directo que proviene de los datos
sensoriales y de los cuales tenemos una
representación visual, ejemplo, un árbol y b) el conocimiento [acerca de…],
esto quiere decir, de aquellas cosas de las que cobramos noticia por medio de
expresiones denotativas. He aquí, la cuestión por la que Bertrand Russell se
interesa, por las expresiones [acerca de...], debido a la dificultades que
estas pueden presentar en la argumentación. Nuestro autor piensa que las
expresiones denotativas nunca poseen un significado en sí misma, pero que toda proposición
en cuya expresión verbal intervienen aquellas, entonces posee significado. Estas
tienen sentido en la proposición. Entiéndase por proposición aquellas
expresiones de las cuales podemos juzgar si son verdaderas o falsas de manera inequívoca.
Sin embargo, hay algunas expresiones lingüísticas que entre mezclan en un
discurso y resultan repugnante a la lógica y a la ciencia, por lo que debemos
cuidarnos de ella, la ciencia trata de cuestiones fundamentalmente objetivas.
Russell coloca como ejemplo de estas
repugnancias las teorías referencialitas de Meinong y Frege. Analicemos la de
Meinong, según éste, toda expresión denotativa gramaticalmente correcta
representa un objeto, por ejemplo, «el actual rey de Francia» o «el cuadrado redondo»,
Para Russell esto viola el «principio de contradicción» porque es imposible que
algo sea al mismo tiempo y en el mismo modo, es decir, se pretende que el
actual rey de Francia existe y que, al mismo tiempo, no existe, y que, el «cuadrado
redondo», es redondo y, a la vez, no redondo. Estos elementos son [no-ente],
por lo que se infiere que no pueden ser sujeto de una proposición. Ni siquiera cumple
con el principio del «tercero excluso», es decir, en principio, todo tiene que ser o n ser, ejemplo (A) es (B) o (A) no es (B), no habrá
una tercera posibilidad.
Esta ley se representa en
lógica simbólica como sigue: (A V ¬ A), se lee: la disyunción de una proposición
y de su negación es siempre verdadera. Un ejemplo en el lenguaje natural sería:
es verdad que «es de día o no es de día», pero nunca ambas cosas al mismo
tiempo. Es decir, ambas cosas son posibles, pero no a la misma vez. En la teoría
referencialista de Meinong, la expresión «el actual rey de Francia» el rey no
puede existir y no existir a la vez, tampoco el «el cuadrado redondo». Meinnog
afirma que el «actual rey de Francia» refiere a un objetito inexistente pero
que subsiste.
Frege
diría que la expresión lingüística «el actual rey de Francia» tiene sentido,
pero no referencia y dado que tiene sentido, tiene significado, la falta de
referente no implica la falta de significado, pues el significado es el sentido.
Russell difiere de esta postura, pues, cómo puede tener significado (A) si no
existe (A). Una expresión denotativa forma, por naturaleza parte de una oración
y carece, como la gran mayoría de las palabras aisladas de significado por
cuenta propia. Para Bertrand Russell, las expresiones denotativas son difíciles
de evitar en el lenguaje ordinario, pero
se tornaran inofensivas si nos sabemos prevenir contra ellas, la lógica simbólica
consigue evitarlas. Concluyo citando a Russell: «cuando se trate de una cosa de
la que no tengamos conocimiento directo, sino tan solo una definición por medio
de expresiones denotativas, las proposiciones en las que dicha cosa se
introduzca mediante una expresión denotativa no contendrán realmente a dicha cosa
como elemento constitutivo, sino tan sólo, en su lugar, a los elementos
constitutivos expresados por las diversas palabras de la formula denotativa en cuestión»
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