Recientemente los sujetos diagnosticados con un trastorno del espectro autista han aumentado drásticamente, al mismo tiempo se han descubierto diferencias teóricas que han cambiado el diagnóstico según DSM V y CIE 10, y actualmente la comunidad científica investiga sobre las capacidades psicológicas diferenciales comparándolas con el funcionamiento normogenético, este artículo da evidencia sobre la continuación de los déficits encontrados en la memoria a corto plazo en sujetos TEA sin déficit intelectual (antiguos Asperger en las ediciones psiquiátricas antiguas), siendo estos, adultos que se desenvuelven en ambientes de interacción y comunicación desde la total inclusión en una etapa anterior. Este trabajo evidencia el no desarrollo posterior de habilidades necesarias para el correcto control metamemorístico y acceso memorístico de estímulos ambientales poco estudiados,así en este artículo se sugiere investigar las distintas rutas y habilidades alternativas que utilizan los adultos TEA para compensar este déficit.
Nos encontramos ante una patología, los trastornos del espectro autista, que teoricamente ha cambiado mucho en los últimos años, y en la que se han centrado y se centran actualmente múltiples investigaciones, los individuos TEA, por sus siglas, Trastorno del Espectro Autista se entienden hoy como individuos con un desarrollo neuronal diferencial. Williams DL, Goldstein G, Minshew (2006) en un trabajo neurobiológico con niños diagnosticados de espectro autista mostró que estos niños presentan dificultades en áreas neuronales utilizadas para aprender y recordar material presentado recientemente, no así para material consolidado, desde ahí, el trabajo Wojcik DZ, (2013) ha evidenciado la asociación existente entre pruebas de memoria en niños diagnosticados con TEA y las pruebas de metamemoria que evalúan las estrategias para el registro, almacenamiento y recuperación de dicha información, han utilizado pares asociados, con pruebas JOL y medidas de reconocimiento, y han obtenido resultados que respaldan la hipótesis de disociación en el rendimiento entre dos subtipos de memoria explícita, una memoria para objetos estudiados previamente (llamada memoria semántica) y otra para objetos presentados de forma breve (llamada memoria episódica), los datos de este estudio concluyen que los niños con TEA eran inexactos para predecir su rendimiento para objetos presentados durante pocos segundos, pero, en un estudio anteior Wojcik, DZ, Moulin CJ, Souchay C. (2013) evaluaron si los niños con TEA podrían utilizar sus juicios metacognitivos para regular una estrategia de tiempo de estudio. Los niños tenían que estudiar 15 pares de palabras asociadas, estas se diferenciaban entre asociaciones fáciles y difíciles, dándoseles la oportunidad de pasar el tiempo que quisieran estudiando los artículos. Los resultados mostraron claramente que los JOL dados por los adolescentes con TEA variaron de acuerdo con la dificultad, y estudiaron claramente más las asociaciones difíciles que el grupo control. Los resultados de Wojcik, DZ, Moulin CJ, Souchay C. (2013), además de sugerir que los niños con TEA pueden regular su aprendizaje, también se pueden interpretar de acuerdo a que el déficit observado depende del material presentado (información nueva presentada frente a información estudiada o ya conocida), pues los pares asociados fáciles se componían de palabras concretas, y se referían a estímulos que pueden aparecer juntos en una situación.
Por otra parte, la literatura científica sobre la evidencia terapéutica en TEA muestra resultados parecidos, por ejemplo en los trabajos de: Jacobson, J. W. y Mulick, J. A. (2000), Rosenwasse, B. y Axelrod, S. (2001) y Rosenwasse, B. y Axelrod, S. (2002) se evidencia que la terapia en análisis aplicado de la conducta es la más eficaz en TEA, consiguiendo resultados en un porcentaje alto de inclusión completa en niños con este trastorno en ámbitos de interacción y comunicación social, y consiguiendo que los resultados sean estables en el tiempo, por tanto, evidenciando que la inclusión de habilidades en la memoria a largo plazo mediante métodos programados de repetición de la conducta, son eficaces en la inclusión interpersonal de niños TEA.
Recientemente la terapia en programas de conducta aplicada ha conseguido que existan individuos diagnosticados TEA en su infancia integrados eficazmente hasta la edad adulta, y ahora, las pruebas de metamemoria se presentan como pruebas validas para evaluar el funcionamiento memorístico, así, si el déficit de memoria para objetos estudiados durante pocos segundos se mantiene en los individuos TEA adultos que realizan actividades de interacción social, de forma suficiente y autónoma, o sí, por el contrario, estos individuos tenderán a suplir este déficit con otras estrategias de memoria y metamemoria. Es interesante comprobar si tras la insercción total, para efectuar las estrategias necesarias en el registro, almacenamiento y la recuperación de la información de estímulos presentados y atendidos brevemente, los TEA adultos recuperados consolidan recursos a corto plazo como un previsible grupo control, o si utilizan recursos diferentes para desempeñarse, como por ejemplo el estudio estimular típico en las interacciones y procesos de comunicación.
Por tanto, tenemos una discusión problemática, si estos individuos interactúan en un mundo social del que no son capaces de recordar las cosas con las que interactúan, y continúan en la madurez con un déficit para estimar sus predicciones metamemorísticas para objetos no estudiados, ¿Cómo son capaces de suplir esta información sin que esto perturbe sus procesos de interacción y comunicación?, siguiendo la evidencia terapéutica al respecto, ¿Pueden los sujetos TEA adultos con habilidades de interacción y comunicación suficientes no utilizar preferiblemente procesos metamemorísticos a corto plazo?, no tenemos evidencia de ello en estudio alguno, pero, tras los resultados en terapia conductual aplicada en niños TEA, sabemos que mejoran sustancialmente las habilidades de interacción y comunicación tras el tratamiento, así, previsiblemente tenderán a utilizar rutas más asentadas por el estudio en sus procesos metamnemónicos, y podrían presentar deficiancias en actividades de predicción y de memoria de reconocimiento.
Jacobson, J. W. y Mulick, J. A. (2000). System and cost research issues in treatments for people
with autistic disorders. Journal of Autism and Developmental Disorders, 30, 585-593.
Rosenwasse, B. y Axelrod, S. (2001). The contributions of applied behavior analysis to the
education of people with autism. Behavior Modification, 25, 671-677.
Rosenwasse, B. y Axelrod, S. (2002). More contributions of applied behavior analysis to the
education of people with autism. Behavior Modification, 26, 3-9.
Ruiz, M. (2004). Las Caras de la Memoria . Madrid: Pearson (caps. 3, 7 y 8)
Weaver, C.A. y Kelemen, W. L. (2003). Processing similarity does not improve metamemory:
evidence against transfer-appropiate monitoring. Journal of Experimental Psichology:
Learning, Memory, and Cognition, 29(6), 1058-1065.
Williams DL, Goldstein G, Minshew (2006) Neuropsychologic functioning in children with autism:
further evidence for disordered complex information-processing. Child Neuropsychol. 12(4-5):
279–98.
Wojcik DZ, (2013) Souchay C. Metamemory in children and adolescents with autism spectrum
disorder. OA Autism. Recuperado el 29 de Junio de 2018, de
https://www.researchgate.net/publication/270529768_Metamemory_in_children_and_adolescents_
with_autism_spectrum_disorder
Wojcik, DZ, Moulin CJ, Souchay C. (2013) Metamemory in children with autism: exploring
‘feeling-of-knowing’ in episodic and semantic memory. Neuropsychology. (1):19–27.
Autistas adultos en la realidad y ficción. |
Por otra parte, la literatura científica sobre la evidencia terapéutica en TEA muestra resultados parecidos, por ejemplo en los trabajos de: Jacobson, J. W. y Mulick, J. A. (2000), Rosenwasse, B. y Axelrod, S. (2001) y Rosenwasse, B. y Axelrod, S. (2002) se evidencia que la terapia en análisis aplicado de la conducta es la más eficaz en TEA, consiguiendo resultados en un porcentaje alto de inclusión completa en niños con este trastorno en ámbitos de interacción y comunicación social, y consiguiendo que los resultados sean estables en el tiempo, por tanto, evidenciando que la inclusión de habilidades en la memoria a largo plazo mediante métodos programados de repetición de la conducta, son eficaces en la inclusión interpersonal de niños TEA.
Recientemente la terapia en programas de conducta aplicada ha conseguido que existan individuos diagnosticados TEA en su infancia integrados eficazmente hasta la edad adulta, y ahora, las pruebas de metamemoria se presentan como pruebas validas para evaluar el funcionamiento memorístico, así, si el déficit de memoria para objetos estudiados durante pocos segundos se mantiene en los individuos TEA adultos que realizan actividades de interacción social, de forma suficiente y autónoma, o sí, por el contrario, estos individuos tenderán a suplir este déficit con otras estrategias de memoria y metamemoria. Es interesante comprobar si tras la insercción total, para efectuar las estrategias necesarias en el registro, almacenamiento y la recuperación de la información de estímulos presentados y atendidos brevemente, los TEA adultos recuperados consolidan recursos a corto plazo como un previsible grupo control, o si utilizan recursos diferentes para desempeñarse, como por ejemplo el estudio estimular típico en las interacciones y procesos de comunicación.
Por tanto, tenemos una discusión problemática, si estos individuos interactúan en un mundo social del que no son capaces de recordar las cosas con las que interactúan, y continúan en la madurez con un déficit para estimar sus predicciones metamemorísticas para objetos no estudiados, ¿Cómo son capaces de suplir esta información sin que esto perturbe sus procesos de interacción y comunicación?, siguiendo la evidencia terapéutica al respecto, ¿Pueden los sujetos TEA adultos con habilidades de interacción y comunicación suficientes no utilizar preferiblemente procesos metamemorísticos a corto plazo?, no tenemos evidencia de ello en estudio alguno, pero, tras los resultados en terapia conductual aplicada en niños TEA, sabemos que mejoran sustancialmente las habilidades de interacción y comunicación tras el tratamiento, así, previsiblemente tenderán a utilizar rutas más asentadas por el estudio en sus procesos metamnemónicos, y podrían presentar deficiancias en actividades de predicción y de memoria de reconocimiento.
Citas:
Jacobson, J. W. y Mulick, J. A. (2000). System and cost research issues in treatments for people
with autistic disorders. Journal of Autism and Developmental Disorders, 30, 585-593.
Rosenwasse, B. y Axelrod, S. (2001). The contributions of applied behavior analysis to the
education of people with autism. Behavior Modification, 25, 671-677.
Rosenwasse, B. y Axelrod, S. (2002). More contributions of applied behavior analysis to the
education of people with autism. Behavior Modification, 26, 3-9.
Ruiz, M. (2004). Las Caras de la Memoria . Madrid: Pearson (caps. 3, 7 y 8)
Weaver, C.A. y Kelemen, W. L. (2003). Processing similarity does not improve metamemory:
evidence against transfer-appropiate monitoring. Journal of Experimental Psichology:
Learning, Memory, and Cognition, 29(6), 1058-1065.
Williams DL, Goldstein G, Minshew (2006) Neuropsychologic functioning in children with autism:
further evidence for disordered complex information-processing. Child Neuropsychol. 12(4-5):
279–98.
Wojcik DZ, (2013) Souchay C. Metamemory in children and adolescents with autism spectrum
disorder. OA Autism. Recuperado el 29 de Junio de 2018, de
https://www.researchgate.net/publication/270529768_Metamemory_in_children_and_adolescents_
with_autism_spectrum_disorder
Wojcik, DZ, Moulin CJ, Souchay C. (2013) Metamemory in children with autism: exploring
‘feeling-of-knowing’ in episodic and semantic memory. Neuropsychology. (1):19–27.
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