Los Físicos clásicos sostienen que todo fenómeno real se puede medir, y en ello se afanan con su Metrología; sus magnitudes básicas y derivadas, sus unidades de medida; sus sistemas de unidades; sus patrones, sus instrumentos de medida |
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1.- Introducción:
¿Qué es una idea? - ¿Cuáles son sus magnitudes? - ¿Cuántas dimensiones posee? - ¿Cómo medir una idea?
A estas y otras preguntas elementales voy a tratar de responder en este micro-artículo, hoy, sin más demoras ni vacilaciones.
Los Físicos clásicos sostienen que todo fenómeno real se puede medir, y en ello se afanan con su Metrología; sus magnitudes básicas y derivadas, sus unidades de medida; sus sistemas de unidades; sus patrones, sus instrumentos de medida; etc.
¿Pero todo se puede medir?
Los Físicos han llegado a la conclusión de que lo grande y lo mediano sí se puede medir, pero que lo muy pequeño no se puede medir (del todo). Eso explica el Principio de Incertidumbre de la Mecánica Cuántica.
Por otro lado y desde hace tiempo, los Físicos sueñan con poder combinar la Teoría de la Relatividad con la Teoría Cuántica para llegar a una teoría unificada que todo lo explique: la Teoría del Todo. - ¿Todo? - ¿No será mucho?
Todo sistema político, toda sociedad, toda cultura son autocomplacientes y se vanaglorian de sus propios logros, exagerándolos. - Nuestra admirable cultura parece ser fiel a esta regla.
¿Tanto sabemos? Pues siendo así, podremos contestar a la pregunta siguiente.
2.- Pregunta fundamental
¿Qué es una idea, y qué magnitudes, dimensiones y unidades tiene?
La Física y su Metrología parecen tener serias dificultades en responder a esta simple cuestión: Pues ninguna idea puede pesar 5 kg, ni tener 50 ha de superficie, o 17 A de corriente eléctrica, ni poseer 10 cd de luz, ni estar constituida por 33 mol de materia pensante.
En consecuencia y por reducción al absurdo, llegamos a que las ideas son entes unitarios anímicos, ajenos a la todopoderosa Física.
Tratando de responder a la pregunta anterior (que es la central de este micro-ensayo), surge la necesidad (idea) de definir unas magnitudes anímicas adicionales a las siete magnitudes básicas manejadas en la actualidad por los físicos (y que son, a saber: masa, longitud, tiempo, temperatura, intensidad de corriente eléctrica, intensidad luminosa y cantidad de materia).
3.- Respuesta fundamental
La tabla que ofrecemos a continuación resume nuestra propuesta al respecto: Siete magnitudes metafísicas básicas, con sus correspondientes unidades de medida: el Descartes (De), el Sócrates (So), el segundo (s), el Galeno (Ga) , el Ortega y Gasset (Or) , el Kirchhoff (Ki) y el Leibniz (Le).
La tabla se puede descargar del aquí.
4.- Las siete magnitudes básicas metafísicas
El tiempo {t; s} es una magnitud tanto física como metafísica. De hecho, una vida es la intersección del mundo físico con el mundo anímico, intersección que se produce durante un cierto intervalo de tiempo. El tiempo es el eje principal de simetría de toda nuestra existencia.
La consciencia {cg; De} es la masa anímica del cerebro. La consciencia evalúa el número de neuronas que están despiertas (activas e interrelacionadas) en un momento dado. Se puede definir como el nivel de atención neuronal de la mente. Acudiendo al axioma de las conjeturas razonadas se corresponde con el número de transformadores (o cambiadores de perspectiva) que están actuando en un instante dado en el cerebro.
La tercera magnitud fundamental anímica son los conocimientos {co; So}. Representan la trayectoria (o el recorrido) mental realizado por un cerebro; su discurrir. En consecuencia y por analogía, se corresponden con la longitud del mundo físico {x}.
La empatía {em; Ga} refleja el calor o la frialdad en el trato; evalúa la manera de relacionarse con los demás. Se corresponde con la temperatura del mundo físico.
El ánimo {an; Or}, es decir, la alegría ó tristeza interior de un organismo, su ilusión o desilusión vital, constituye otra magnitud básica de la Metafísica. Se corresponde con la intensidad de corriente eléctrica en Física.
Una correspondencia fácil de establecer, por estar presente en el lenguaje y en la literatura, se refiere a la luz y nos conduce a la sexta magnitud básica de la Metafísica: la trascendencia.
La última magnitud básica que buscamos es la cantidad de espíritu {ne; Le}; el número de mónadas que contiene un alma (usando la terminología de Leibniz).
5.- Conclusiones
1) Las ideas y los pensamientos son algo más que Física; escapan a la Física; son Metafísica.
2) Su medición sólo podrá ser abordada si se definen unas magnitudes metafísicas adicionales e independientes de las siete magnitudes básicas del Sistema Internacional de unidades de medida.
3) La hipótesis de que existen tantas magnitudes básicas metafísicas como físicas y el establecimiento de equivalencias y analogías entre ambos tipos de magnitudes, permite hallar un conjunto razonado de magnitudes básicas metafísicas. - Es lo que acabamos de hacer.
4) Las leyes físicas fundamentales pueden traducirse al plano metafísico con ayuda de las correspondencias (equivalencias) establecidas: la ley de la gravitación universal, la segunda ley de Newton, los cuatro principios de la Termodinámica, la ley de Ohm, la ley de Stefan & Boltzmann, etc., etc. – Es lo que iremos desarrollando en futuros micro-trabajos.
5) Las leyes metafísicas (así obtenidas) resultan interesantes de interpretar, y podrán llegar a ser útiles en Filosofía, Psicología, Neurología, etc. (una vez puedan ser validadas y calibradas).
¡Hasta la próxima idea, querido micro-filósofo; y no te olvides de ser feliz siempre!
Andrés Martínez de Azagra Paredes
Nota: Este pequeño artículo está dedicado a mi padre y es un resumen de una comunicación presentada al X Congreso Internacional de Ontología, celebrado en San Sebastián (España) el 2 de octubre de 2012.
Autor: Andrés Martínez de Azagra Paredes.Web del autor: Oasification
(No va de Filosofía. Sólo pretende oasificar montes y mentes :-) )