¿Fascismo o Socialismo?
La revolución industrial (1760) generó grandes riquezas para los pocos que habían invertido capital en los medios de producción. Esto dio cabida al surgimiento de una nueva clase social a la cual se le denominó Burguesía. A su vez, para los trabajadores y obreros, que generaban estas riquezas, a través, de su esfuerzo y trabajo, dentro de las industrias emergentes, se produjo una gran desigualdad. A esta clase se le denominó proletariado (Clase trabajadora, denominada así por Marx). Una gran parte de su producción iba a parar a los bolsillos de los dueños de las industrias, y sólo una pequeña parte como salario para los trabajadores. De esta manera se generó El Capitalismo, una forma de relación de producción desigual, que favorecía a las clases económicamente más poderosas.
Es por esto, que finalmente surge el Socialismo Científico (Marx-Engels, siglo XIX) como respuesta a esta desigualdad que padecían los trabajadores y así poder reivindicar su valor dentro de las relaciones de producción que imponía El Capitalismo. Este planteaba una relación de producción justa entre lo que el trabajador producía y lo que cobraba como salario. Por otra parte, proponía la regulación de las horas de trabajo que invertía el trabajador en dicha producción, permitiendo un espacio libre para que los obreros pudieran contar con el tiempo suficiente para compartir con sus familias y cultivarse como ser racional, si así lo decidían, en otras palabras, poder contar con tiempo de ocio bueno. Esto ocasionó cambios profundos en el mundo, que estuvieron plagados de muchas luchas para poder conseguir esta reivindicación. El socialismo apostaba por la igualdad de condiciones. Planteaba que a través de la lucha de clases se alcanzaría la justicia. Condenaba profundamente la tiranía, la represión, la explotación y la discriminación en todas sus formas. En especial, intentaba restituir lo que se le había arrebatado al proletariado; La propiedad privada burguesa. El marxismo estaba íntimamente relacionado con La Democracia, que es el gobierno del pueblo, el gobierno de todos.
Por otro lado, El Fascismo nace del odio y la venganza de un Estado contra el mundo. Tras la Primera Guerra Mundial (1914-1918), los países europeos quedaron muy afectados económica y socialmente. El Tratado de Versalles en 1919 creó resoluciones que perjudicaron profundamente a la Alemania de entonces, imponiendo reparaciones, por los daños causados, a otros países, en la guerra. El desempleo, la inflación y la pobreza aumentaron inconmensurablemente. Muchos sectores de la sociedad comenzaron a perder la confianza en las democracias liberales, incapaces de resolver dichos problemas. La población europea, desesperada, buscaba otras alternativas para cambiar su situación. Adicionalmente a esto, las clases media y alta se alarmaron con el triunfo de la Revolución Rusa (1917) y la consolidación de la Unión Soviética - Con bases políticas basadas en El Socialismo Cientifico - Que representaba una amenaza para estas clases dominantes.
El Fascismo se presentó como una tercera alternativa, opuesta tanto al liberalismo como al marxismo. Planteaba una unidad nacional, para reconstruir al Estado y ofrecerle a todos los ciudadanos seguridad y prosperidad, acabando con todos los problemas socio-económicos que había producido la guerra. Como consecuencia, rechazaba la lucha de clases, contraria a la unión nacional. Debía posicionarse el Estado antes que a cualquier individuo, institución, empresa o clase social. Este Estado estaba representado por una figura única y carismática, toda poderosa y autoritaria que pudiera controlarlo y mantenerlo unido, aplacando y neutralizando a todos sus enemigos. Por esto, era exterminada toda forma de disidencia contra dicho Estado y era discriminado todo extranjero que no perteneciera al mismo.
En Italia con Mussolini se instauró El Fascismo, inspirado en el antiguo Imperio Romano y con la sed de venganza de los veteranos de guerra y el pueblo hambriento, no recompensados después de sus esfuerzos y sacrificios en la guerra. En Alemania fue inspirado por la supremacía de la raza Aria y como venganza a lo impuesto por el Tratado de Versalles, adicional a todos los problemas socio-económicos, nombrados anteriormente, que sufrieron todos los países europeos, tras la primera guerra mundial.
El Fascismo rechaza profundamente los derechos individuales y a la democracia parlamentaria, que la considera una debilidad para el estado, porque siempre tiende a corromperse. Además se opone al pluralismo político, es decir, no concibe distintos partidos políticos, sino un partido único, persigue, neutraliza y extermina cualquier tipo de oposición. En otras palabras, todos los poderes del estado están supeditados al ejecutivo. Por esto cualquier disenso es visto como una traición a la patria. La lucha está manifestada a través de la represión y persecución de los opositores, porque el Estado fascista busca dominar todos los aspectos de la vida política, cultural y social que están sometidos al fin único del bien del Estado.
El gobierno actual de Venezuela, manifiesta una alta afinidad con El Socialismo y condena profundamente al Fascismo. De hecho, hace pocos días se realizó un congreso anti-fascista en Caracas y se creó la primera internacional anti-fascista de la historia, en ese mismo encuentro. Si se evalúan las acciones que ha llevado a cabo este gobierno durante la última década, se podría observar fácilmente, a cuál praxis política se le ajusta más, si a la socialista o la fascista. En su doble moral, su doble discurso y la hipocresía descarada con la que se muestra al mundo, podríamos encontrar la respuesta.
En primer lugar se puede resaltar el resultado sospechoso de las elecciones, donde el gobierno fue violando varias fases de la transparencia y la eticidad del proceso electoral, incluyendo la información de los escrutinios finales y fidedignos. Declarando, a su vez, ante los medios, que nunca entregaría el poder. Persiguiendo y encarcelando a toda forma de oposición que reclamara y exigiera fuesen develados los verdaderos resultados de las elecciones presidenciales. Además acometiendo imnumerables violaciones de derechos ciudadanos y de derechos humanos, en pro de un Estado que quiere perpetuarse a la fuerza. Proclamando a un líder único como representante de un partido único, eliminando la pluralidad política de partidos, dejando tan sólo unos pocos para enmascarar sus verdaderas intenciones. Teniendo a los poderes públicos subordinados al ejecutivo, sin independencia entre estos, por lo tanto, concentrando todo el poder en el líder único y con poder casi absoluto. Se sabe también que ha invalidado por completo a la asamblea nacional. El tribunal supremo de justicia, sólo es un parapeto para encubrir todas sus fechorías, entre otras muchas más características, que describe la práctica política que realmente lleva a cabo, a pesar de que, sus discursos anuncian una praxis política distinta. Juzguen ustedes mismos cuál es la verdadera cara de la política actual en Venezuela y llámela por su verdadero nombre.