Mostrando entradas con la etiqueta Lorena Otton Roger. Mostrar todas las entradas

El ser humano no es bueno por naturaleza

 


La Declaración de Independencia de los Estados Unidos de América del Norte:



Hace poco, fui a una muy recomendable expo sobre los suburbios de clase media alta

de EEUU, especialmente centrada en los años 50. Vamos, fantasía estética y Guerra

Fría. De aquí nace la semilla de este artículo donde veremos, desde un prisma de filo

política roussoniano, la declaración de la Independencia de Estados Unidos, pero

como siempre intento de forma diver y sin formalismos innecesarios. Me encanta cuando

salgo a buscar algo de entretenimiento cultural y me doy de boca, casi de forma azarosa, con

una idea para desarrollar un escrito.


Yo me imagino a los primeros colonos soñando con una casa y un trozo de tierra, cuando

cruzaron el Atlántico en el Mayflower. Queriendo colonizar un Nuevo Mundo, pero este

mundo necesita, igual que todos, unas reglas de conducta, unos preceptos morales, y por

ende, unas reglas del juego políticas y es aquí donde nos topamos/estrellamos con la

Declaración de la Independencia de los EEUU y su relación con la filosofía

política de Rousseau.


De entrada, cuando pensamos en Rousseau, o por lo menos a mí, me viene su mítica

sentencia de culto “El hombre es bueno por naturaleza” máxima que, personalmente,

me genera sentimientos encontrados, por decirlo suavemente, especialmente hablando de la

sociedad estadounidense. Por ello vamos a hacer “zoom in” en el contexto histórico de dicha

declaración para entender en profundidad sus potentes lazos con la filosofía contractual del

filósofo.


La Declaración de Independencia de los Estados Unidos de América del Norte

(¡toma título!), fue redactada por Jefferson, con potentes influencias de Rousseau, en la

línea de la filosofía del derecho natural (luego volveremos sin falta a este concepto). Fue

firmada entre el 2 y el 4 de julio de 1776 por 56 miembros del Congreso Continental

reunidos en Filadelfia desde el año anterior. Vamos, que se lo pensaron un rato largo, no la

 redactaron y firmaron en una semanita tonta de subidón inspiracional. No fue un “sugar rash” 

más bien una carne mechada en salsa cocinada a baja temperatura y por largo tiempo.

La declaración expresaba las penalidades y penurias sufridas por las colonias bajo el

gobierno de la malvada Corona británica y declaraba las colonias estados libres

e independientes. Este deseo de libertad no viene de la nada, sino que la proclamación de la

independencia fue en realidad un vaso colmado de gotas que había comenzado como protesta

contra las restricciones impuestas por la metrópoli al comercio colonial, las manufacturas y la

autonomía política. Las colonias estaban amargadas por el control colonial ello desembocó a

un desagüe en forma de una lucha revolucionaria que dio vía libre a la creación de una

nueva nación.


El 7 de junio de 1776 Richard Henry Lee, en nombre de los delegados de Virginia en el

Congreso Continental, propuso la disolución de los vínculos que unían a las colonias con Gran

Bretaña. Esto, va muy en serio amigas. Esta propuesta fue secundada por John Adams de

Massachusetts, la resolución se aprobó el 2 de Julio.

Mientras tanto, para no perder ni un segundo de la futura libertad, un comité (designado el 11

de junio) formado por los delegados y casi estrellas del rock de EEUU: Thomas Jefferson,

Benjamin Franklin, John Adams, Roger Sherman y Robert R. Livingston, estaba

preparando una declaración acorde a la resolución de Lee. El 4 de julio fue presentado al

Congreso, que añadió algunas correcciones, suprimió apartados como el que

condenaba la esclavitud (me peta la cabeza: tanta libertad y tanta esclavitud), incorporó la

resolución de Lee y emitió todo ello como Declaración de Independencia. Como los

colonos estaban hasta el coño de tanta represión británica, fue aprobada por el voto

unánime de los delegados de doce colonias.


Empieza la marcha, ¡A bailar! Dicha declaración tiene visibles similitudes con el pacto

fundamental de Rousseau.

Tal y como defiende el pensador el pacto social, que es en este caso el pacto de la

 Declaración de la Independencia, es un pacto hacia la comunidad proferido por todos los

 individuos. El documento defiende el derecho a la insurrección de los pueblos sometidos a

 gobiernos tiránicos en defensa de sus inherentes derechos a la vida, la libertad, la búsqueda

 de la felicidad y la igualdad política. ¿No es precioso sobre el papel? Os pido perdón de

antemano por las arcadas que pueda suscitar tanta incoherencia y contradicción...


Pero hemos venido a pasarlo bien y, como dice mi padre, a nadie le amarga un dulce. Así que

vamos a salsear un poco y explicitar que en la declaración se escupe veneno con ganas contra

el rey Jorge III y su Gobierno. En verdad, dicha ponzoña ocupa la mayor parte del documento.

Pero también se consigna uno de los principios más revolucionarios jamás escrito

anteriormente: todos los hombres han sido creados iguales (¿Y los esclavos?). Y estos

hombres recibieron de su Creador (alarma: Dios entra en escena) ciertos derechos

inalienables. Entre los cuales están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad; así,

para asegurar esos derechos, se han instituido los gobiernos entre los hombres, derivándose

sus justos poderes del consentimiento de los gobernados. De tal manera que si cualquier

forma de gobierno se hace destructiva para esos fines, es un derecho del pueblo

alterarlo o abolirlo, e instituir un nuevo gobierno, basando su formación en tales

principios, y organizando sus poderes de la mejor forma que a su juicio pueda lograr su

seguridad y felicidad.

Es decir, que por gracia divina todas somos iguales y tenemos el derecho a ser

felices y estar seguras, y de ahí emana un gobierno que se encarga de esta

tarea, pero si no lo hace bien, a tomar por culo y se crea otro mejor.


La Declaración concluía así: Nosotros, representantes de los Estados Unidos de América,

reunidos en Congreso general, apelando al Juez Supremo del mundo (Jesusito de mi

vida que eres niño Pocoyo) por la rectitud de nuestras intenciones, en el nombre y por la

autoridad del buen pueblo de estas colonias, declaramos y publicamos solemnemente que

estas colonias unidas son y han de ser estados libres e independientes; que han sido rotos

todos los lazos con la Corona británica y que cualquier conexión política entre ellas y el estado

de Gran Bretaña es, y debe ser considerado, totalmente disuelto; y que, como estados libres e

independientes; tienen todo el poder para declarar la guerra, concluir la paz, concertar

alianzas, establecer lazos comerciales, y llevar a cabo cualquier otro acto que los estados

independientes pueden realizar. “Y, para apoyar esta declaración, con la firme

confianza en la protección de la Divina Providencia, nosotros empeñamos

nuestras vidas, nuestras fortunas y nuestro sagrado honor” ¡Cómo les gusta el puto

dinero y mezclarlo con la puta religión!


Relacionando, en concreto, esta última línea con la concepción política de Rosseau diré que

el filosofo concibe la política como orden/pauta que ha de estar asociada a la fuerza de la

comunidad.


Vemos en la declaración de la independencia tal y como defiende Rousseau que el orden

social es una convención, algo no natural.

Rousseau nos comenta que en el estado de naturaleza el hombre era un animal vago y

aburrido sin más ocupación que la satisfacción de sus necesidades biológicas para la

supervivencia. Una especie de oso perezoso apático. Como estábamos aburridas como ostras,

nos planteamos quehaceres más complejos pero para ello, necesitábamos la ayuda de otros

seres humanos.

Lo que sigue es la transformación de la sociedad a través del pacto social, el cual según

Rousseau debió ser así aproximadamente: “Cada uno de nosotros pone en común su

 voluntad, sus bienes, su fuerza y su persona bajo la dirección de la voluntad, y todos

nosotros recibimos en cuerpo a cada miembro como parte inalienable del todo”.

Insisto, que preciosura de idea sobre el papel.


Al instante, casi por arte de magia, se produce un cuerpo moral y colectivo, cual panal de

abeja con un gobierno de reinas, compuesto de tantos miembros como voces tiene la

asamblea, y al que el yo común le da la unidad formal, vida y voluntad. Rousseau va a

establecer, de este modo simultáneamente, la soberanía popular y la libertad individual.

Porque, al hacer el contrato con la comunidad, cada individuo está realizando también un

contrato consigo mismo, en tanto que, al obedecer a la voluntad general, está siguiendo su

propia voluntad (lo siento, pero no me lo creo). Como hemos visto en la declaración redactada

por Jefferson los Estados libres e independientes tienen todo el poder para: la guerra, la paz,

el importante comercio, y todo lo demás que les dé la gana realizar, incluida la esclavitud, ¿no?

El programa del Contrato Social se basa en el establecimiento de una forma de asociación

mediante la cual cada uno, se une al todo, cada individuo se une a todos los

diferentes EEUU creando un estado en comunión. Me desorino, pensando sobre todo

en las diferentes leyes actuales según el estado, en algunos estados los primos se pueden

casar y en otros es incesto, ¿imagínate hacer un “road trip” de primos casados en dicha

tesitura? Las risas, bordeando fronteras para no ser detenidas… jajajjaj


Para ir acabando, el pacto de Rousseau crea la voluntad general que ni es arbitraria ni se

confunde con las con la suma de las voluntades egoístas de las voluntades individuales de los

particulares. Entonces, aparece el concepto de soberanía, el soberano es la voluntad

general, la cual es inalienable, no se delega, el gobierno no es sino un ejecutor de la ley que

emana de la voluntad general, y puede ser siempre substituido, demasiado hippie hasta

para mí. Como vemos estas ideas tan bonitas quedan muy lejos de la sociedad

actual de los EEUU, sobre considerando que el desastre de la 2ª enmierda,

perdón, enmienda: propuesta en el 1791, protege el derecho del pueblo a poseer,

portar y utilizar armas en determinadas ocasiones. Teniendo en cuenta que la

declaración vio la luz dos años antes de que muriera el filósofo, me gustaría saber qué nos diría

hoy si se levantara de la tumba cual zombie buscando venganza por maltratar su teoría a

muchos niveles.




¿Qué pasa después de la caja Brillo?



Después de un tiempo de letargo y sensación de nostalgia por no publicar, vuelvo al papel. Os presento una propuesta/tesis, cuando menos personal, divertida y original, que ya me lleva tiempo comiendo la cabeza. Hablaremos de la “Brillo box” de Andy Warhol como representación del fin del arte en Hegel. Por si fuera poco, repito, por si fuera poco, también estoy interesada en relacionar los 3 momentos de la historia del arte en Hegel con los 3 momentos de evolución de la persona escrito por Nietzsche en “Así habló Zaratustra”.
Pero tranquilo todo el mundo, ¡Que no os salten las alarmas de la densidad filosófica! Como siempre mi prisma y mi reto es divulgar de forma que no os acabe dando un parraque cerebral. Aquí estamos para pasarlo bien y si se puede analizar críticamente algo, ¡Eso que nos llevamos a la tumba!


¡Pasajeras empezamos el viaje! Comenzamos por el germen de este inusual artículo: La Brillo Box (producto de súper: cajas con esponjas para lavar la vajilla). En 1964 Warhol presenta por primera vez las Brillo Box como obras de arte. Las cajas representan objetos cotidianos que plantean estas cuestiones la mar de interesantes, entre otras:

- ¿Cuándo un ente cotidiano pasa a ser elevado a la categoría de obra artística?
- ¿El concepto de autoría y artista van de la mano?
- ¿Cuál es la realidad del arte y el arte en sí mismo?

Para retozar cómodamente todo el rato que queramos en torno a estas preguntas e intentar dar nuestras propias respuestas bajo nuestro espíritu valorativo, hemos de saber que Warhol no presenta las cajas Brillo en bruto, sino que presenta una caja diferente a la del súper con un logo hecho por James Harvey. Ahora el arte se libera ya que todo es susceptible a serlo. La narrativa subyacente es susceptible a ser un caleidoscopio postmoderno.
¡Vamos que te peta la puta cabeza!

En mi humilde opinión las cajas Brillo fueron creadas en un momento clave y colaboraron con el cambio de paradigma artístico, fueron de la mano con el fin del modernismo dejando espacio para el postmodernismo o a una era post histórica en lo que a historia del arte hegeliana se refiere.


Para entender bien el fin del arte en Hegel daré 4 brochazos del sistema hegeliano, a modo de contextualización, pero que nadie se altere que todo sigue la misma línea divulgativa con destellos petardos.

Vamos a empezar como se suele hacer por el principio, en un inicio nos topamos, dice Hegel,  con un arte simbólico, donde el elemento sensible se superpone al material. Corresponde a las primeras propuestas artísticas, cuando las personas y la naturaleza son misterios por resolver a modo Agatha Christie. Ejemplo de ello es el arte del Antiguo Egipto. Por suerte fui a Egipto hace poco y si tienes la fortuna de ver una pirámide e incluso entrar dentro, te saltan los plomos y das la razón a Hegel. Es como la famosa frase de Un tranvía llamado deseo “No quiero la realidad, quiero la magia”.

 En un segundo momento pasamos al arte clásico, siendo Grecia su máximo exponente. Aquí vemos representaciones artísticas de dioses antropomorfos, es decir la idea y la materia se equiparán.

Como podéis observar a medida que llegamos a la última parada: el fin del arte. La materia se va diluyendo para dar paso a la idea en si misma. Primero en Egipto, la forma supera el contenido, luego en Grecia el contenido y la idea se igualan y finalmente con Warhol la idea rebasa la forma y muere el arte. Hegel marcó este último hito con el arte romántico, pero no hemos de olvidar que el autor lleva cadáver desde el 1831 y no pudo disfrutar en vida las Brillo Box.

Seguimos al lío y os recomiendo que os abrochéis los cinturones porque de aquí hasta el final del artículo me he permitido ir cuesta bajo y sin frenos. Como ya he comentado en el inicio estoy interesadísima en compartir con vosotres la siguiente movida:  Relacionar los 3 momentos de la historia del arte en Hegel con los 3 momentos de evolución de la persona escrito por Nietzsche en “Así habló Zaratustra”. Nada, una que se vuelve creativa y para eso tenemos la dicha de contar con este espacio.

Estos tres periodos descritos por Hegel (resituando el tercero a nivel personal no en romanticismos sino en el arte conceptual), me empujan de forma muy violenta a relacionarlos con los tres períodos de la persona descritas por Nietzsche, a saber: el camello, el león y el niño.

El camello representa a la persona cargada con una mochila de creencias y supercherías caducas para, cual oveja en el rebaño, sin fuerza para huir a cambio de un paraíso tras esta vida mundana. Evidentemente la persona que es camello está fuertemente metida en el cristianismo y posee una moral de esclavo heterónoma, que le dice qué y cómo ha de hacer las cosas. Llevando a la historia del arte en Hegel responde al arte egipcio que ya os digo yo que de supersticiones y rituales complejísimos está lleno. Lo que me parece una maravillosa fantasía.

La segunda parada representa la fuerza del león para romper contra el deber. Con el león se rompe con lo preestablecido y llega el nihilismo (soy fan que tendría, cual adolescente, un póster de este momento en mi habitación). Este nihilismo representa la archiconocida muerte de Dios. Aquí entrelazaríamos al león con el arte griego que ha superado ya lo simbólico. 

Ante esto ¿Qué coño hace una persona? Pues crear sus propios valores y ahora es cuando entra en el juego la tercera transformación del león al niño, el famosísimo superhombre, que yo denomino superpersona para estar más al día. PUTA LIBERACIÓN TOTAL. En lo artístico llega la postmodernidad y a partir de las Brillo vemos el arte como juego donde el concepto rebosa a la materia.


Este sencillo es esquema nos servirá de referencia y conclusión para resituarnos un poco en todo lo que hemos estado viendo:


Este artículo no ha dejado de ser un capricho que me marcado con el fin de interpelar a la lectora, podéis verle cierto sentido o simplemente pensar que se me ha ido la olla (lo más probable), pero deseo de corazoncito que no os deje indiferentes. Y me parece de justicia que hayáis pasado un rato por lo menos entretenido, ya que yo me lo he pasado genial escribiéndolo.

Érase un hombre con una nariz de oro: Thycho Brahe

 

Estoy muy emocionada con este artículo. Reúne varios elementos que nos aseguran pasar un buen rato: hechos reales, obstinación, histrionismo, celos, derroche, una isla gobernada por un déspota, sospechas de envenenamiento y mi querida revolución científica.

Hoy vamos hablar de una de las vidas más fantasiosas y menos convencionales que conozco: hablaremos de Tycho Brahe. Normalmente lo que nos cuentan los estudios formales es que fue el mayor observador del cielo antes de la creación del telescopio. Brahe era un astrónomo tenaz (característica que marca especialmente su trayectoria vital), que creía en la observación diaria del cielo de forma protocolaria y con los instrumentos más precisos posibles. De momento parece el típico obsesivo, perfeccionista y talentoso.

 

Pero como en toda biografía hay salseos y divertimentos y esta vida tiene un inicio del todo sorprendente que quizás apuntaba a lo estrafalario de su devenir. Nació en 1546 en Dinamarca. Fue el primogénito de un noble matrimonio bien posicionado y con bastantes influencias. Pero todo esto de poco le sirvió ante el rapto de  su tío paterno Joergen Brahe, el cual no tenía hijos propios y ante tal imposibilidad robó a su sobrino y se hizo su tutor. Pim, pam, toma Lacasitos. Le proporcionó una formidable educación humanista en latín y  su intención era que estudiara leyes pero no contó con un acontecimiento astronómico que cambió el rumbo de la trayectoria vital de nuestro protagonista. Veréis, con 13 años (yo también lo veo muy joven)  fue enviado a la Uni de Copenhague y durante su estadía, en 1560 se produjo un eclipse de sol. Fue en este preciso instante cuando algo cambió en la mente del brillante joven, y es que el hecho de que el fenómeno se pudiera  prever dejó a Brahe fascinado y se abrió ante él un océano de conocimientos astronómicos en los que sumergirse. Todo esto bajo la indulgente mirada de su tío que veía este cambio como una fase de rebeldía adolescente. Luego para completar sus estudios fue enviado a la Uni de Leipzig, y aunque su tío seguía emperrado en que fuera letrado el sobrino punki se dedicaba a sus observaciones de la bóveda celeste.

 

Estos rifi rafes duraron poco ya que el tío la palmó dejando al astrónomo un buen pellizco. Ahora si que se formaría en las unis que quería y sobre los temas que le interesaban: astronomía, alquimia y medicina. ¡Aquí empieza el verdadero rock and roll!

 

Para muestra un botón: en 1566 tuvo una bronca muy fuerte con otro aristócrata danés que derivó en un duelo, dicen las malas lenguas que fue provocado por las burlas de éste aristócrata sobre una predicción astrológica de Tycho. Se conoce que Brahe previó la muerte del sultán Solimán el Magnífico cuando este ya la había diñado. El resultado del duelo fue la pérdida de la parte superior de la nariz de Brahe. Desde entonces usará una prótesis de oro o plata (algo muy indicado para un amante de la alquimia).

 

En la siguiente década desarrolló su carrera y se labró un nombre, también se casó y tuvo descendencia. En estas ya empezaba a estar un poco insatisfecho con su vida en Copenhague y el rey Federico II para retenerlo le regaló una isla llamada Hven. Al inició fue autoritario de más con los lugareños hasta que el rey le paró los pies. En dicha isla levantaría su observatorio y laboratorio de alquimia llamado Uraniborg (cual nombre de ginoide), en honor a Urania la musa de la astronomía. Vamos, una Bat cueva en todo su esplendor financiada por la realeza.

 

Y aquí es donde se desata el despiporre de sus excentricidades. A parte de su inestimable aportación a la astronomía moderna, también se dedica a dar grandes banquetes ofreciendo como entretenimiento la presencia de Chep. El era su bufón personal y como era costumbre en la época, era una persona de corta estatura. Pero la cosa no acaba aquí, Thyco creía que Chep era clarividente y en las grandes fiestas cuando este hablaba, el anfitrión hacía callar a los presentes para escuchar las revelaciones. Posteriormente como premio Tycho cogía un trozo de comida y se lo daba con la mano como si fuera una mascota. ¡Algo terrible! Otro divertimento que ofrecía era emborrachar a un alce en el interior del castillo, hasta el punto que un día, el animal totalmente ebrio, intentó bajar las escaleras y falleció. ¡Menos mal que su especialidad no fue la ética!

 

En 1567 ocurre un hito muy importante en la vida de nuestro protagonista: la observación de un cometa que atraviesa las esferas celestes, lo que invalida el modelo de esferas de Ptolomeo. En ese momento ya hay una teoría que lo puede explicar, el modelo copernicano (el sol está en el centro y los planetas giran alrededor, siendo la Tierra un planeta más), pero esta teoría no le convence especialmente por las implicaciones religiosas que conlleva, ya que si el hombre está hecho a imagen y semejanza de Dios, nuestro lugar no puede ser otro que el centro. Con tal egocentrismo costó que el modelo copernicano arraigarse. En esta tesitura Tycho decide crear el moledo tychonico. Es un modelo bisagra entre el ptolemaico y el copernicano. Revolucionario por un lado y conservador por el otro. El tema es que a nivel matemático su propuesta funcionaba bastante bien. Pero realmente su atractivo reside en la no problematización religiosa, por todo ello tendrá la no desdeñable  vigencia de un siglo aproximadamente.

 

Nada es para siempre y en 1597 Christian IV, nuevo rey de Dinamarca, le retira los fondos. Nuestro filósofo abandona Dinamarca buscando más fortuna en otros lares y aterriza en la corte de Rodolfo II, sacro emperador romanoEn 1599 para bien y para mal, conoce a una pobre y joven promesa llamada Kepler (arrodillémonos ante quien creó las leyes del movimiento planetario y quien sentó las bases para las leyes de la gravitación universal de Newton). Tycho lo invitó al castillo para que fuera su asistente y le ayudara matemáticamente a demostrar su teoría, en cambio el otro acude con la idea de pedirle sus anotaciones de las posiciones de los astros y así seguir desarrollando su propia hipótesis cercana a la copernicana. Ya se masca la tragedia, empieza una relación con luces y sombras, en la oscuridad, el mal rollito que se llevan ya que Tycho suelta la info en cuentagotas y cree que Kepler es un ingrato, ya que lo sacó de la pobreza y por otro lado Kepler juzga al maestro de viejo avaro y recalcitrante. En la luz hayamos la creación conjunta del catálogo de las posiciones de la estrellas más preciso conocido hasta el momento, las tablas rudolfinas (Ya que no olvidemos que Rodolfo II es quien financia todo el tinglado).

 

Ya en el capítulo final de esta apasionante vida, veremos que Brahe no decepciona. Los 2 astrónomos acuden en Octubre de 1601 a un gran banquete donde Tycho siente unas grandes ganas de ir al baño, pero él no se retiró al servicio ya que lo consideraba una gran rotura de etiqueta. Al llegar a casa e intentar miccionar y se da cuenta que no puede. 11 días después al gran astrónomo muere de uremia (alta concentración de urea en sangre al no poder hacer pis). Pero también hay teorías más sórdidas y truculentas que cuentan que fue su ayudante quien lo envenenó para poder acceder final y libremente a todos los datos de Tycho. (Actualmente y con autopsia de por medio se sabe que por morbosa que fuera esa explicación es falsa)

 

Por otro lado antes de morir Tycho llama Kepler para decirle que le dará todos sus ansiados datos y todos sus instrumentos si jura defender el modelo tychonico e ir en contra del copernicano, no se sabe del cierto si juró o no pero la realidad es que le dio toda la info y materiales. Afortunadamente Kepler hizo lo que le dio la gana y  entre 1609 y 1619 creó las leyes de movimiento planetario y sugirió la existencia de una misteriosa fuerza que atrae los planetas al sol, la posteriormente conocida gravedad.

 

Hemos tenido ilusión y espectáculo además de veracidad y ciencia, todo ello concentrado en tan solo 54 años de vida. Imaginad que más habría ofrecido al mundo con una vida longeva. Es innegable que Brahe fue un ser humano privilegiado, con una vida extraordinaria rozando la inverosimilitud, de carácter fuerte y mente resplandeciente. ¡Ave Thyco Brahe!


BRUJAS: RAZÓN Y DINERO

                                         

 Nos asomaremos por una mirilla que abarca desde finales del XVI hasta inicios/mediados del XVII. Antes de adentrarnos en la miseria humana os advierto que no es un artículo para hacer sentir cómodo a nadie y que puede revolver más de un estómago.

 

¡Vamos al lío! Lo que más me ha sorprendido de este periodo temporal, y lo que quiero compartir con vosotres, es ver como la caza de brujas se entrelaza con 2 hitos históricos: mi amada revolución científica y el inicio de la era capitalista. Son temas que había estudiado por separado y que pude conectar hará unos meses gracias a un curso de temática feminista que realicé. Realmente mi mirada cambió, fue como tomar la píldora roja en Matrix . 
 

Por contextualizar un poco en el horror, os diré, que es del todo imposible poder determinar cuantas mujeres fueron quemadas y asesinadas, ya que no hay constancia de todos los juicios y de los que si se registraron no de todos se conoce la sentencia.  Además las víctimas no solo eran las quemadas sino que también debemos contar las asesinadas por su comunidad, o las que se suicidaban en su celda. Ya que una vez acusada si sobrevivías la sospecha y la violencia te perseguía de por vida. ¿Os imagináis qué loco? se podía dar el caso de que un vecino gilipollas te acusara de brujería por envidiar tu cosecha y ahí tu vida ya estaba jodida para siempre. Los números hablan de entre 100.000 y 200.000 mujeres. 

 

Lo que si que esta claro es que la causa del feminicidio por brujería es multifactorial y transversal a una época. El primer cruce de caminos a comentar es el de la caza de brujas con la racionalidad y el mecanicismo. La recién estrenada modernidad quiso mecanizar y desencantar el mundo.  El racionalismo se presentaba triunfante frente al mundo fantástico del medievo.  En este sentido parece muy sencillo criticar la Edad Media y tachar a sus gentes de incultas e irracionales pero no olvidemos que es en la modernidad cuando se queman a las mujeres en la hoguera tras torturas y juicios totalmente “racionales”. Hasta tal punto que al leer los interrogatorios y las pruebas que les realizaban a la mujeres para determinar si eran brujas o no, parece que quieran regirse por el propio método científico. ¡Es aterrador! Este se aplicaba con la ayuda del Malleus Maleficarum (del latín: Martillo de las Brujas), el tratado más relevante durante la persecución de las brujas. Era el libro de cabecera de inquisidores y demonólogos, al que remitían constantemente para aplicar su autoridad.

 

Además los hombres de leyes (juristas, magistrados, demonólogos) realizaban una burocratización rigurosa, racionalizada y mecanizada, para poder replicar los juicios más allá de sus fronteras. Estos hombres de letras tejían alianzas con intelectuales, filósofos y científicos de la época. El reputadísimo Hobbes, sin ir más lejos, no creía en la brujería pero si que aprobaba su persecución como medio de control social. Como veis todo muy, clasista, machista, retorcido… en fin que dan ganas de vomitar.

 

Me imagino las cenas donde los genios como Kepler, Galileo, Bacon Pascal o Descartes podían comentar la brujería como el tema de moda. Con esto no defiendo que el mecanicismo filosófico fuera la causa de la caza de brujas pero si que convergen y acaba siendo un elemento más de ese caldo de cultivo que dio como resultado una histeria colectiva en contra de las denominadas adoradoras del Diablo. 

 

Un elemento esencial a tener en cuenta, es que en el afán desmedido de desterrar la magia del mundo también desterraron a las mujeres y su sabiduría ancestral. Históricamente las que fueron acusadas de brujería, eran las pobres, las viudas, las marginadas, las que por lo que fuera caían mal en el vecindario pero también las parteras y la curanderas del pueblo. Estas últimas eran consideradas como peligrosas, sus conocimientos y praxis asustaban a los hombres que eran desconocedores de estos campos de la medicina. Es sabido que tras el genocidio se retrocedieron siglos de conocimientos  en obstetricia y control de la natalidad. Estamos ante la misoginia en estado puro. Pero desgraciadamente la cosa no acaba aquí ya que la abolición de las comadronas en estos siglos va de la mano con el siguiente tema: los albores del capitalismo.

 

La caza de brujas no solo se entrelaza con la revolución científica y el mecanicismo como acabamos de ver, sino que además está fuertemente vinculada con el inicio del un nuevo sistema económico, ya archiconocido por todes llamado capitalismo. De entrada pensándolo fríamente y sin escrúpulos, tal y como el sistema demanda, no hay mejor manera de controlar el desarrollo de la mano de obra que el de controlar la natalidad en sí. Por ello era menester privar a las mujeres del control y gestión de su reproducción. Ahora la mayoría de seres humanos pasaban a ser vistos como mera fuerza laboral. No en vano se creía que las brujas eran infanticidas por naturaleza, ya que si las comadronas eran acusadas de brujería e infanticidio, se simplificaba la labor de “desencantar el mundo” de los hombres racionales y así podían empezaran a controlar el cotarro de los nacimientos de la clase productora. Toda una invención muy bien articulada para que las elites poderosas no perdieran su estatus.

 

Pero la cosa no acaba aquí ya que en pro al capitalismo y al mantenimiento de las élites otro dato clave es que las mujeres quemadas eran campesinas con poco dinero. Además el miedo (el gran aliado del capitalismo) a ser acusada de brujería también aislaba a las personas y dificultaba una revuelta campesina de cara al nuevo sistema económico. Ya que si veían a unas cuantas mujeres juntas, a ojos inquisidores, podrían formar un aquelarre. Las élites europeas veían amenazada su existencia y la invención de la bruja les vino estupendamente para perpetuar su poder y dar paso a un nuevo sistema económico que les venia estupendamente.

 

A nivel personal, al margen de la sorpresa al descubrir las vinculaciones con la revolución científica y los inicios del capitalismo, concluyo que es demasiada sangre como para ver el cliché del personaje de la bruja con buenos ojos. Es algo que me violenta. Quiero pensar que en parte este se produce por desconocer la gravedad de los hechos ya que nos resultaría ofensivo, y con razón, que se banalizara de la misma manera un tema tan serio como por ejemplo el holocausto. Todes hemos crecido con cientos de pelis, libros y series que tenían a brujas como personajes en sus tramas: Blanca Nieves, Hansel y Gretel, La bella durmiente, Embrujada, Prácticamente magia, Las brujas de Eastwick, Embrujadas, Sabrina: cosas de bruja, Jóvenes y brujas, El Crisol, American Horror Story: Coven, Las escalofriantes aventuras de Sabrina… etc. Etc. Etc. Actualmente la bruja es un personaje más en los relatos fantásticos y de terror pero no olvidemos que unos siglos atrás la palabra bruja iba acompañada de matanza y horror.



Heráclito volumen II: Los contrarios, el fuego y el alma.




Hoy seguimos con el apasionante e hipnótico presocrático del cambio: Heráclito de Efeso (VI a.c. – V a.c.). Este es el segundo artículo que dedico a su filosofía ya que su doctrina es como un poliedro de diversas caras que no se puede abarcar con un solo vistazo. 

Anteriormente vimos los apartados del cambio y del logos y ahora nos ocuparemos de la teoría de los contrarios, del fuego y del alma. Todo ello condimentado con algunos fragmentos que se conservan de su obra. Nada como acercarse a un autor de forma cercana y sencilla lejos de esnobismos a los que por desgracia tienden algunos escritos filosóficos. 
¡Sin más prolegómenos vamos al lío!

LA TEORÍA DE LOS CONTRARIOS


La unidad de los opuestos es un tema ya manoseado antes de la aparición de la filosofías en Grecia y es que por aquel entonces ya se coqueteaba con la idea de que los opuestos constituían el mundo. Heráclito sigue esta idea defendiendo que la fricción que genera dicha oposición desemboca en un acto dialéctico que les proporciona unidad y cambio (¡Toma!, ¡Toma!, ¡Qué la dialéctica existía antes de Hegel!). 

Entender la doctrina de los opuestos es clave para entender la filosofía de Heráclito y por ello no hemos de caer en el error de pensar que los opuestos son la misma cosa, es decir oscuridad y claridad no son lo mismo pero sí que son interdependientes, la noche no puede existir sin el día. La lucha entre los opuestos genera una harmonía cósmica reflejada en la naturaleza y por ende en los seres humanos. Como buen filósofo, Heráclito era un friki de conceptualizar y clasificar, por ello, nos da ejemplos claros de esta unión de los opuestos, agrupándolos de varias maneras:

1) Opuestos que se encuentran en una misma cosa.

Fragmento 33

“Camino arriba, camino abajo, uno y el mismo”
En este fragmento vemos como los contrarios arriba y abajo dan lugar a un camino con dos direcciones. De la misma manera que el día y la noche conforman un mismo cielo.

2) Opuestos procedentes de los diferentes puntos de vista al observar un mismo elemento.

Fragmento 35 

“Mar: agua la más pura y la más impura: para los peces potable y salvadora; para los hombres impotable y mortal”
El  mundo está plagado de opuestos que se engendran por diferentes perspectivas. El mismo lodazal es sucio para las personas y un paraíso para los cerdos. Como decía mi abuelo: Para gustos colores.

3) Otro grupo de contrarios son aquellos que se transforman mutuamente el uno en el otro y el otro en el uno, como muerte-vida o despierto-dormido o joven-viejo. Son contrarios mutables, convertibles. Son capaces de cambiar su estado. Los transformes de la naturaleza.

Fragmento 44

“Como a una misma cosa se da en nosotros vivo y muerto, despierto y dormido, joven y viejo. Pues lo uno, convertido, es lo otro, y lo otro convertido, es lo uno a su vez”

Heráclito con su teoría de los contrarios da salida a un problema filosófico de gran calibre discutido en la antigüedad y es el problema de la unida y la multiplicidad. De cómo lo uno se puede transformar en muchos. En este caso lo uno está se mantiene tensionado por los opuestos (múltiples).

EL FUEGO


El fuego es un elemento interesantísimo y controvertido a más no poder en la filosofía del de Efeso. El fuego representa el orden material del mundo que siempre ha sido, es y será. Dicho fuego no es creación ni divina ni humana, es increado y no tiene ni principio ni fin, es eterno. Esta claro que ni hartas de vino podemos conocer que es eso de la eternidad, ya que des de nuestra finita vida, la concepción del tiempo que tenemos es lineal, con su principio y su fin.

Fragmento 51
“Este orden del mundo, el mismo para todos, no lo hizo Dios ni hombre alguno, sino que fue siempre, es y será; fuego siempre vivo, prendido según medida y apagado según medidas.”

Para captar el fuego de Heráclito nos hemos de imaginarnos una moneda con 2 caras: Por un lado está el fuego, que es el constituyente material del Universo y por el otro lado está el  Logos, que es el constituyente racional, algo así como las reglas del juego del Universo. Materia y razón, fuego y logos, en una misma moneda que es el Cosmos. Pero ¿Cómo el fuego que es un solo elemento da paso a la variedad de elementos que encontramos en el mundo? Heráclito nos dirá que este fuego fluctúa, se enciende y se apaga y así da lugar a diferentes transformaciones que se materializan en otros elementos. Siempre con la medida de la razón (las normas del juego ya comentadas).

Este fuego se ha interpretado y se puede interpretar de dos maneras distintas (me encantan las peleas filosóficas): Como arjé, como constitutivo físico del que están hechas todas las cosas. Por ejemplo para Tales de Mileto el arjé es el agua. O de una manera más simbólica, también se puede entender el fuego como la representación del cambio constante de lo sensible, representación de un cambio que nunca cesa. Por ejemplo nuestro cuerpo des de que nace hasta que muere no para de cambiar. 

EL ALMA


La doctrina del alma está estrechamente ligada a la doctrina del fuego. El alma es del fuego, proviene del fuego y como este sufre sus transformaciones. Al venir del fuego el alma se apaga con el elemento líquido, por ello se debilita con los placeres alcohólicos, ya que la humedece. Una alma fuerte es para Heráclito una alma seca. Vamos que para Heráclito una persona que se quiera dedicar a la filosofía mejor que no se dedique a hincar el codo, pero digo yo también que a veces una copilla con moderación te libera la mente y te suelta la lengua.

El alma seca es el alma sabia. Por ello imagino que debió ser muy pero que muy duro para Heráclito sufrir una enfermedad llamada hidropesía que se caracteriza por grandes retenciones de líquido asociadas a otras enfermedades en el aparato digestivo, o en los riñones, o en otros órganos. Imagino que el filósofo lo interpretaría como símbolo de una alma menos sabia. 
Por otro lado se puede interpretar por sus escritos que el alma sobrevivía a la muerte del cuerpo.

Fragmento 74

“A los hombres, tras la muerte, les esperan cosas que ni esperan ni imaginan”

Esta alma que fluctúa como el fuego la hemos de mantener seca y sabia con la esperanza de un más allá inimaginable.

En conclusión, tras ver varias caras de la filosofía heraclitiana (logos, cambio, contrarios, fuego y alma) me da hasta pena acabar el escrito. Para mí es uno de esos autores que revisionas a lo largo de los años y cuya concepción va variando. Su filosofía del cambio me ha servido a nivel personal para sofocar alguna encrucijada filosófica en la que me he encontrado y por ello le guardo especial cariño. No descarto que tras unos meses y otra relectura estos dos artículos se conviertan en trilogía, o quien sabe quizás una saga, solo el tiempo lo dirá.










  

HERÁCLITO VOLUMEN I : CAMBIO Y LOGOS

 



Este es el primer artículo de una serie de escritos que gira en torno a una figura que me ha estado obsesionando este verano. Hablo del presocrático Heráclito. Su pensamiento es como un prisma de múltiples caras, todas forman parte de una misma figura y es necesario verlas por separado para entender profundamente que forman parte de un todo.

 

Mi camino hacia su pensamiento se inició hace mucho y me gustaría poder compartir este comienzo tan personal. A la tierna edad de 5 años tuve una especie de encontronazo filosófico donde salí de mi zona de confort. Es algo así como cuando te quitan las rueditas de atrás de la bici.

Yo estaba sola en el baño de casa de mis abuelos jugando con un juguete muy básico que hoy en día siguen vendiendo en ferias y bazares. Se trata de un palo de colores flúor que en su extremo inferior se une con un cilindro perforado. Yo miraba como giraba y giraba de forma hipnótica, estaba totalmente atrapada por la forma y el movimiento. Algo tan simple despertó en mi el siguiente pensamiento:

“Gira y gira, parece que todo el rato es igual pero en realidad es diferente.”

La vedad que ese pensamiento me dejo un poco loca. No sabía muy bien como interpretar ese pensamiento, solo sentí que algo me removía por dentro. Eran pensamientos muy vagos y difíciles para una niña pequeña.

Al poco rato mi abuela me llamó, ya era la hora de comer (Os juro que mataría alguien ahora mismo por un plato de comida de mi yaya).


 

Para este proto pensamiento filosófico encontré alivio en 1º de Bachillerato cuando mi profesor nos habló Heráclito. Lo primerito que hay que saber es que a Heráclito lo apodaron “el oscuro” ya que escribía en formato de aforismo (sentencias breves que nos sirven como reglas). Como os podéis imaginar su estilo no facilita para nada el seguimiento posterior de su obra y además grandes filósofos como Platón o Aristóteles lo citan de mala gana y con poco rigor. Como un Chupa-Chups en el patio de un colegio, Heráclito es hartamente manoseado y su mensaje se ve deformado por montones de pensadores posteriores.

 

Hoy en día nos ha llegado la siguiente información, se ve que vivió entre el siglo VI a.c. y el siglo V a.c., en Efeso, una ciudad de Asia Menor y que escribió un libro titulado “Acerca de la naturaleza” dividido en tres partes: Una dedicada al Universo, otra a la política y otra a la teología. También sabemos que lo apodaron “el sin risas” ya que era un misántropo de mal carácter, soberbio (algo muy poco habitual en el mundo de la filosofía…ja  ja ja) y que despreciaba a figuras de 1ª línea como Pitágoras, acusándolo de poseer un conocimiento meramente acumulativo y no verdaderamente filosófico. Supongo que el no ser el chico más popular del instituto no le ayudó a que posteriormente lo citaran correctamente.

 

Ya entrando en materia os diré que Heráclito es famoso por la siguiente sentencia que quizás ya conocéis: “No nos podemos bañar dos veces en el mismo río” (como el girar del juguete, el agua del río fluye). Esta frase la escuché por 1ª vez cuando tenía 16 años y mi concepción de la filosofía heracitiana ha ido evolucionando. En un inicio interpreté su celebre frase como que todo fluye en el cosmos, que todo es devenir y cambio como el caudal del río que discurre sin pausa.

 

Pero luego pensé lo siguiente… ¡Cuidado que igual os va a explotar la cabeza! Que todo fluya no quiere decir que el cambio constituye lo real y que por ello no existe identidad debajo de los cambios. El flujo universal del cosmos es compatible con la permanencia en el cambio. A pesar de que parece complejo pero es muy sencillo si tomamos el siguiente ejemplo: Mi reflejo en el espejo va cambiando, soy mutable y caduca, pero para que este cambio se de ha de haber un sujeto que cambie, un sujeto que permanezca. Si amigas/os cambio y permanencia son compatibles. Todo esta en perpetuo cambio, vuestros cuerpos serranos también, pero necesitamos de un sujeto, un río o un juguete, que permanezcan para que dicho cambio se dé.

 

El cambio es un tema central en su filosofía y existen diferentes interpretaciones pero para entenderlo bien y crearnos una opinión propia hemos de ver porque reglas se rige. Las reglas del juego nos las da el logos, término filosófico más que polisémico. En las obras de la época se entiende como logos una especia de razón o de verbo entendido como habla, pero para Heráclito el logos abarca mucho más, es un patrón universal que rige el Universo. Son las normas que alumbran y determinan el juego aquí y en Pokón.

 

Según el filosofo podemos captar este logos, la razón, en la propia cotidianidad de la vida ya que todo sucede de acuerdo a esta “programación”. Pero la cosa no es tan sencilla ya que de momento los misterios de la vida siguen siendo eso, misterios. Ya en su tiempo Heráclito era consciente de ello y defendía que la gente corriente no era capaz de entender ni captar la estructura que estaba delante de sus ojos, por ello nos propone un método, una ayudita, que nos permita ver con más claridad. Nos propone descomponer las partes y examinarlas y asimilarlas por separado para luego observar la relación que hay entre ellas (huele a regla cartesiana). Aún así solo el verdadero/a filosofo/a será capaz de verlo. La normativa cósmica está estrechamente ligada con el cambio ya que el mundo que observamos está atado a la corrupción y al cambio y como prueba el nacimiento y muerte de todo ser. Es un ciclo sin fin como en El Rey León. Toda criatura, sin excepción, nace, vive y muere al margen de fantasías propias de Entrevista con el vampiro.

 


No solo del logos y cambio vive su filosofía, hay muchas más caras interconectadas en este poliedro que veremos más adelante.  Con estos escritos no solo quiero reivindicar la figura “del oscuro”, también quiero reivindicar el papel de la filosofía como elemento sanador en nuestra cotidianidad. Estoy más que harta de aquellas personas que la encierran en una torre de marfil y no permiten que sea accesible. Todas las personas tenemos encontronazos filosóficos desde la infancia y la filosofía nos puede acompañar.

 

CONTINUARÁ…

 

 

AGUANTA Y RESISTE PORQUE TODO ESTÁ DETERMINADO



Ya llevo un par de artículos situados en el período helenístico y me parecía un grave error dejar pasar la oportunidad de hablar del estoicismo, una de las corrientes que pegó más fuerte en dicha época. Seguro que muchas personas han oído o incluso han utilizado la expresión “Aguantar estoicamente”, refiriéndose a aguantar con firmeza las miserias del destino. En plan que si viene un vendaval de penurias: Se muere tu mascota, te despiden del trabajo y pillas la mononucleosis, tú te mantienes firme, resistes y sigues imperturbable. Ser ese junco que nunca se dobla y siempre sigue en pie está profundamente vinculado con el deber estoico, concepto en el que nos sumergiremos a lo largo del artículo.


La cabra tira al monte y el período helenístico tira a la filosofía práctica, por ello el epicentro de la filosofía estoica es su ética. Al igual que para los epicúreos y otras corrientes del momento la finalidad de la vida es la felicidad. Pero ¿Qué tipo de felicidad? No todo el mundo defiende o persigue la misma. Los estoicos van detrás de la eudaimonia,  felicidad entendida como virtud y virtud entendida como la acción de vivir conforme con las leyes de la naturaleza.
Pero no queda ahí la cosa porque las leyes de la naturaleza son a su vez las leyes divinas, ya que para los estoicos Dios y naturaleza (mundo) son una misma cosa. De ahí la máxima estoica  “Vive de acuerdo con la naturaleza”. Realmente esta máxima es un eslogan que condensa la teoría estoica dejándonos su aceite esencial;  Si vives de acuerdo con la naturaleza eres una persona virtuosa que ha conseguido la felicidad o eudaimonia.

Ya pasando el umbral de la superficialidad veremos un poco la cronología del estoicismo y las máximas que mejor lo definen. Siendo rigorosa, el Estoicismo es una filosofía con varios siglos de pervivencia histórica y que se suele dividir en tres periodos con los siguientes representantes principales:

  • Estoicismo antiguo con Zenón y Crispio (s. III-II a.C.).
  • Estoicismo medio con Panecio y Posidonio (s. II- I a.C.)
  • Estoicismo nuevo o romano con SénecaMarco Aurelio (emperador romano) y Epíceto. Este último periodo es en el que nos centraremos (s. I-II)

Sin más prolegómenos, nos arremangamos para entrar en faena... El Estoicismo puede ser bien definido desde las siguientes máximas típicamente estoicas. Como máximas entendemos enunciados fáciles de recordar que nos ayudan a sintetizar la teoría. Son como los anuncios de la tele, nos muestran las ventajas del producto en pocos segundos:

         Soporta y renuncia porque todo está determinado.
         La única libertad que existe es una vena de tu cuerpo, que puedes cortar cuando quieras.
         Estúpido es preferir ser arrastrado por el destino que guiado por él.

En relación a la primera máxima, debemos soportar todo lo que nos envíe la divina providencia (destino), ya que como divina solo quiere el bien para tod@s. Evidentemente que esto nos parece una mierda muy grande porque  las cosas no se dan siempre de la mejor manera, pero para los estoicos esta opinión es fruto de la finita y limitada perspectiva humana, ya que desde nuestro prisma no podemos captar ni apreciar los beneficios de nuestro fatal destino. Y lo que nos parece un mal particular puede llevar a un bien general (¡Arriba el comunismo!).
La postura aunque utópica se entiende bien, pero se hace difícil compartirla cuando ves tanta injusticia, pobreza y muertes inocentes en el mundo. Ante tanta basura que genera la humanidad lo mínimo es desear un mundo mejor. Pero ¡Cuidado! Para un seguidor de Séneca el deseo es la prepotencia de querer que el mundo se acomode a tus caprichos, como si nosotros, los seres humanos, tuviéramos poder alguno. Un poco más y si deseas un lugar mejor eres una sobrada. Como veis el tema del deseo es complejo y crucial en esta filosofía. Para Séneca hemos de anular el deseo aceptando el mundo tal y como es, para así poder ser felices. La resignación estoica es vivida con alegría en vez de con tristeza ya que para ellos el mundo es divino y por lo tanto bueno (panteístas). La apatía (ausencia de deseos) es el medio para la vida feliz. Esto es clave ya que no proponen el control y el cálculo del deseo como Epicuro sino la supresión de este, no ven a las personas capaces de gestionar sus deseos y por ello abogan por su sofocación.
En nuestro mundo capitalista lleno de deseos consumistas y egoístas son necesarias muchas horas de meditación, yoga o rezos a la virgen a la espera de un milagro, para poder llegar a la imperturbable apatía.

¡Vamos al segundo spot!: La única libertad que existe es una vena de tu cuerpo, que puedes cortar cuando quieras. Los estoicos admiten determinado grado de libertad en el acto del suicidio para dar cabida a la moralidad y a la ética, ya que sin un mínimo de libertad la ética no puede existir. Ahora bien no vale cualquier suicidio, por ejemplo el suicidio no es legítimo para liberarse del dolor físico sino solo para liberarse del problema de fondo: Una voluntad débil. Para los estoicos el suicidio es el último acto digno de un cobarde. El deber consiste en soportar todo lo que te traiga el destino y renunciar a la posibilidad de cambio, pero si uno/a mismo/a se conoce bien y sabe que es un/a flojo/a que no soporta los envíos de la providencia, para los estoicos su último acto honorable es el suicidio. Al margen de la dignidad, lo realmente destacable, es el poder hablar del suicidio sin tapujos ni estigmas. Y ahora siglos después, es un tema tabú en nuestra sociedad cristiana. No digo más, pero el retroceso se hace patente.

El último anuncio: Estúpido es preferir ser arrastrado por el destino que guiado por él. Vemos que para un estoico, ferviente defensor del destino, ir en contra de lo que la divinidad nos determina es de ser tontos del culo, porque aunque nos resistamos al devenir, las cosas acabarán siendo como deben ser. Consideran más inteligente aceptar el destino que nos ha tocado viviren vez de forcejear con éste, ya que eso solo nos producirá un dolor innecesario que no podrá cambiar nada.
El estoicismo defiende que nos dejemos llevar por nuestro destino como hojas sobre el río en vez de ponernos de culo, porque Dios en su infinita bondad ha planeado el mejor proyecto de todos y ello puede conllevar sufrimiento individual, pero a gran escala es lo mejor para tod@s. Más adelante en el siglo XVII Leibniz lo reformularía como “El mejor de los mundos posibles”. En la ética estoica no hay pesimismo, se trata de una forma de entender la ética que no conlleva la búsqueda de la felicidad del individuo, de uno/a mismo/a, si no que se orienta hacia el cumplimiento de un deber que ordena Dios. Debo decir que es una ética muy útil cuando en el Imperio Romano envía a sus soldados a la batalla y  estos asumen con alegría su muerte en pro del bien común y la voluntad divina.

Los estoicos defendían la igualdad entre seres humanos ya que el influjo de la providencia nos afecta igual a todas, no hay preferidas, te toca joderte al margen de ser mujer, gay, rico, blanco o murciélago. Como hemos visto el estoicismo de Séneca defiende las siguientes posturas. Panteísmo: Es decir que todo (el Cosmos) es Dios. Lo que nos lleva al monismo: El Universo está constituido por un solo elemento (Dios). Solo hay un mundo y todo el es Dios. El todo es uno como vimos en Plotino, y  todas las cosas que percibimos son Dios. También quiero destacar que los estoicos son los primeros deontólogos, los primeros estudiosos y entusiastas del deber, porque no hay nada que excite más a un estoico que realizar el deber por el deber. Evidentemente el determinismo es un elemento primordial en esta filosofía porque quieras o no quieras, lo único que te queda es aguantar y resistir ya que todo viene determinado.