¿Un nuevo orden social es
posible?
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"En las épocas de corrupción caen los frutos del árbol;
me refiero a los individuos, portadores de las semillas del futuro,
instigadores de (…) la formación de nuevos órganos del Estado y de la
sociedad". F. Nietzsche
La corrupción hace que caigan todas las concepciones que sostienen los
andamiajes sociales. Pues se introduce en la vida social e individual hasta el
punto de carcomer las bases éticas, y sostener que es imposible evitarla,
incluso pareciera que sólo una concepción utilitarista puede dar respuesta a
una nueva configuración social.
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"En las épocas de
corrupción caen los frutos del árbol; me refiero a los individuos, portadores
de las semillas del futuro, instigadores de (…) la formación de nuevos órganos
del Estado y de la sociedad".
En el ensayo “Nietzsche
y la corrupción”, se ve claramente como la
corrupción hace que caigan todas las concepciones que sostienen los andamiajes
sociales. Pues se introduce en la vida social e individual hasta el punto de carcomer
las bases éticas, y sostener que es imposible evitarla, incluso pareciera que
sólo una concepción utilitarista puede dar respuesta a una nueva configuración
social.
El estado caótico en
que se encuentran algunas sociedades, producto de la corrupción, disgregación
social, individualismo, desdén por los principios éticos, nos llama a tratar de
establecer un nuevo contrato o pacto social, a refuncionalizar la República (del Latín res
= cosa, publicae = pública), los asuntos públicos que, por tener esta
condición, interpela a todos los individuos que forman parte del tejido social,
y la respuesta es multifacética, compleja, ideologizada y corporativa -a veces
los que van en contra de esta última forma de respuesta, se agrupan y terminan
siendo tan corporativistas como los que dicen contrariar-.
Debido a la complejidad
de miradas con que se analiza la realidad,
las mismas se tendrían que precisar; además el hecho que todo ser humano anda
por la vida con una postura filosófica a cuestas, aunque a veces sin ser
concientes de ello, se hace necesario explicitar las distintas concepciones acerca
de las bases sobre las cuales se construye una sociedad.
En primer lugar, para
poder sentar algunas bases para el establecimiento de un nuevo contrato/pacto
social, deberíamos hacer explícito lo que se entiende sobre los siguientes
conceptos:
-
La
condición de perfectibilidad del ser humano.
-
Su
condición social.
-
La
subjetividad como obstáculo y garantía de un nuevo orden social.
- La condición de
perfectibilidad del ser humano:
El ser humano es una
existencia inacabada, incompleto, está en constante perfeccionamiento. Siempre
está en constante tensión entre las pasiones y las razones, entre lo que es y
lo que quiere llegar a ser. Es un ser-en-el-mundo y un ser-con-el/lo-otro.
Ser-en-el mundo: El término expresa el hecho de que
la existencia no se define sólo como rebasamiento que trasciende la realidad
dada en dirección de la posibilidad, sino que este sobrepasamiento es siempre
sobrepasamiento de algo, está siempre situado, está aquí. Existencia, Dasein,
ser-en-el-mundo, son sinónimos. Los tres conceptos indican el hecho de que el
hombre está «situado» de manera dinámica, es decir, en el modo del poder ser.
En la acción de estar haciendo algo la experiencia se vuelve transitiva, lo
cual nos coloca en situaciones que al estar experimentando eso lo hacemos en
directo y sin elucubraciones intelectuales.
Ser-con-el/lo-otro: En
la construcción del yo voy elaborando una cosmovisión (mi visión del mundo),
construida en el aquí/ahora con las circunstancias que me rodean, la primera
relación que construyo es YO – TÚ, con los otros que me rodean, que me abrigan,
que me dan afecto. Voy tomando conciencia de
mí mismo, por oposición al otro. Después le toca el turno a YO – LAS
COSAS/OTRO, sobreviene la etapa del animismo: no distingo aquello que tiene
vida de lo que no, de personas animales o cosas. Posteriormente la distinción
entre yo – tú – otro – las cosas.
- Su condición social:
El ser humano es un
animal social, gregario, necesitado de los “otros” para su desarrollo, a su
vez, es esta misma condición lo que lo limita y lo interpela.
Como grupo social
construimos el mundo, nos apropiamos de una cosmovisión, que limita la acción
individual.
En el último siglo y
medio, la sociedad en su conjunto ha quitado, en la concepción del hombre, la
condición espiritual que nos hace persona,
y nos queda sólo el aspecto psicofísico, considerando al ser humano como un
animal superior, poseedores de razón, sentimientos, pasiones…
Esta nueva mirada, hace
que resalten especialmente estos aspectos:
-
La
voluntad de dominio, la supervivencia del más fuerte.
-
El
goce, las pasiones.
-
Yo
sobre todo lo demás.
-
El
otro como obstáculo.
Además se profundiza la
dialéctica social, ya Marx y antes Hegel consideran la conformación social como
una dialéctica de dos grandes grupos:
-
Los
opresores, aquellos que son más fuertes (económica y físicamente).
-
Los
oprimidos, aquellos que para subsistir se dejan sojuzgar por los primeros, y
dentro de este grupo se encuentran dos subgrupos:
·
los
oprimidos propiamente dichos, y
·
los
que se ponen a disposición de los que tienen poder y adscriben a su discurso (y
a veces con las armas) para imponer, al resto de los mortales, la cosmovisión
del más fuerte (en ocasiones declamando que lo hacen en beneficio de aquellos
que son sojuzgados).
Lo paradójico de la situación
es que esta realidad se presenta independientemente de la concepción de
sociedad de sus actores, todas las ideologías dominantes en la actualidad,
mantienen esta estructura de poder.
Por otra parte la
realidad humana no la podemos analizar puramente desde la dialéctica, es
plural, cada ser humano es único e irrepetible, por lo que podríamos agregarle
infinidad de otras categorías a las mencionadas, me voy a limitar a enumerar
unas cuantas:
-
Los
intelectuales que elaboran las teorías para mantener este orden.
-
Los
que adscriben a esa teoría y tratan de convencer a toda la sociedad que es la
mejor solución.
-
Los violentos que quieren imponerlas.
-
Los
que piensan distinto, y conciben la sociedad como medio para la realización
plena del ser humano.
-
Los
que piensan que se puede construir una sociedad humana con el aporte de todos,
salvo de las actitudes violentas de todo tipo.
- La subjetividad como
obstáculo y garantía de un nuevo orden social.
La subjetividad e
individualidad en que se mueve el mundo, hace que vivamos en una paradoja
constante, ya no existen la certeza, la verdad, solo miradas, puntos de vista,
interpretaciones distintas. No se pone el acento entre lo pensado y su
correlato.
Una paradoja surge única y exclusivamente
de una ambigüedad engañosa, ya sea por casualidad o porque así se desea,
por lo que necesita ser resuelta.
Esta distintas
miradas/interpretaciones, podrían ser una forma de construir un nuevo orden
social, aprovecharlas para enriquecer, compartir, construir una sociedad mas
humana, si podemos dejar de lado las ambiciones personales.
“A los filósofos se nos
llama a interpretar e interpelar la realidad, a intentar modificarla, desde las
argumentaciones, y proponer futuros posibles”.
Es así que, en segundo
lugar, toda propuesta de un orden social debe estar basada en una concepción
ética.
De hecho todas las
concepciones sociales lo están, así por ejemplo:
-
El
comunismo, está basado en la concepción ética que la igualdad social está por
encima de otros derechos.
-
El
capitalismo, en que la libertad es el valor supremo.
-
En
la misma línea de concepción están el socialismo y el neoliberalismo,
respectivamente, aunque atenuadas por los horrores del holocausto, los campos
siberianos, los terrorismos de estado…
-
Con
la globalización comunicacional, queda en evidencia la gran desigualdad social;
con la económica, se produce el fenómeno de aumento de pobreza en algunos
lugares y descenso en otros, sin solucionar el problema; con la tecnificación,
el aumento de mano de obra calificada, y la pérdida de fuentes de trabajo no
idóneo, dejando fuera del sistema productivo a un tercio de la población
mundial. Sin embargo los principios éticos que la inspiran es el del bienestar
del ser humano, con más consumo de artículos materiales, tareas más livianas,
mayor comodidad y tiempo libre para el propio desarrollo.
-
En
los últimos años ha aparecido un nuevo/viejo fenómeno, el populismo, que está
basado en la ética, producto de una concepción nihilista, que el “otro” es el
que me limita, como individuo o sociedad, que en otras palabras es “el otro es
el enemigo” aunque a veces disfrazado considerándolo como sujeto que lo
encumbra como poseedor de atributos: derechos, libertad, sentimientos,
pasiones…, a su vez esta misma concepción deja librado a la subjetividad, del
resto de los mortales, su aceptación. Se culpa al otro (otras sociedades,
etnias, corporaciones, religiones) de todo lo malo que nos sucede.
De donde se desprende
que, en tercer lugar, hay que tener en cuenta algunos valores éticos para dar
nueva forma a la organización social, propongo los siguientes.
-
Ευδαιμονία:
(Eudaimonía): Felicidad.
Toda acción humana está orientada a la
felicidad, la buscamos en cada ocasión, aunque no sepamos de qué se trata.
Según Aristóteles: la felicidad es la finalidad del ser humano y consiste en el
desarrollo de sus aspectos más nobles, inteligencia y voluntad (espíritu). Para
los estoicos, es la Ataraxia:
tranquilidad del espíritu. Si unificamos ambos conceptos podríamos decir que la
felicidad es “la tranquilidad que se logra por el desarrollo de las cualidades
propias del ser humano”
-
Αρετή: (areté) Virtud
Virtud: cualidad positiva que permite producir ciertos efectos. Existen
distintos usos del término vinculado a la fuerza, la valentía, el poder de
obrar, la eficacia de una acción o cosa, la integridad del ánimo.
Así, por ejemplo la virtud de la fuerza, nos permite levantar pesos; la
valentía, enfrentar un peligro; el poder de obrar, el desarrollo de la
tecnología y la ciencia; la eficacia de un remedio para curar o aliviar una
enfermedad; la integridad del ánimo, superar momentos difíciles.
Virtuosidad: Dominio y perfección propia de un arte o una técnica.
Habilidad para superar dificultades y evitar consecuencias negativas.
En cambio la virtuosidad nos permite al levantar un peso, no
lastimarnos; al enfrentar un peligro saber si está o no más allá de nuestras
posibilidades; el uso adecuado de la tecnología y la ciencia y le da
orientación al hacer para mejorar las condiciones de vida de la humanidad, etc.
Uniendo ambos conceptos podemos intuir que es necesario realizar un
camino de esfuerzo y constancia para desarrollar una cualidad, el poder de
obrar, convirtiéndola en una habilidad que nos permita producir ciertos cambios
para superar las dificultades, evitando consecuencias negativas.
-
Bien
común:
Toda organización social se construye sobre la base del bien común,
(aunque sean pocos los beneficiados de ese bien).
Para poder comprender mejor el concepto hay que distinguirlo de
bienestar general: éste considera que los bienes materiales se puedan
distribuir entre el conjunto de la sociedad (aunque se permite que algunos
queden afuera de esa distribución).
El Bien Común incluye lo anterior y lo trasciende, pues es crear las
condiciones materiales y culturales para que cada ser humano, de todas las
condiciones sociales, no sólo tengan lo indispensable para sus necesidades,
sino que además puedan desarrollarse en plenitud desde su propia cosmovisión.
-
Justicia:
Principio
moral que inclina a obrar respetando la verdad y dando a cada uno lo que le
corresponde.
Es un conjunto de valores esenciales
sobre los cuales debe basarse una sociedad y el Estado, estos
valores son; el respeto, la equidad, la igualdad y la libertad.
En sentido positivo es
el conjunto de normas codificadas en función del bien común.
-
Justicia
social:
La justicia social se refiere a las
nociones fundamentales de igualdad de oportunidades y de derechos humanos, más
allá del concepto tradicional de justicia legal.
Está basada en la equidad y es imprescindible para que los individuos puedan
desarrollar su máximo potencial…
Además hay que tener en cuenta que “existe una correlación positiva entre la
pobreza, la miseria y el crimen”.
-
Equidad:
Igualdad de ánimo.
Propensión a dejarse guiar por el sentimiento del deber.
Justicia natural, por oposición a justicia legal.
Cualidad que consiste en dar a cada uno lo que se merece o
necesita por sus méritos o condiciones
[11].
-
Cooperación:
La cooperación es
el resultado de una estrategia aplicada al objetivo (lo que se quiere lograr)
desarrollado por grupos de personas o instituciones que comparten un mismo
interés u objetivo. En este proceso generalmente son empleados métodos
colaborativos y asociativos que facilitan la consecución de la meta común.
La cooperación ha
sido estudiada desde diferentes campos disciplinarios: las matemáticas, las
ciencias políticas, la biología, la ecología, la antropología, etc.
Desde la Ecología se establece que corresponde a una
relación interna específica de colaboración para la obtención de un objetivo
común de una población, como la protección o la cacería. Entendiéndose
población como el conjunto de individuos de una misma especie, ubicada en un
área determinada.
En síntesis: es colaboración para la obtención de un
objetivo común de una sociedad, entendiendo que aquél es el bien común.
-
Solidaridad:
La solidaridad es un valor
por excelencia que se caracteriza por la colaboración mutua que existe entre
los individuos, lo que sin duda permite lograr la superación de los más
terribles desastres, como guerras, pestes, enfermedades, entre otros, aplicarlo
también con nuestros familiares, amigos y/o conocidos que se encuentren en
situaciones difíciles y con la ayuda recibida permita salir adelante y mejorar
en cierto modo la situación.
La solidaridad entre los
seres vivos permite resistir las adversidades que se presenta a lo largo de la
vida. La persona solidaria no duda en colaborar y apoyar a todos aquellos
individuos que se encuentran en situaciones desfavorecidas, lo que permite
distinguirse de las personas indiferentes, egoístas ante sus compañeros.
Es importante fomentar la
solidaridad desde la infancia ya que puede ser vista como la base de otros
valores humanos que logra desarrollar valiosas relaciones de amistad,
familiares y/o sociales basadas en la ayuda, apoyo, respeto y tolerancia.
Por último un concepto que se ha dejado de lado en pos de la
individualidad: “es el otro el que me constituye como ser humano”.
“Nadie
es una isla, autónomo e independiente de los demás: solamente podemos construir
el futuro juntos, sin excluir a nadie”.
Hay una frase que se dice por estos lugares, “la patria es el otro”,
pero quién es ese otro, y la respuesta es subjetiva, sólo yo determino quien es
ese “otro”.
El otro como sujeto es una construcción social que lo encumbra como
poseedor de atributos: derechos, sentimientos, pasiones, libertad…, a su vez
esta misma concepción deja librado a la subjetividad, del resto de los seres
humanos, su aceptación como otro. Cuando lo objetivamos, cuando lo convertimos
en un tú, permitimos que nos interpele, que lo tratemos como otro, es ese momento
que comienzo a constituirme como ser humano y constituyo al “otro” como ser
humano.
F. Nietzsche, La
gaya ciencia.
www.enredate.org/cas/educacion_para_el_desarrollo/justicia_social
Diccionario Enciclopédico Vox 1. © 2009 Larousse
Editorial, S.L.