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La fama del estoicismo hoy.

El estoicismo es una enseñanza formulada por Zenón de Citium en aproximadamente el siglo III a. C. La escuela estoica fue una de las muchas escuelas griegas. El origen de la palabra escuela deriva del término griego stoa, el cual hacía referencia al patio donde Zenón impartía sus conferencias en el centro comercial de Atenas. 

Zenón enseñaba en aquel lugar debido a su creencia de que sus ideas eran de gran valor para todos. No obstante, resulta complejo considerar al estoicismo como una forma de pensamiento adecuada para la escuela o el instituto debido a que no brinda a sus seguidores la oportunidad de desarrollar su creatividad para generar razonamientos únicos, ni fomenta la creación de situaciones que permitan la especulación de modelos. Quizás sea la mentalidad típica de las personas comunes en tiempos antiguos (y también en la actualidad en muchos contextos), la mentalidad de los intermediarios, soldados, combatientes y trabajadores manuales. 


Famoos estoicos hoy


El pensamiento estoico

Los estoicos creen que el razonamiento es imparcial y tiene como objetivo ayudar a las personas a explorar a través de circunstancias verificables. Es tan atractiva la manera en la que el individuo aplica los estándares estoicos a su vida diaria. La noción de distanciamiento (y posiblemente de todo tipo de pensamiento) se ilustra de manera más clara en las palabras del indiferente Epicteto: "La razón no promete obtener nada externo para las personas..." El tema central de la especialidad de vivir es la vida individual de cada persona, al igual que la madera es el material del artesano y el bronce lo es de la escultura. Reformulación: Siguiendo una idea diferente expresada por Epicteto, el público en un auditorio es comparable a una clínica de emergencia, ya que todos los que ingresan se encuentran en un estado de aflicción (Discursos 3:8).

El concepto central del distanciamiento es que cada persona tiene en su interior el impulso de la felicidad, que se alcanza a través de una vida auténtica orientada por la razón en lugar de las emociones. Los estoicos mantienen la postura sutil del determinismo: hay aspectos de nuestra vida que no podemos controlar, aunque también tenemos opciones. Si nos enfocamos en lo que podemos controlar (las cosas prohairéticas), seguimos viviendo una vida diaria guiada por la sensatez. No obstante, si optamos por enfocarnos en aspectos que no podemos controlar (o en busca de aprobación), en ese caso, fomentamos un camino hacia una vida perjudicial y nos vemos obligados a continuar con una existencia rutinaria. guiados por la falta de razón. Bertrand Russell, en su obra "Conjunto de experiencias del modo de pensar occidental" (1953), presenta de manera brillante su opinión sobre la apatía. Según él, si permitimos que lo salvaje se quede en paz y, reconsiderando nuestras acciones, socavamos el desarrollo de nuestra propia personalidad, entonces todo ese esfuerzo no servirá de nada. "Los ideales", indica Russell, "representan una voluntad que se opone a la Naturaleza". El objetivo principal que la Emoción busca alcanzar es la apatheia y esto implica no experimentar molestia por la miseria. No significa que uno esté completamente libre de los impactos de la adversidad, sino más bien que se encuentre en un estado de equilibrio y entienda cómo enfrentar situaciones que podrían causarle daño de alguna manera.

Debido a su enfoque sobrio, la falta de emociones floreció en el reino romano y esto tuvo un impacto significativo en la cultura romana, además de contribuir al desarrollo del cristianismo. Contrario a lo que muchos podrían creer, la ausencia de emociones defiende la idea de la existencia de un ser único e inigualable. Por otro lado, en contraste con sus hermanos opulentos, quienes creían en seres divinos que eran distantes y desinteresados en los asuntos humanos, los estoicos confiaban en un ser divino que era altamente comprometido en las labores de la vida cotidiana: el Logos. Una divina explicación celestial. De cualquier manera, esto no debe ser confundido con el Dios de las Escrituras; los estoicos no tienen escritos sagrados y consideran que nuestra capacidad de razonar es la mejor revelación celestial de todas.

Sigo explorando a los filósofos estoicos más reconocidos:

Marco Aurelio

Quizás Marco Aurelio haya sido el gobernante más destacado en toda la historia de Roma. Nacido en la ciudad de Roma, se destacó como un líder gobernante imparcial y un experto en asuntos militares. En lugar de eso, se esforzó por enfocarse en su pensamiento y llevar una vida simple. Con el paso del tiempo, su carrera en el ejército y su formación en asuntos gubernamentales lo llevaron a adoptar una actitud imperturbable. Aurelius, curiosamente, nunca se describe a sí mismo como un seguidor del estoicismo de ninguna manera.

Aurelio creó una obra maestra llamada Meditaciones, en la cual expone sus reflexiones sobre la vida. Es un libro intrigante. Es probable que al principio, el texto no tuviera un título y tampoco tuviera la intención de ser distribuido, ya que está escrito completamente en griego koiné (normal). This raises the intriguing question: how could a man write a book that will not be distributed? Was this text truly intended for himself, a simple journal of his walks through the domain and his daily life? Or did this book fulfill another need? Comfortable, the son of Aurelio (161-192 AD), rose to high position due to the death of his father following the Antonine Plague, possibly one of the deadliest pandemics in Roman history. Cómodo no era cómodo ni decente como gobernante. Fue responsable de las circunstancias que llevaron a la emergencia del siglo III y las desgracias que debilitaron el dominio romano en el oeste. ¿Podría Marco Aurelio haber anticipado en algún momento las dificultades que su reino podría enfrentar si un líder inteligente no pasara por importantes áreas de fortaleza, y así escribió las Meditaciones como una ayuda para su hijo?

Aurelio estableció reglas que buscarían generar una vida llena de euforia. No hay duda de que su forma de pensar no es confusa en absoluto. En Meditaciones 10:16, Éle nos expresa de manera contundente: "Termina de una vez por todas esta conversación sobre cómo un hombre honorable debe comportarse sin descanso". "Una vez más advierte: 'Pronto serán solo restos u huesos." Sorprendentemente, un número sencillo se reduce a ser simplemente un sonido, una vibración. "Las cosas que necesitamos en la vida son carentes de significado, antiguas y sin valor".

El proverbio "Memento mori" atribuido a Aurelio es un pensamiento ejemplar que nos recuerda que todos estamos destinados a morir o que debemos recordar nuestra propia mortalidad. Este pensamiento podría ser beneficioso para las personas de mi edad, ya que les brindaría una oportunidad para reflexionar. ¿Qué podría ser querer nunca más existir? Sin duda, esto sucederá eventualmente.

Séneca el menor

Lucius Annaeus Seneca, también conocido como Séneca el Joven, fue un destacado representante de la antigua Roma, además de escritor y dramaturgo. Para evitar confusiones con su padre, se le apodaba "el Joven". Séneca, nacido en lo que actualmente es España y criado en Roma dentro de una familia adinerada, desde una edad temprana se dedicó al estudio de la elocuencia y la lógica. Se convirtió en el entrenador de Nerón, quien era conocido como uno de los gobernantes más temibles en la historia de Roma. Sin embargo, a pesar de su lealtad, Nerón finalmente le ordenó que se quitara la vida, acusándolo de ser miembro de la "Resistencia impasible", un supuesto grupo de sabios rebeldes. Derrocarlo significa removerlo del poder o derribarlo de su posición de liderazgo. Séneca llevó a cabo la orden y se quitó la vida.

El libro más conocido de Séneca se conoce comúnmente como "Cartas de un estoico", pero su título legítimo en latín es "Epistulae Spirits promo Lucilium", lo que implica "Cartas morales a Lucilius", siendo Lucilius un jefe legislativo de Sicilia. Uno de los temas habituales es el entrenamiento. Según Séneca, la falta de aprendizaje conduce a la desaparición de la existencia. También sostiene que el objetivo del aprendizaje no es solo para la escuela o de manera temporal, sino que cualquier tipo de educación debe enfocarse en mejorar nuestras vidas, sin importar cómo las llevemos. ¿No es esto extraordinariamente relevante para el mundo actual? Con frecuencia, los niños no reflexionan sobre el propósito de su enfoque en lo que están estudiando: ¿asistir a la universidad o encontrar una nueva carrera? Estas son las dos opciones principales y, lamentablemente, muchos niños se extraviarán en su trayecto para descubrir su vocación. Las materias de humanidades están experimentando una disminución en su relevancia debido a la tendencia opuesta al relativismo. En vez de dedicar tiempo a leer atentamente a periodistas excelentes y estudiar la historia auténtica, lo que se vuelve relevante es la forma en que todos nosotros "percibimos" un punto. Sin embargo, de acuerdo con la perspectiva de Séneca y la ausencia de emociones en general, si algo no se alinea con la razón y el Logos (que se entiende como una argumentación basada en el deseo), entonces debería ser considerado como algo insensato y descartado.

Séneca también escribió una obra llamada Sobre la brevedad de la vida. La mayoría de las personas se fijarán particularmente en esta exposición dentro del corpus de Séneca. En el texto se expresa: "No es tanto que aún tengamos un período tan corto, sino que perdamos tanto..." Tenemos una existencia bastante larga y enfrentamos todos los problemas que se nos presentan; no estamos en una situación desfavorable, sino que hacemos uso de los recursos que tenemos disponible. "Séneca expresa en este fragmento que tenemos la libertad de elegir cómo enfrentar nuestra vida diaria, incluso si optamos por hacerlo de manera ineficiente. Al hacerlo, solo estamos aumentando nuestra paciencia de forma innecesaria." Sin duda, la ineficiencia se encuentra arraigada en nosotros. Sin embargo, podemos intentar de manera consciente superar esta imperfección utilizando el razonamiento sin emociones y el espíritu humano.

Epictetus

Epicteto es probablemente el erudito indiferente más reservado. No hubo registro escrito y sus conversaciones y manual fueron redactados por su seguidor Arrian.

Nacido como esclavo en lo que actualmente es Turquía, se destacó por su excepcional sabiduría y serenidad mental, Musonius Rufus. Después de la muerte de Nerón, decidió aprovechar su oportunidad y escapar a Roma, donde logró ganar lo suficiente para pagar las cuentas enseñando lógica y razonamiento. El trabajo que realizó tuvo un efecto enorme en Marco Aurelio.

El pensamiento de Epicteto es simple por su esencia, y esto es algo digno de gratitud. La Manual es posiblemente la mejor opción para aquellos que deseen iniciar su exploración en el mundo de la falta de emociones. Es un documento breve que se puede leer detenidamente y está escrito en un lenguaje claro. Nos dice que el hombre no está tan estresado por problemas reales como por sus preocupaciones imaginarias sobre problemas reales. El término "nerviosismo", también conocido como "agonía", es fundamentalmente de carácter existencialista, ya que refleja el concepto general de malestar.


Los fundamentos estoicos de la psicología.

Epicteto, la base de la psicología y las formas de ser
Busto de Epicteto


Vemos al estoicismo como la forma más segura y próxima de conocer y de ser. ¿Cuánto de seguro es el estoicismo, qué propone, en qué nos ayuda y cuáles son sus riegos hoy?.

La primera oración del manual de Epicteto dice así: "Algunas cosas dependen de nosotros y otras no", y esta frase se acopla totalmente a nuestra forma de vida, es una frase que a priori nos puede ayudar en el proceso de sobrevivir a los cientos de estímulos informativos que nos bombardean diariamente. Es simplemente una frase que nos recuerda que todo va a estar fuera de control la mayor parte del tiempo, pero mi propio carácter, mi dignidad y autoestima están bajo mi control y nadie me lo puede quitar.

Y es que el pensamiento estoico dice que si estás apegado a cosas externas más allá de tu control, inevitablemente serás condicionado por otros. 

Esta forma de pensar cobra mucho sentido hoy ante los riesgos gigantescos que nos acechan, principalmente en el campo de las relaciones sociales.

Para concretar de qué estoy hablando voy a recordar unas frases de Epicteto:

"El hombre libre no quiere nada y no está apegado a los demás, de lo contrario, seguramente se convertirá en esclavo" o esta otra "cualquier persona capaz de molestarte se convierte en tu maestro; alguien puede molestarte solo cuando te permites ser molestado por él"

Cómo voy diciendo, estas líneas podrían fácilmente sacarse de contexto y formar creencias y actitudes peligrosas cómo estas:

- Es bueno negarse a mostrar miedo a quien te hace daño: Esta creencia la podría formar una persona que ha sido víctima de "bulling" o de "ghosting", es decir, de una persona que ha sentido el acoso social contra su persona en forma de insultos o en forma de olvido, esta persona podría expresar esta creencia con estas frases: "Mis ojos no deben mostrar miedo, no deben mostrar culpa", "sus burlas no tienen sentido a menos que sienta miedo" o "si no me contesta esta semana debo aparentar que no me importa". Esta persona que digamos sufre acoso social se niega a mostrar que tuvo miedo de sus manipuladores, que tiene miedo a no ser valorado, porque si ven que lo tiene, entonces tendrán poder sobre él.

 - Quien me quiere hacer daño solo me hace más fuerte: Esta creencia la podría formar una persona resentida, una persona que ha sido engañada o utilizada, o simplemente una persona que no ha tenido la comunicación necesaria en una relación que ya acabó. La famosa y falsa frase atribuida a Nietzsche de "lo que no te mata te hace más fuerte" ya evidencia las ganas que tenemos de afirmar esta creencia, pues lo que Nietzsche dijo (en "El ocaso de los ídolos") fue "lo que no te mata te deja tan hecho polvo y dependiente que lo único que puedes pensar es que eres más fuerte". Esta frase la hemos resumido en algo contrario a lo dicho por su autor. 

Volviendo a la creencia anterior, y en la ficción de esa persona resentida que no quiere/puede aceptar el dolor que ha recibido por otro, esta persona diría: "Eso no está bien., tuviste una elección y lo hiciste, e igual que tú él puede hacer lo que quiera", "las dificultadas forman mi carácter y cuantas más dificultades encuentro más fuerte soy" o incluso "soy mejor si la vida es dura".

Estas creencias parecen una buena forma de conservar un sentido de autonomía y dignidad. Permiten un cierto modo de vivir en el que no sentirte abrumado por el miedo, por la vergüenza o la culpa. De negarse a inclinarse ante los observadores, de no desfilar frente a tus compañeros y mostrarles cómo te duelen y afectan las opiniones de otras personas. Es decir, podrían ser - en un sentido poco estoico - una buena forma de no aceptar que la libertad es una conquista personal difícil y rara hoy en día. 


El recuerdo en el arte de formar ideas.


Mientras enfrentamos la turbulenta situación en la que nos encontramos, debemos entender que la antigua filosofía griega se encuentra "de guardia". Las enseñanzas de los estoicos, epicúreos, cínicos y platónicos suelen ser aforismos breves y claros que son fáciles de recordar y que, se crearon para recordarlos en momentos cotidianos, en esos en los que estamos obligados a actuar con seguridad.

Muchas de estas máximas clasicas nos han llegado hoy: “Conócete a ti mismo”, "Escucha y serás sabio", "Solo sé que no sé nada", "Nadie puede hacerte daño sin tu permiso" o "El amigo de todo el mundo no es un amigo ", por ejemplo.

El propósito de un manual como el estoico de Epicuro es que el alumno memorice los proverbios, los registre en su diario, se los repita a sí mismo y los lleve consigo para tenerlos  "al alcance de la mano".

Las máximas se repiten hasta que, en palabras de Séneca (otro referente estoico, el más famoso y tardío), "mediante la meditación diaria llegamos al punto en el que estas sanas máximas emergen por sí solas". Las incorporamos a nuestro discurso interno y las transformamos en "partes de nosotros mismos". Las lecciones se vuelven parte de nuestro "cuerpo", mezclándose con nuestro "tejido y sangre". Tomamos la forma del Logos.


Plutarco explicaba como había que utilizar estos aforismos estoicos:


Debes comprender continuamente los fundamentos para que el Logos actúe como la voz del maestro, silenciando tus antojos, apetitos y miedos cada vez que surjan.

Tienes que reflexionar sobre el significado de estas palabras en la experiencia misma de tu vida quería decir Plutarco, porque parar a meditar apartando los afectos más inmediatos, como el miedo, te acerca a la ley universal y lógica, o Logos.

Estas máximas, principios y argumentos convincentes pueden invocarse en un instante, justo "a mano para emergencias" que decía Marco Aurelio.

Los epicúreos repetían estás frases como un mantra:

"No hay motivo para temer a Dios o preocuparse por la muerte".

"Tanto lo bueno como lo malo se alcanzan y soportan fácilmente".

Y los pitagóricos repetían otros con el fin de simplificar ideas complejas. Por ejemplo, repetían "no te comas el corazón", que quería decir que debían cuidarse de no ser autocompasivos, o el dicho "no te acerques el fuego con una espada", que significaba que había que tener cuidado de no provocar a una persona cabreada con más críticas.

Mucho después cervantes entendió esto muy claramente cuando se propuso acabar con los dichos clásicos, él le hace decir a Sancho Panza algunos dichos como estos: "Cada oveja con su pareja", "Cada uno es artífice de su ventura", "Donde no se piensa, salta la liebre" o "El asno sufre la carga, mas no la sobrecarga" entre otros muchísimos que repetía sancho panza aplicado este aprendizaje clásico a las mil maravillas. 

Y es que como tenemos por cierto hoy en día "Don Quijote" es el libro que marca el principio de la edad moderna, precisamente por dejar obsoletos los dichos y las formas de pensamiento y aprendizaje clásicas. En parte por abandonar y hacer burlar estás formas de ser, por hacerlas parecer insignificantes y desgastadas, pero sobre todo por dominarlas y comprenderlas hasta hacernos ver que necesitábamos otras más complejas.

Pues bien, aunque solo sea por mostrar la importancia de las formas clásicas de aprendizaje, y también de lo poco que sabemos usarlas aparece aquí Cervantes que con tanto ingenio las utilizó. 

Sigo ahora exponiendo la forma clásica de aprender por refranes.


Las formas de aprender con dichos.


El estudiante se rodea de estos dichos. Los documenta en cuadernos. En la pared, están tallados. Los escribe y adjunta en notas post-it en su PC. Están enmarcados y expuestos. Esto tiene que hacerlo con la frecuencia suficiente para que las enseñanzas se conviertan en parte de su conversación interna.

Las tradiciones religiosas funcionan con métodos de memorización y autosugestión, las religiones orientales por ejemplo emplean el mantra, que consiste en repetir oraciones durante horas hasta que el estudiante entra en estado de "trance". Los estudiantes repiten el mantra en un esfuerzo por introducir las ideas fundamentales de la religión en sus mentes.

Los Diez Mandamientos y el Libro de los Proverbios, que está lleno de proverbios pegadizos como "el hombre bondadoso se beneficia a sí mismo, mientras que el hombre cruel se daña a sí mismo" y "el hombre sin autocontrol es como una ciudad asaltada y dejada sin muros", también muestran cómo se usan frases cortas y fáciles de recordar en el judaísmo.

El(los) autor(es) de Proverbios le recuerdan al lector que debe prestar atención, escuchar y recuerdar para que las lecciones se graben permanentemente en su mente:

Guarda mis mandamientos cerca de tu corazón, hijo mío, y atesóralos;

Conserva mis lecciones como tu máxima prioridad y átalas a tus dedos.

En la tabla de tu corazón, anótalos.

Los primeros monjes cristianos emplearon métodos similares de memorización y repetición. Por ejemplo, Doroteo de Gaza aconseja a sus alumnos que reflexionen constantemente sobre estos dichos si quieren poseerlos en el momento adecuado


La catástrofe positiva sin aprendizaje.


El actual movimiento de autoayuda tiene un pasado muy conocido utilizando las antiguas formas griegas de repetición y autosugestión.

Emile Coué, un psicólogo francés activo a principios del siglo XX, "redescubrió" las prácticas antiguas.

Según Coué, "la mente tiene el poder de manifestar cualquier cosa que imagine. Puede imaginarse a sí mismo en un estado de salud, prosperidad y felicidad o en un estado de miseria y enfermedad simplemente repitiéndose ciertos pensamientos". Afirmó que los antiguos griegos habían aprendido este secreto:

"¿No es obvio que tenemos un control completo sobre nuestro ser físico a través del pensamiento y que, como demostraron los Antiguos hace miles de años, el pensamiento o la sugestión pueden causar enfermedades o curarlas?

La idea de la autosugestión fue algo que Pitágoras enseñó a sus alumnos. Los Antiguos eran plenamente conscientes del poder, a menudo del poder mortal contenido en una frase o fórmula que se repite de nuevo. De ese poder inconfundible que ejercían a través de los antiguos oráculos que se mantenía en secreto.

En consecuencia, para este precursor de la positividad sin límites todo lo que se necesita para ser feliz, saludable y rico es decirse repetidamente palabras de aliento. por ejemplo al levantarnos Coué nos aconsejó que nos digamos: "Cada día, y en todos los sentidos, estoy cada vez mejor".

Simplemente piensa y di afirmaciones exitosas para ti mismo si quieres tener éxito. 

Estos nuevos movimientos positivistas dentro del campo de la psicología - por ejemplo - toman prestadas las palabras de Coué, los hay más básicos y contradictorios, incluso sectarios que usan afirmaciones cómo estás: "Puedes convertirte o ser cualquier cosa que elijas ser" casi tan fácil como un "Di la frase secreta y se hará realidad". 

Pero hasta los más científicos mantienen el supuesto de que repetir frases positivas formarán sentimientos y acciones positivas, como aquel psicólogo mediático español que dice "ponerse las gafas de la felicidad".

Estos movimientos establecen que "un pensamiento produce la cosa que el pensamiento imagina". Por lo tanto, todo lo que se requiere para que algo suceda es decir repetidamente cosas como "Tengo éxito en todo lo que hago" o "Todo está mejorando cada día" hasta que uno realmente las crea. 

Estos movimientos y escuelas psicológicas realizan viejas prácticas que fueron creadas para conocer a Dios. Algo tan crudo como: "Debes meditar sobre esto hasta que quede grabado en tu memoria y se haya convertido en tu idea habitual". 

Continúe leyendo este credo, aprenda de memoria cada palabra y reflexione hasta que lo crea firmemente. Estos movimientos dan la impresión a la gente ingenua de que todo lo que se necesita para cambiar psicológicamente es pensar positivamente, es decir, no pensar sino repetir afirmaciones como si estuvieras consiguiendo lo que deseas.

En esta concepción de la realidad, el cosmos se transforma en un gran supermercado, y todo lo que tenemos que hacer es hacer nuestro pedido. En "El secreto" Rhonda Byrne lo expresa así:

Es comparable a tener el universo entero como catálogo. Mientras lo hojeas, podrías pensar: Me gustaría tener esta experiencia, esa cosa y una persona así. Estás ordenando el Universo de esta manera. Es realmente así de simple.


Recientemente la escuela psicológica positiva está siendo criticada ampliamente por su dudosa efectividad terapéutica. Y entre sus escasas especialidades se encuentra la de vender libros mágicos repletos de estas frases imitando a los manuales clásicos.

¿Consiste este pensamiento en el resultado de una sociedad que se ha vuelto adicta a la riqueza y que repele el esfuerzo de pensar?. ¿De una sociedad que cree que puede obtener lo que quiera sin restricciones?

 

Estoicismo y terapia cognitiva conductual.


Según Oliver James, un psicólogo británico, la Terapia cognitiva conductual (TCC) produce "burbujas teñidas de rosa de ilusiones agradables". Cree que al paciente de la TCC se le indica que se cuente una historia, una que sea siempre positiva, afirma.

Básicamente algunos psicólogos consideran a la TCC igual que la terapia positiva: superficial, consumista y una solución rápida. 

Desde la escuela psicoanalítica suele creerse que la TCC obliga a los enfermos mentales a afirmar repetidamente afirmaciones positivas hasta que se condicionan a la aceptación de su condición de hormigas, hasta que dejan de representar el inconsciente.

¿En qué consiste la TCC?

Es cierto que la TCC también hace uso de los antiguos ejercicios filosóficos de memorización, repetición y autosugestión para reemplazar comportamientos improductivos e irrazonables por comportamientos coherentes. 

Para ello promociona el uso de grabaciones portátiles, MP3 y manuales que uno lleva consigo para que los conceptos terapéuticos estén constantemente "a mano", junto con folletos, declaraciones de afrontamiento y frases poderosas.

Algunos psicólogos consideran que este tipo de repetición de frases y citas es un "lavado de cerebro" como el enfoque positivo. 

Pero está técnica de repetición de dichos tiene su origen en la filosofía clásica. Fue Marco Aurelio el primero en proponer que la repetición puede usarse para lavarnos el cerebro. Él dijo:


Tus pensamientos se comportarán de manera rutinaria porque el alma está manejada por los pensamientos que tiene. Absórbalo entonces en ideas como, "Cuando la vida es concebible, una vida correcta es posible", por ejemplo. 


Los estoicos sostenían que era inútil seguir repitiendo afirmaciones imaginarias o falsas. No sirve de nada lavarte el cerebro para que pienses que puedes hacer cualquier cosa. En realidad, los estoicos dejan bastante claro que tenemos un control limitado sobre los acontecimientos del mundo exterior. Todas nuestras iniciativas externas están sujetas al azar, y el azar es errático. Las personas fallecen. Se producen incendios domésticos. Las ciudades se erosionan. La vivienda se desprecia de valor. Las cosas pasan.

Lo único que controlamos por completo es cómo y qué pensamos. Interpretamos con eficacia lo que nos rodea debido a que no nos saboteamos formando creencias propias, aceptamos la responsabilidad de la idea, y así tenemos más posibilidades de éxito en el mundo exterior de las que tuvimos en el pasado.

 Así vivían y viven los estoicos, y eso no implica que de la noche a la mañana seremos famosos y ricos.

En cambio el positivismo más absurdo promueve la idea de que individuos como Platón, Sócrates, Séneca y otros tendrían que pensar que tienen un éxito externo increíble solo porque llegaron a conseguirlo. 

Si es así, ¿por qué Sócrates, Séneca o Cicerón tuvieron que suicidarse? ¿Cómo es que Jesús fue crucificado?, ¿Por qué el Dalai Lama se vio obligado a vivir en el exilio?, ¿Por qué Cervantes vivió en la pobreza y el desamor e incluso soportó la esclavitud?

Porque que a las personas inteligentes y virtuosas les pasan cosas malas - muy probablemente con mayor probabilidad.


Los fundamentos mentales de occidente 


Los estoicos sostenían que aunque el mundo es un lugar duro y violento donde la mayoría de las personas se encuentran desadaptadas y los malvados frecuentemente ocupan posiciones de poder, solo nosotros podemos hacernos daño de verdad, y que por eso podemos cuidarnos incluso frente a la adversidad. 

De ahí que recordar como poner en práctica las lecciones sea un punto importante del cambio humano. 

Los estoicos sostenían que el universo no es una mercado fácil, la vida muchas veces te entrega basura y te obliga a luchar. 

Y es que las circunstancias constantemente te ponen a prueba, como si te dijeran: "Si, ya sé, ¿crees que eres sabio y duro?, pues prueba esto", sucediéndoles muchas veces las peores cosas a las personas más curiosas y abiertas al aprendizaje.

Memorizar lecciones y tenerlas a mano para poder superar obstáculos no parece mala idea, porque ocurren cosas malas y no siempre puedes cambiarlas. Este "rito estoico" lo llevamos haciendo desde los comienzos de nuestra civilización y no es lo mismo que pensar en positivo.

Es imposible juntar la disciplina para enfrentar los aspectos más dolorosos de la realidad (como proponen los estoicos) con la confianza ingenua de que se va a tener el éxito sin esfuerzo de la psicología positiva.

Y es que los estoicos estaban muy lejos de los zombis dóciles; eran individuos extraordinariamente valientes y desafiantes que seguían una guía sólida y fiable para su integridad personal.

Los estoicos no pensaban la vida, pero seguían a los grandes pensadores a través de sus dichos, repetían sus reflexiones y alcanzaban éxitos sin pasar por la fragilidad de la duda. Ellos pensaron que había reglas impersonales por las que uno podía vivir. 

Se encuentra al "verdadero tú" - a Dios - siguiendo al Logos, que es lo pensado, lo sabido. Esta es la máxima del estoicismo y también de la terapia cognitivo conductual.

Y es que la efectividad de la TCC requiere que el consultante capte y acepte lógicamente las ideas detrás de los ejercicios y declaraciones de afrontamiento, y que las ponga en práctica. Nunca puede forzar el enfoque estoico o la TCC a los demás, nunca puede "lavarles el cerebro". . No tendrán mucho impacto si no comprendes los fundamentos de las afirmaciones y no crees que son genuinamente realistas. Tienen que ser una guía fiable a las que les permites ser el timón de tu vida.


La TCC como base de las terapias psicológicas actuales.


¿Quién puede esperar cambiar las creencias de los hombres, sin cambiar las consecuencias de esas creencias?, ¿Qué consigue quien inunda de contradicciones a una persona sino sumisión resentida y falso asentimiento? 

Los clientes en psicoterapia, de hecho, se perturban emocionalmente principalmente como resultado de su propio pensamiento negativo o autosugestión, lo que explica por qué, ocasionalmente, cuando se les anima a involucrarse en pensamientos positivos o leen un libro de psicología positiva (como "El secreto"), sus depresiones y ansiedades a veces pasan rápidamente, aunque sólo sea momentáneamente.

Pero centrarse en lo positivo es un sistema de creencias defectuoso en sí mismo porque no existe una base científica para las afirmaciones de que "día a día, en todos los aspectos, estoy creciendo cada vez mejor". En realidad, esta marca de positivismo puede ser tan dañina como las profecías autocumplidas que hacen que los clientes desarrollen trastornos neuróticos.

Para decirlo de otra manera, la TCC y el estoicismo no abogan por el uso exclusivo de autosugestión o declaraciones de afrontamiento para lidiar con problemas emocionales. En su lugar, aconsejan usar afirmaciones de afrontamiento que tengan sentido para el paciente, que debe entender y aceptar la teoría que las sustenta, y que luego debe poner a prueba sus nuevas creencias mediante trabajo de campo o ejercicios conductuales.

Por ejemplo la TCC podría aconsejar a los niños que repitan frases de afrontamiento como: "Es bueno lograrlo, pero puedo aceptarme completamente como persona incluso cuando fallo", como una forma de afrontar el fracaso. Alternativamente, "está bien si no le gusto a alguien; no cambiará el mundo". Y esto lo hace, siendo el psicólogo terapeuta quien guía al paciente en la formación de las oraciones y en los ejercicios de repetición.


¿Consiste la TCC en una base segura para las terapias psicológicas actuales?


La TCC tiene como objetivo desarrollar un núcleo interno que resista incluso cuando las cosas no salen como queremos.

Este núcleo se forma con la guía directa del psicólogo que elige las frases y comportamientos a reforzar, en cambio la terapia humanista (la otra gran escuela junto a la psicoanalítica) pretende no centrarse en guiar al paciente sino acompañarlo en la reflexión interna para que sea este quien encuentre sus propias afirmaciones y cambie su comportamiento a partir de ellas.

Pero esta diferencia es mínima, es sólo una cuestión de grados o de reglas, pues como reconoce el estoicismo "solo puede ser guiado quien acepta a alguien como su guía".

Si la TCC pretende afianzar la guía del psicólogo y la disminución de la reflexión interna del cliente;  La terapia humanista pretende no guiar al paciente ("no quitarle nada" que decía Carl Rogers") y aumentar así su reflexión interna. 

Pero esto como se ve, no depende del psicólogo terapeuta, sino principalmente del paciente. Pues como decía Epicteto al principio de este artículo "Algunas cosas dependen de nosotros y otras no dependen de nosotros".

Así la mayor o menor guía del psicoterapeuta durante la terapia depende de los gustos del consultante, y no consiste en algo que debamos discutir los psicólogos como si su efectividad fuera demostrable. Pues ambas vienen heredadas de las formas estoicas de vida occidentales.


Mis certezas como psicólogo terapeuta 


Pero yo, como todos los psicólogos que ejercen en consulta, voy formando un modo de estar en terapia, que creo bueno mostrarlo abiertamente pues consiste en una forma de ayudar que me permite sentirme cómodo y contento.

Y este modo tiene de base una formación cognitivo conductual, que me permite comprender las variables experimentales en el aprendizaje animal, pero aún así durante la práctica he encontrado que como más ayudo a otras personas a cambiar psicológicamente es no guiando a mi paciente.

Creo que es algo muy nuestro, muy estoico, y es que esta forma de ayudar puede resumirse en la siguiente frase de Séneca, ese gran representante estoico cordobés: 

Nada, a mi modo de ver, es una mejor prueba de una mente bien ordenada que la capacidad de un hombre de detenerse justo donde está y pasar algún tiempo en su propia compañía.


Así como veis en mi consulta online de psicología prefiero no centrarme en guiar al paciente.

Prefiero ayudarlo a que encuentre en su propia reflexión el orden y coherencia que le permita cambiar psicológicamente de una forma duradera.

AGUANTA Y RESISTE PORQUE TODO ESTÁ DETERMINADO



Ya llevo un par de artículos situados en el período helenístico y me parecía un grave error dejar pasar la oportunidad de hablar del estoicismo, una de las corrientes que pegó más fuerte en dicha época. Seguro que muchas personas han oído o incluso han utilizado la expresión “Aguantar estoicamente”, refiriéndose a aguantar con firmeza las miserias del destino. En plan que si viene un vendaval de penurias: Se muere tu mascota, te despiden del trabajo y pillas la mononucleosis, tú te mantienes firme, resistes y sigues imperturbable. Ser ese junco que nunca se dobla y siempre sigue en pie está profundamente vinculado con el deber estoico, concepto en el que nos sumergiremos a lo largo del artículo.


La cabra tira al monte y el período helenístico tira a la filosofía práctica, por ello el epicentro de la filosofía estoica es su ética. Al igual que para los epicúreos y otras corrientes del momento la finalidad de la vida es la felicidad. Pero ¿Qué tipo de felicidad? No todo el mundo defiende o persigue la misma. Los estoicos van detrás de la eudaimonia,  felicidad entendida como virtud y virtud entendida como la acción de vivir conforme con las leyes de la naturaleza.
Pero no queda ahí la cosa porque las leyes de la naturaleza son a su vez las leyes divinas, ya que para los estoicos Dios y naturaleza (mundo) son una misma cosa. De ahí la máxima estoica  “Vive de acuerdo con la naturaleza”. Realmente esta máxima es un eslogan que condensa la teoría estoica dejándonos su aceite esencial;  Si vives de acuerdo con la naturaleza eres una persona virtuosa que ha conseguido la felicidad o eudaimonia.

Ya pasando el umbral de la superficialidad veremos un poco la cronología del estoicismo y las máximas que mejor lo definen. Siendo rigorosa, el Estoicismo es una filosofía con varios siglos de pervivencia histórica y que se suele dividir en tres periodos con los siguientes representantes principales:

  • Estoicismo antiguo con Zenón y Crispio (s. III-II a.C.).
  • Estoicismo medio con Panecio y Posidonio (s. II- I a.C.)
  • Estoicismo nuevo o romano con SénecaMarco Aurelio (emperador romano) y Epíceto. Este último periodo es en el que nos centraremos (s. I-II)

Sin más prolegómenos, nos arremangamos para entrar en faena... El Estoicismo puede ser bien definido desde las siguientes máximas típicamente estoicas. Como máximas entendemos enunciados fáciles de recordar que nos ayudan a sintetizar la teoría. Son como los anuncios de la tele, nos muestran las ventajas del producto en pocos segundos:

         Soporta y renuncia porque todo está determinado.
         La única libertad que existe es una vena de tu cuerpo, que puedes cortar cuando quieras.
         Estúpido es preferir ser arrastrado por el destino que guiado por él.

En relación a la primera máxima, debemos soportar todo lo que nos envíe la divina providencia (destino), ya que como divina solo quiere el bien para tod@s. Evidentemente que esto nos parece una mierda muy grande porque  las cosas no se dan siempre de la mejor manera, pero para los estoicos esta opinión es fruto de la finita y limitada perspectiva humana, ya que desde nuestro prisma no podemos captar ni apreciar los beneficios de nuestro fatal destino. Y lo que nos parece un mal particular puede llevar a un bien general (¡Arriba el comunismo!).
La postura aunque utópica se entiende bien, pero se hace difícil compartirla cuando ves tanta injusticia, pobreza y muertes inocentes en el mundo. Ante tanta basura que genera la humanidad lo mínimo es desear un mundo mejor. Pero ¡Cuidado! Para un seguidor de Séneca el deseo es la prepotencia de querer que el mundo se acomode a tus caprichos, como si nosotros, los seres humanos, tuviéramos poder alguno. Un poco más y si deseas un lugar mejor eres una sobrada. Como veis el tema del deseo es complejo y crucial en esta filosofía. Para Séneca hemos de anular el deseo aceptando el mundo tal y como es, para así poder ser felices. La resignación estoica es vivida con alegría en vez de con tristeza ya que para ellos el mundo es divino y por lo tanto bueno (panteístas). La apatía (ausencia de deseos) es el medio para la vida feliz. Esto es clave ya que no proponen el control y el cálculo del deseo como Epicuro sino la supresión de este, no ven a las personas capaces de gestionar sus deseos y por ello abogan por su sofocación.
En nuestro mundo capitalista lleno de deseos consumistas y egoístas son necesarias muchas horas de meditación, yoga o rezos a la virgen a la espera de un milagro, para poder llegar a la imperturbable apatía.

¡Vamos al segundo spot!: La única libertad que existe es una vena de tu cuerpo, que puedes cortar cuando quieras. Los estoicos admiten determinado grado de libertad en el acto del suicidio para dar cabida a la moralidad y a la ética, ya que sin un mínimo de libertad la ética no puede existir. Ahora bien no vale cualquier suicidio, por ejemplo el suicidio no es legítimo para liberarse del dolor físico sino solo para liberarse del problema de fondo: Una voluntad débil. Para los estoicos el suicidio es el último acto digno de un cobarde. El deber consiste en soportar todo lo que te traiga el destino y renunciar a la posibilidad de cambio, pero si uno/a mismo/a se conoce bien y sabe que es un/a flojo/a que no soporta los envíos de la providencia, para los estoicos su último acto honorable es el suicidio. Al margen de la dignidad, lo realmente destacable, es el poder hablar del suicidio sin tapujos ni estigmas. Y ahora siglos después, es un tema tabú en nuestra sociedad cristiana. No digo más, pero el retroceso se hace patente.

El último anuncio: Estúpido es preferir ser arrastrado por el destino que guiado por él. Vemos que para un estoico, ferviente defensor del destino, ir en contra de lo que la divinidad nos determina es de ser tontos del culo, porque aunque nos resistamos al devenir, las cosas acabarán siendo como deben ser. Consideran más inteligente aceptar el destino que nos ha tocado viviren vez de forcejear con éste, ya que eso solo nos producirá un dolor innecesario que no podrá cambiar nada.
El estoicismo defiende que nos dejemos llevar por nuestro destino como hojas sobre el río en vez de ponernos de culo, porque Dios en su infinita bondad ha planeado el mejor proyecto de todos y ello puede conllevar sufrimiento individual, pero a gran escala es lo mejor para tod@s. Más adelante en el siglo XVII Leibniz lo reformularía como “El mejor de los mundos posibles”. En la ética estoica no hay pesimismo, se trata de una forma de entender la ética que no conlleva la búsqueda de la felicidad del individuo, de uno/a mismo/a, si no que se orienta hacia el cumplimiento de un deber que ordena Dios. Debo decir que es una ética muy útil cuando en el Imperio Romano envía a sus soldados a la batalla y  estos asumen con alegría su muerte en pro del bien común y la voluntad divina.

Los estoicos defendían la igualdad entre seres humanos ya que el influjo de la providencia nos afecta igual a todas, no hay preferidas, te toca joderte al margen de ser mujer, gay, rico, blanco o murciélago. Como hemos visto el estoicismo de Séneca defiende las siguientes posturas. Panteísmo: Es decir que todo (el Cosmos) es Dios. Lo que nos lleva al monismo: El Universo está constituido por un solo elemento (Dios). Solo hay un mundo y todo el es Dios. El todo es uno como vimos en Plotino, y  todas las cosas que percibimos son Dios. También quiero destacar que los estoicos son los primeros deontólogos, los primeros estudiosos y entusiastas del deber, porque no hay nada que excite más a un estoico que realizar el deber por el deber. Evidentemente el determinismo es un elemento primordial en esta filosofía porque quieras o no quieras, lo único que te queda es aguantar y resistir ya que todo viene determinado.